Había una vez un joven, un chico extrovertido y siempre alegre que se destacaba por su gran sentido del humor y su habilidad para socializar con los demás. Sin embargo, lo que nadie sabía es que este llevaba una máscara que ocultaba su verdadera personalidad.
El había sufrido varios traumas en su infancia provocado por el entorno disfuncional que lo rodeaba, desde padres maltratadores y que le pretaban poca atencion, hasta ser un fenomeno de la burla ante la sociedad solo por ser..... diferente, lo cual provoco el sentirse vulnerable e inseguro. Por ello, había aprendido a ocultar su verdadero yo detrás de una fachada alegre y sin miedos. Pero en ocasiones, sus traumas lo llevaban a tener arranques de ira que él mismo no podía controlar, al punto que podria matar a cualquiera que lo provocaba pero gracias a un medicamento "especial" lo ayudaba a suprimir dicha ira.
A pesar de todo, siempre se esforzaba por portarse bien, ser una mejor version de el para todos, ser buen estudiante, siendo atento y amable con los demás. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, sentía que su vida estaba llena de desilusiones, y que sus buenos actos no eran recompensados.
Solo su psicólogo, el único que conocía su verdadero ser, sabía la verdadera razón detrás de su máscara. Y en las sesiones de terapia, este se abría a su psicólogo y expresaba sus miedos y sus sentimientos más profundos, junto a toda la negatividad que lo rodeaba. Siempre se escubillia para poder ir con el y librarse de su peso en el dia... pero no todo siempre salee bien su institucion llamo un psicolo profesional apra que entrevistara a cada clase, provocando que cuando llegaran a nuestro prota, descubrieran su verdadero ser, no su yo alegre y positivo que aceptaba bromas con una sonrisa, mas bien vieron a una persona descendiendo en la mar del dolor y soledad.
Esto al saberse simplemente el dejo de ir al colegio sin decir ninguna palabra, preocupando a todos, aun asi su vida no cambio mucho hasta que un día, mientras estaba en su sesión de terapia con su psicologo de confianza, sonó una canción que lo conmovió profundamente. Era una canción que hablaba de las dificultades que enfrentamos en la vida, y de la búsqueda de una respuesta para nuestra tristeza.
La letra de la canción hizo que se diera cuenta de que no estaba solo en sus luchas y que era normal sentirse así. Y aunque seguía teniendo dificultades para controlar sus arranques de ira, estaba decidido a seguir trabajando en sí mismo para superar sus traumas.
Al salir de la sesión, se sintió más tranquilo y decidido a seguir adelante. Sabía que su camino no era fácil, pero estaba dispuesto a seguir luchando y a buscar ayuda cuando la necesitara. Y aunque a veces se sentía desechable, sabía que no era así y que tenía mucho que ofrecer al mundo.
