Saulet era una bella jovencita de diecinueve años, con hermosos ojos achinados, piel canela y unos labios gruesos que resaltaba al momento que ella sonreía. Con aquella sonrisa única y esa personalidad cariñosa atraía a la gente, quien la conocía quedaba encantado con su inteligencia y su manera de ver la vida.
Estudiaba los dos últimos semestres de la carrera de contabilidad en una prestigiosa universidad, tenía un enamorado muy guapo de ojos negros llamado Edy, estudiante de educación en la misma universidad que ella.
El lunes a medio día ella sintió la necesidad de ir a ver a su amado, quien estaba realizando sus prácticas en una escuela pública de la ciudad. Llegando a las puertas de la escuela, ella observa a una niña con las manos pintadas de témpera, Saulet se sienta a conversar con la pequeña y a lo lejos un profesor la observa, queda embelesado por la sonrisa de Saulet, sentía que la joven era más hermosa cuando sonreía.
—Hola, soy Juvenal —¿Quién es usted, señorita? —Preguntó el profesor amablemente.
Saulet sonreía, y se sentía como el viento jugueteaba con su pelo, antes que respondiera fue interrumpida por su enamorado:
—¿Mi amor?, ¿Qué haces aquí? —Preguntó alegremente Edy.
—Vine a verte, yo en verdad, te extrañaba mucho.
—Dudo que me extrañes más que a ti cariño.
—¿Ustedes son novios? —Preguntó el profesor Juvenal.
—No colega, pero seremos esposos cuando terminemos nuestras carreras —respondió Edy.
La alarma de cambio de clases sonó en ese instante, Edy tenía clases de matemática con los alumnos de tercero, por lo que se retiró dando un beso en la mejilla de Saulet.
—¿Te gustan los niños? —Volvió a preguntar el profesor.
—No, tengo poca paciencia para ellos, Edy dice que es porque estoy estresada con los cursos de mi carrera.
—Hoy mis niños escribirán una carta para sus personas favoritas, ¿Quieres ayudarnos?
—No quiero molestarlo, profesor.
—Ninguna molestia, por favor, ven conmigo, será divertido.
Saulet disfrutó mucho aquella clase, los niños habían escrito muchas cartas para sus madres y sus padres, era una experiencia única ver cómo aquellos niños inocentemente hablaban de aquel amor que sentían por sus seres queridos. Pasando los días ambos salían a hacer ejercicios y platicar de su vida privada, sus experiencias y todos los acontecimientos que presenciaban estando en sus labores.
En sus largas platicadas, el profesor Juvenal no evito enamorarse de la joven Saulet, diecisiete años menor que él. El deseo a la joven fue creciendo, sentía muchos celos cuando Saulet visitaba a Edy y buscaba cualquier excusa para evitar que ambos platicaron. Pero, la pareja de enamorados empezó a salir juntos más tiempo, subían muchas fotos al Facebook, se dedicaban estados en Instagram. De hecho, odiaba leer los comentarios en las fotos de Saulet.
Pasando dos meses el profesor Juvenal se mudó frente a la casa de Saulet, empezó a dejar cartas debajo de la puerta de la joven. Pasando los días fue acercándose más a la muchacha.
Una mañana ambos se cruzaron en la puerta de la iglesia. Saulet le platico que vivía la mejor etapa de su vida hasta que fue interrumpido por él:
—Saulet, yo te amo, te amo demasiado —sueño con estar a tu lado, te amo demasiado. Déjame amarte, quiero tenerte a mi lado.
La joven, al escuchar las palabras del profesor, decide alejarse sin decir ninguna palabra. Aquella misma tarde, ella decide partir a la capital, pero, sucede un acontecimiento que cambia su vida, ya que es apuñalada antes que tome el autobús, muriendo ella instantáneamente.
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AMORES IMPOSIBLES
Random¿Qué estas dispuesto a hacer por amor? Amores imposibles son una colección de historias , donde los protagonistas se aventuraran en cometer locuras para retener al ser amado. Muchos de estos perderán en el intento quedando sin opciones y renunciar a...