009

823 120 36
                                    

Ying iba entrando a la empresa de su esposo, llevaba a los niños para ir de compras, pero se dió cuenta, de que no tenía ninguna manera de sacar efectivo, tampoco tenía alguna tarjeta de crédito, ni chequera, nadaaaaa, ese maldito macho opresor, se largo de la casa, dejándolo sin ninguna manera de meterle mano, a su inmensa fortuna.

Así que como buena esposa molona, decidió emboscarlos en su trabajo, de paso le decía a la bola de zorras que seguramente tenía detrás de el, que pueden comerse todo lo que quieran de ese hombre, pero que aquí la primera dama es el, buenos días joven cuál es el motivo de su visita en nuestra empresa, preguntó la recepcionista.

Vine a ver a mi esposo el señor Wang Yibo, dijo el doncel con seguridad, permítame un momento por favor, preguntaré si el señor Wang está disponible para atenderlo, la mujer iba a tomar el teléfono, para marcar a la oficina de presidencia, cuando el doncel le arrebato el teléfono.

Mira lindura, se que es tu trabajo hacerme esperar, por qué para esto te pusieron aquí, pero déjame decirte, que si yo no veo a mi marido ahora mismo, me iré de regreso a casa, sin ningún problema a esperarlo alla, pero a ti mamita te lloveran los problemas,mañana cuando el te llamé la atención por hacerme volver, sin verlo como debía.

Entiendes lo que quiero decirte, la chica asíntio con la cabeza, le dió un gafete de visita y otros para los niños, le pidió aún guardia de seguridad, que escoltara a la madam, hasta donde su marido lo esperaba.

Una de las secretarias, que oyó el discurso del doncel, se acercó a la pobre mujer que aún respiraba con dificultad, que pasó Yangzi, por qué lo dejaste subir así como asiii, que tal si te despiden por dejar pasar a cualquiera, decía la mujer a la chica.

Mejor que me despidan, ese doncel tiene una aura tan densa, autoritaria y dominante, no pude ni siquiera defenderme, además, si no es nada del señor Wang, el vera la forma de que lo saquen, más vale que digan aquí corrió que aquí murió.

Yibo conversaba con sus amigos en la cafetería de la empresa, para descansar un poco de la friega, que había tenido desde que llegó, pues el trabajo se le había acumulado, justo su amiga había dicho algo de felicitar a su esposo, cuando esté entro escoltado por dos guardias de seguridad, que traían a sus hijos en brazos.

Ese porte, esa altivez, ese rostro de angel y esa cara de suficiencia, que mostraba ante los demás, hacia que su pobre yiboconda, se arrugará más dentro de sus pantalones, aún recuerda la pobrecita como la ordeño, durante toda la maldita noche, ese insaciable coño apretado.

Mil disculpas señor Wang, trajimos a este joven hasta acá, por qué aseveró que es su esposo, que usted lo estaba esperando, se justificaron los pobres hombres, de haber sido obligados a llevar a don mandon, hasta donde su marido estaba, hicieron u...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mil disculpas señor Wang, trajimos a este joven hasta acá, por qué aseveró que es su esposo, que usted lo estaba esperando, se justificaron los pobres hombres, de haber sido obligados a llevar a don mandon, hasta donde su marido estaba, hicieron un gran trabajo, gracias, pueden retirarse, yo me ocupo del resto.

Los hombres entregaron a los niños a su padre, salieron casi corriendo, hasta que el doncel les llamo de nuevo, hey ustedes dos, esperenme en la puerta, que iré de regreso en un momento, llevarán a mis hijos, tuvieron una cita médica agotadora,no pueden caminar, esperaremos madam, con su permiso señor a sus órdenes.

Buenas tardes amado esposo, señora y señor Cao, les ofresco una disculpa por invadir su momento de descanso, pero es prioritario que yo hablé unos segundos con mi esposo, serían ustedes tan amables, de permitirme unos minutos a solas con el, el doncel todo sonrisas y miradas tiernas, hizo que Yuchen felicitara de manera silenciosa a su amigo, dándole unas palmadas en su espalda.

Claro que sí señora Wang, nosotros entendemos, vamos mi amor, dejemos que Yibo atienda sus asuntos familiares, dijo la mujer, tomando a su esposo de la mano, para ir a esconderse en una de las mesas del fondo, queria escuchar lo que el doncel le diría a su jefe.

Dijiste que no vendrías a quitarme el puesto, aquí a mi empresa y mira quien llegó partiendo plaza, dijo en tono burlón el Wang al doncel, que solo lo miraba con bastante insistencia, si lo dije..... lo hubiera cumplido...... de no ser por qué. no me dejaaaasssttteee, ni un puto centavo,  para llevar las compras de mis hijosssidoooooootaaaaa.

Ho por DIOOOS, ese doncel es mi ídolo de ahora en adelante, se mofo Yuchen al ver la cara que puso Yibo, al oír lo que su esposo le dijo, se notaba en su cara que decía; si yo la cagueee, una megaaa cagadaa, de esas que solo se dan una ves en la vida.

Así que lo vio, sacar de su billetera, dos de sus tarjetas de crédito una dorada y otra negra, el doncel tomo las dos, le dió un beso en la mejilla a su esposo, llamo a los guardias estos llegaron a tomar a los niños en brazos nuevamente, así como llego se fue, los amigos regresaron hasta el jefe, que paso ya se calmo la fiera, pregunto el hombre a su amigo, eso creo....... salí con vida eso ya es ganancia.

Esposa de mentira??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora