012

815 118 28
                                    

Yibo está a en la sala de un consultorio médico, su esposa había estado mal últimamente y como buen necio, no quería ir al médico, por qué el estaba en perfectas condiciones de salud, no era un debilucho que se enfermaba por cualquier cambio en el clima, pero la situación era que su marido no pensaba igual.

Por lo tanto esa mañana que estaba despidiendolo en la puerta, para partir a su oficina, lo levanto como un costal de papas, sobre su hombro lo metió al automovil, ahora estaba esperando a que su bello durmiente despertara, que la doctora lo llamara, para darle los resultados de los análisis, que le realizaron al doncel.

Señor Wang que bueno que lo encontré, el abogado Liu Hai Kuan, llegó a norte américa buscando a su nuevo cliente, ya que al morir el antiguo señor Wang, el quedó como administrador de las pertenencias de este en china, así que le urgía que su cliente supiera, de las novedades que había allá en el otro país.

Que es lo que le urge hablar conmigo, que tubo que venir hasta acá para hacerlo, señor abogado, contesto Yibo con un poco de sarcasmo en su voz, pues ahora estaba demaciado estresado, por la salud de ese demonio, manipulador y vengativo, que era su amado esposo, pues que está usted demandado por maltrato a un doncel llamado Xiao Zhan, los padres del chico están pidiendo una indemnización, la entrega de su hijo o cárcel para usted por la mala vida, que está usted dando al doncel.

Cual mala vida le doy a ese mocoso mañoso, es el que me deja muerto todas las noches, algunas veces me acosa en el trabajo, en las reuniones sociales o en algún rincón, donde cree que nadie lo oye, cómo grita como ambulancia descompuesta, cada que me lo cojo como el mandonamente me ordena, soy yo el violado, soy yo el sometido, soy yo el maltratado, mi pobre pene ya no quiere ni hacer pipí, de lo cansado que está de escupir y escupir tanta leche.

Señor Wang, creo que eso son cosas que debe usted guardar para su intimidad, no creo que yo deba saber su exótico placer por el sexo clandestino, con su esposo, solo vine a informarle por qué los padres del joven, piden una fuerte cantidad de dinero para levantar la denuncia, los del gobierno ya se pusieron en contacto conmigo, ya que soy su administrador legal, pero si esto no se resuelve de manera favorable, usted será citado a jucio, su esposo será devuelto a sus padres, si se encuentran pruebas del maltrato, será encarcelado por lo menos cinco años.

Dales el dinero que piden y asunto resuelto, ahora estoy en pleno apojeo de trabajo, mi esposo está enfermo posiblemente, mi hijos está imposibles sin el, dudo que las niñeras y cuidadores, que tienen a su cargo aguanten más tiempo sin el, para apasiguarlos,  darles el dinero, me saldrá más barato que ir hasta allá a solucionar el problema, contesto Yibo al hombre, que se levantó con sus nuevas órdenes, prepararía el efectivo que los Xiao les estaban pidiendo.

No habrá más dinero para ellos, se oyó desde el interior del cuarto donde se encontraba instalado el doncel, este había despertado después de ser picoteado por todas partes, para sacar los análisis, que su maldito macho opresor ordenó, solo para que comprobarán que el no estaba enfermo, se levantó de la cama, se quitó la guía que le pasaba un suero vitaminado para reponer todos los fluidos que perdió.

Ying, no te bajes de la cama por favor, deja que ....diablos por una ves en tu puta vida, hazme caso maldición, grito el hombre al ver que al doncel, le valió sombrilla lo que le dijo, se abajo de la cama con la bata de hospital, donde se le salía todo el enorme tracero.

Nada de dinero para ellos, no tienen nada que reclamarte, su hijo Xiao Zhan se fue ese mismo día, para no volver jamas, ese día que tú regresaste a tu país de origen, el que está casado contigo es el doncel Wei Ying, un huérfano que encontraste en las calles, cuando escapaba de unos depredadores sexuales.

Por qué les darías dinero, por un chico al que no conoces, ni tienes bajo tu poder o me estás engañando coquetoooo, dime, para cortarte a mi presioso Yiyi, ya que eso es lo único bueno que tienes amado esposo, explico el doncel a su marido, este lo abrazo de la cintura, lo acomodo en sus piernas y lo beso apasionadamente.

Por eso cambiaste tu nombre de soltero y el de casado no es cierto, por qué dios me bendijo con un regalo como tú, creo que no merezco tanto de la vida, decía Yibo restregando su yiboconda en las acolchonadas nalgas de su esposo.

Entonces que hago señores Wang, pregunto el abogado, quien solo se aguantaba las ganas de salir corriendo, por la situación tan sexosa, que estaba presenciando, de no ser por qué le urgía solucionar el problema de su país, ya estubiera más que lejos de esos dos conejos calientes.

Esposa de mentira??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora