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SEUNGMIN

Hoy era el día en dónde cumplía un año de relación con Christopher, estaba realmente felíz y emocionado, no sabía de la sorpresa que me tenía Chris.
Yo le había comprado un Corvette genovation gxe, me platicaba lo mucho que le gustaban los autos deportivos y quería hacerlo felíz con al menos uno.

—¡Chicos, voy a salir, cuiden de Dufy!

—Esta bien Seung, ¡Cuídate!

Salí del departamento y me encontré con Chris en el estacionamiento.

—¿Y ese auto?

—Es tuyo Chris.

—¿Qué?

Saqué las llaves del Corvette y se las entregué a Chris, quien tenía una cara de asombro que me gustaba mucho.

—Feliz aniversario Chris.

Chris me abrazó y me levantó para darme vueltas, se notaba realmente feliz y a mi me encantaba hacerlo feliz.

—Te amo Cachorro, no era necesario, ese auto vale millones.

—Daría esto y más por ti Chris. Ven, vamos a estrenarlo.

Chris subió al auto y yo también en la parte del copiloto, Chris estaba totalmente emocionado por su nuevo auto que le había regalado.
Nos dirigimos a un lugar que claramente reconocía, era en dónde Chris me había pedido ser su novio.

—¿Recuerdas este lugar, Cachorro?

—Como olvidarlo, claro que lo recuerdo.

Chris tomó mis manos y las acarició para luego hablar.

—Te tengo una sorpresa, que no se si te gustará o no, realmente estoy emocionado para dártela y un poco nervioso, pero tienes que esperar.

—Ayy, ya esperé bastante.

—Lo que pasa es que todavía no llega la sorpresa.

Miré confundido a Chris, estaba emocionado por la sorpresa pero Chris esa bastante misterioso con aquella sorpresa que empezaba confundirme.

—En lo que llega, ¿sabias que se tocar la guitarra?

—Mmm, nunca me habías platicado y nunca he visto guitarras en tu depa.

—Pues la se tocar y te hice una canción.

—¿En serio?

Chris asintió y sacó una guitarra para luego empezar con una melodía y comenzó a cantar la canción que me había hecho. Estaba realmente felíz, estaba fascinado con el hombre con el que había iniciado una relación, posiblemente había sido alguien de mal ver anteriormente, pero había notado que eso había cambiado y me encantaba.

Un rato después, ya cuando Chris había terminado de enseñarme la canción que me había hecho y unas otras que el me dedicaba, fuimos por fresas con chocolate y comimos por un buen rato hasta que llegó el momento que chan se levantó y dijo que era hora de la sorpresa que me tenía.

—Cachorro, llegaste a mi vida para cambiarla y cambiarla para bien. Llegaste para quedarte y quedarte para siempre, llegaste a curar mis heridas que tú no habías hecho. Te amo y te amo demasiado, eres demasiado hermoso, me encantan tus ojos, tus labios, tu naríz; tu rostro en general. Amo tu cuerpo, hasta amo tu cabello. Me tienes completamente loco, absolutamente enamorado de tí y tú ser. Te agradezco bastante que hayas aparecido en mi vida, no sabes cuánto agradezco el día que chocamos por accidente, no sabía que por ese choque te volverías la mejor persona de mi vida. Te lo vuelvo a repetir, te amo de infinitas maneras, nunca te sientas insuficiente, sabes que cada que tenga la oportunidad te diré lo grandioso que eres. Tal vez tus padres y los míos no acepten nuestra relación pero, ¿Eso qué importancia tiene? Si tú y yo nos amamos no importará lo que muchos hablen. Perdón si ya hablé mucho pero todo esto se debe a una pregunta que te haré.—Chris se arrodilló mientras yo seguía sin entender nada en absoluto.—Mira atrás, Cachorro.

Me dí la vuelta y miré a Berry, aquella perrita cavalier king, la mascota de Chris, con una cajita en su boca y se dirigió hacia su dueño.

—Gracias Berry.— Chris recibió la cajita que Berry le había dado, mientras yo seguía tan confundido como antes, no entendía lo de Berry ni lo de la cajita hasta que Chris volvió a hablar.

—Seungmin, ¿te casarías conmigo?—. Christopher abrió la cajita en la que dentro había un anillo, afortunadamente ya sabía que era esto y me emocioné bastante.

No podía creerlo, Chris me había pedido matrimonio, estaba realmente emocionado, mi corazón latía y latía, mi estómago revoloteaba cada vez más. Comencé a llorar de la felicidad al ver a Chris arrodillado frente a mi con un anillo en la cajita.

—Claro que me quiero casar contigo Chris, quiero pasar el resto de mis días a tú lado. Te amo.

Chris se levantó y me besó para luego cargarme y darme vueltas. Después me bajó y tomó mi mano para ponerme aquel anillo, bastante lindo por cierto.

—Te amo, te amo tanto Cachorro, gracias por aceptar mi vida en serio, eres lo mejor que me ha pasado.

—Tú también eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida, estás cumpliendo tu promesa de enseñarme a amar y quedarte conmigo aquí, gracias en serio.

—Nunca romperé la promesa, Cachorro.

Pasamos un buen rato en aquel lugar, junto con Berry jugando y divirtiéndonos. Estaba realmente felíz, me sentía absolutamente bien, mis emociones estaban completamente mezcladas, la felicidad, la emoción, estaba sintiendo de todo en ese momento.

Un rato después, nos dirigimos al departamento de Chris ya que me había preparado una cena.

—Pensé que Berry se había quedado con tus padres.

—Sí, pero fui a traerla aprovechando que ellos habían salido, obviamente les dejé una nota donde decía que me la había llevado.

Me quedé mirando a Chris y me di cuenta del maravilloso hombre que tenía a mi lado, era cariñoso, atento, era la persona que me hizo falta durante tantos años.

—¿Qué pasa, Cachorro? ¿Tengo algo en mi rostro?

—Tienes algo en tus labios cariño, te lo quitaré.

Me levanté de mi silla y me acerqué a Chris para besarlo, después él se levantó y sin parar el beso me llevó hacía su habitación.

—¿Puedo, Cachorro?

—Claro que puedes, demuéstrame que soy solo tuyo.

Chris comenzó a quitar mi playera para luego quitar la de él y empezar un secreto que solo estaría entre Chris y yo.

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