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CHRISTOPHER

Es lunes y si no fuera por mi alarma, la cual sonó por tercera vez, me hubiera quedado dormido hasta el día siguiente. Al apagar mi alarma noté que que eran las siente quince, no tengo idea como me cambié tan rápido teniendo resaca y con dolor de cabeza. Tomé mi mochila y mis llaves lo más rápido que pude para salir corriendo hacia la universidad ya que mi carro no tiene gasolina.

Cuando llegué, choqué con un chico un poco más alto que yo, parece nuevo, tiene su piel clara y su cabello castaño claro y unos ojos color café claro. Noté que se le cayeron sus cosas al piso junto a el. Le pregunté si estaba bien y le ofrecí mi mano en forma de apoyo para que se levantará, el chico es raro, se quedó paralizado cuando levantó su mirada. Su laptop está un poco rota y creo que ya no va a encender.

Ya me estaba llendo cuando el chico me volvió a hablar.

-Disculpa, antes de que te vayas, ¿sabes dónde está artes liberales?

-Ah, ¿Artes liberales? Sí, sí sé, te acompaño.

-Gracias, am... ¿Cómo te llamas?

-Christopher, pero puedes decirme Chris, ¿y tú?

-Seungmin

-Un gusto Seungmin, te debo una compu jajaja. Oye por cierto, eres nuevo, ¿verdad?

-Sí, tú llevas más tiempo aquí supongo.

-En realidad no mucho, me transfirieron de intercambio de Australia.

-¿Eres australiano?, hablas perfecto el coreano. Seungmin estaba sorprendido por mi buen diálogo con el coreano, parecía un cachorro sorprendido.

-Desde niño me enseñaron el idioma porque mi padre es coreano, aunque me habla un poco más en inglés que en coreano.

Me centré en la facciones de Seungmin, era realmente lindo, sus ojos lo hacían ver cómo un tierno cachorro, su cabello se veía tan suave.

Escuché una voz de alguien, gritaba el nombre de Seungmin, pero él parecía tenerle miedo.
-¡Seungmin!
-Mierda, Christopher, ¡escóndeme por favor!-. Estaba confundido pero como vi asustado a Seungmin le hice caso. Se notaba que el chico también se ejercitaba bastante.

-¡Seungmin que bueno que te encontré tengo muchas cosas que contarte! ¿Por qué te fuiste?

-Alejate.

-¿Perdón?

-Que te alejes, lo incómodas, ¿estás sordo?-. Cada palabra que decía ese chico me ponía más molesto, aunque no sabía porqué, me entraba una necesidad de proteger a Seungmin sin importar que apenas lo había conocido. Pensé que ya se iba a ir pero volvió a interrumpir.- ¿Y tú quién eres? Seungmin es mi amigo- tomó a Seungmin del brazo tan fuerte que hizo una mueca de dolor.

-¡Déjalo idiota, lo lastimaste!.- Abracé a Seungmin para no jalarlo de brazo y lo arrebate de él otro para que no se lo llevara el chico, aunque me miró con mucho odio no me importó.

-Okey Seungmin si no quieres venir está bien.

Después de que se fue tomé el brazo de Seungmin para ver si no tenía una herida, ya que mi carrera de medicina me ayudaba a poder notar si tenía alguna fractura o esguince. -¿Estás bien?-. Le pregunté sin dejar de mirar su brazo.

-Ah, sí estoy bien gracias, solo me lastimó un poco el brazo.

- Pero, ¿quién es el?

- Es Changbin, el fue el primero en hablarme el único mes qué estuve en la secundaria, pero mis papás decían que era malo.

- Si lo necesitas yo te puedo cuidar de el.

-Muchas gracias, espera, ¡las clases!

-¡Oh no!

Vaya que Seungmin era un chico hermoso, no podía dejar de pensar en sus bellos ojos, su rostro en general. El ha sido la única persona que raramente me saca de prestar atención en clases, lo único que tenía en mente era su hermosa cara, y me llenaba de confusión ya que nunca había sentido algo así por un hombre. Según yo, no soy gay, pero Seungmin me hacía dudarlo tanto que empecé a dudar de mi sexualidad.

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