capitulo 3

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Frente al espejo se encuentra una bella señorita de cabellos esmeralda ondulados, su mirada es un hermoso y a la vez un ocaso apagado, no había ese brillo que indica emoción por la vida.

Desde ahora este soy yo, debo de dejar mi identidad de hombre, de igual manera lo que una vez fuí en mi mundo para convertirme en esto. ¿Es la única manera? ¿En verdad no tengo escapatoria de este infierno?

Golpeó fuertemente el espejo, no logró lastimarse los nudillos pero hubiese querido que si, que los vidrios del espejo se le incrustaran no solo en las manos, también en el corazón para que no logra volver a latir y poder morir. Lastimosamente no fue como quería.

Fue un martirio ponerme esta cosa que asimila que tengo pechos, de por sí, los míos ya son un poco grandes y con esta cosa se vuelven un copa "D". Eso no es lo único incomodó, es tan raro llevar mi cosa hacía atrás para disimular el evidente bulto entre mis piernas.

No es por presumir, pero este cuerpo tiene un miembro lo suficientemente grande. Pero ahora mismo el problema más grande que estoy enfrentando es, los zapatos. Son muy pequeños para mi. Valentina calza 38 y yo 39. Mis dedos ya están lo suficientemente lastimados como para dañarlos más.

A ella le gustaba fingir que era grande, ella media 1.82, por por lo tanto a todo les ponía plantillas para medir 1.85 metros de altura. Al ser gemelos tenían las misma estatura, a Valentín le toca ponerse esos zapatos deportivos, sandalias y tacones para verse más alto.

-Me siento tan raro-¿Podre comportarme como una señorita? Sí, después de todo soy un títere que se ve obligado a mover la boca cuándo no quiero hacerlo.

Soy una persona mal hablada y con cero modales y con un léxico muy pero muy vulgar. No hay momento en el que no esté maldecido o mandado a la mierda a todas las personas que me sacan de quicio. Pero de que sirve hacerlo si por desgracia o mala suerte ninguno de ellos se puede ir al infierno.

Valentín con el revés del ojo observa a Black, en su mente está armando unas cuantas estrategias para liquidarlo, pero antes de eso lo hará pagar por sus crimines.

<Basta de admirar su belleza en el espejo, es momento de bajar a desayunar> Ignoró el pequeño episodio de frustración de su anfitrión.

<Hoy dará inicio a su tercer año de universidad y el primer día para Angélica, en una universidad prestigiosa> [Quién dice que estoy admirado la belleza de este cuerpo] Estoy planeado como matarte.

-¿Por qué ir a la universidad? En los dramas, series televisivas. Los niños ricos sólo van a calentar el asiento, no hacen nada. Estoy seguro que en esta historia es igual.

<No está del todo equivocado, pero debe de asistir le guste o no. Tiene que seguir teniendo buenas notas o su madre lo golpeará>

-Joder, ¿para esa vieja no existo como hijo o que? Si tanto quiere la fortuna de la familia Whitley, ¿por qué no pulirme a mí en vez de a Valentina?-Sale de la habitación.

<Porqué Valentina es la mayor. Por ende en este lugar los hijos mayores son los herederos, sin importar si es hombre o mujer> [Me gusta eso] Aplaudió [Ahora comprendo la obsesión de esa mujer por convertirme en Valentina] maldita loca.

De igual no comprendo el por que trata tan mal a Valentín, él también era su hijo. De toda esta historia el único por el cual siento empatía es por esa pobre alma llamada Valentín, el debió de vivir en el infierno y quizás la muerte fue su único consuelo.

Valentín bajo lentamente las escaleras por el dolor en sus pies a la hora de caminar, los empleados que hacen limpieza solo la ven con el revés de ojo.

¡Ese contrato no es válido, me niego aceptarlo! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora