prólogo

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Copos blancos caían sobre el charco de sangre donde se encontraba un joven entre la vida y la muerte. Sus grades ojos color turquesa se habían vuelto rojo como la sangre a su alrededor y la que se escapa de las esquinas de sus pálidos labios.

Todo era tan silencioso, no había ningún ruido, nada. Eso erizo los bellos de los gruesos brazos de ese joven que podría tener unos 27 años.

Voy a morir así, de una manera tan solitaria y sin poder acostarme con esa señorita que conocí el otro dia, era tan tierna con esas mejillas redondas. Iba ser mi cuarta pareja de una semana. La meta eran veinte y después sentaría cabeza.

Por ser demasiado puto por eso estoy siendo castigado de esta manera. ¿De donde previno ese sujeto? Cuando vine reaccionar ya me había apuñalado y girado varias veces esa navaja.

<Estas muriendo>

Frente a mis nublados ojos, apareció un zorro negro de grades ojos rasgados rojos. Verlo provoca escalofríos en mi frío cuerpo.

Él no estaba sorprendido porque hablara, sino que, por la voz robótica sin emociones. Eso le hacía saber al joven, que indicaba peligro.

—No me digas. Yo creía que esto era agua—Levanto sus manos ensangrentadas.

Aún con esa sangre manchado su rostro no podía opacar la belleza inigualable de ese joven, piel inmaculada al igual que el jade blanco, cejas cinceladas suavemente arqueadas. Un medio largo pero bello cabello azul negro ondulado.

<¿Quieres vivir?> Preguntó casi con dulzura, como el cantar de un demonio endulzado el oído de la persona, que quería poseer.

—¿El costó?—Es como el diablo intentando comprar mi alma con trucos baratos.

<Solo debes de cumplir una misión, Tim> Se sentó en sus patas traseras mientras veía morir muy lentamente a Tim.

—¿Que misión? ¿Que tan igualitario es el contrato? ¿Dificultad de la misión?—Me cuesta respirar, siento como la sangre sube a mi garganta y se queda ahí.

<No es nada difícil, solo debes de tener tres hijos. Fácil ¿Verdad?> Sonríe mostrado sus colmillos.

—¡....Muérete!—Con dificultad levantó su mano, le sacó el dedo de enmedio—Yo, prefiero coger hacer cogido ¡Señor de la muerte venga rápido por mi alma! Estoy ansioso por ir al cielo o al infierno, no importa!

<¿No quieres saber por qué fuistes atacado? ¿Vivir otra vez después de cumplir la misión?>

-—No gracias—Con dificultad busca algo en su mochila-Alguna de mis conquistas debió de ver enviado a alguien, me lo merecía—Saca un lapicero—No tengo resentimientos ni arrepentimientos.

<¿Qué haces?>

—¿Que no vez?—Muestra el lapicero—Voy acabar con mi sufrimiento.

<¡Detente, no fueron ninguna de esas personas!> Maldita sea, ¿por qué me toco alguien como él? Con cero interés por la vida. <Fue otra persona, alguien de tu familia>

—No tengo familia, mis padres están muertos. Soy hijo único.

<Como muestra de buena fe, te diré lo siguiente; Ellos no eran tus verdaderos padres, te adoptaron después de que alguien te abandonó en el bosque>

—Deja de mentir. ¡No caeré en tus patrañas, satanás! Padre nuestro que estas en cielo, santificado sea tu nombre venga a nosotros...Agh!

El zorro negro le había puesto presión en la herida de Tim, quería que se callara y que la sangre deje de fluir. No podía permitir que muriera antes de firmar el contrato.

<No soy el diablo, satanás, lucifer, luzbel. Como sea que lo llamen los humanos> Se pone en pose de presentación, su pelaje reluce a la luz de la luna.

<Me disculpó por la tardía prestación. Soy Black, un sistema creado por seres superiores a la raza humana. Los humanos les llaman dioses. Somos creados para darles una segunda oportunidad a las almas que pierden la vida por motivos egoístas y celos. En el proceso esas almas también nos ayudan a recolectar energía, es una ayuda mutuamente.>

—No soy ni católico ni cristiano, pero solo creo en un Dios, y no creo que sea uno de los tuyo—¿por qué no muero aún?

<¿Entonces para que rezaba hace unos momentos? Como sea, ¿aceptas o no? Ya te hice saber parte de tu nacimiento, si cumple la misión te lo diré todo>

—Sigue siendo un no, no me voy a convertir en un títere. Viví mi vida sin preocupaciones, tampoco tengo remordimiento, esas personas que me dieron a luz se pueden ir al infierno...

<Ellos no lo abandonaron, fue secuestrado y abandonado. Los secuestradores nunca tuvieron la intención de volver entregarlo.>

—De igual manera no me importa, no tengo ni el más mínimo afecto por ellos, ¿Por qué debería tener hijos para seguír viviendo? Eso es muy anormal por cierto. Tampoco quiero estar en el cuerpo de una mujer. Así que gracias, pero no gracias.

Black: ¿Que hago? Este sujeto es demasiado difícil de convencer. Ya le di un buen motivo y sigue sin vacilar con su decisión. No puedo fallar en está misión, es la única alma disponible, mis compañeros llegaron mucho mas antes a tomar las otras.

Black ve el charco de sangre sobre el cual ya hacía, el cuerpo de Tim. Una decisión nada ortodoxa surgió por su cerebro.

Hizo aparecer un contrato, posó su pata sobre la hoja y tomó el dedo ensangrentado de Tim. Esté ya estaba por cerrar sus ojos cuando sintió una corriente invisible pasar por todo su cuerpo.

<Será un placer trabajar con usted, anfitrión. Llevarnos bien apartir de ahora> sonrió.

Tim se volvió más blanco que un papel y eso que ya no estaba muriendo, al firmar el contrato en contra de su voluntad, su muerte fue suspendida.

—¡MALDITO HIJO DE PUTA!—Gritó mientras es arrastrado a su nuevo infierno.

¡Ese contrato no es válido, me niego aceptarlo! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora