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Ya era de día, todos nos reunimos para ver que íbamos a hacer.

-Quizás las provisiones están intactas. -Dijo Rick. -Seguro que tienen una enfermería y una cafetería, esto podría ser una mina de oro.

-Hagámoslo. -Le dije.

Rick abrió la valla, y Daryl, Glenn, Maggie, T-Dog y yo entramos en fila con un cuchillo en la mano, Herschel cerró la valla desde fuera, todos formamos un círculo y fuimos avanzando matando a los caminantes que se interponían en nuestro destino.

-No rompáis el círculo. -Gritó Rick al ver que T-Dog se movía.

Rick abrió una puerta dejando ver a muchos caminantes que estaban aglomerados en una valla, se nos acercaban caminantes con ropa de guardia.

-Vaya, parece que hemos llegado al nivel cinco. -Dije yo haciendo referencia a los videojuegos.

Daryl disparó una de sus flechas pero fue inútil.

Cogí a un caminante y Maggie le clavó el cuchillo en el cráneo, todos comenzaron a imitar nuestra acción, después continuamos adentrándonos en el edificio para seguir matando caminantes, hasta llegar a una puerta cerrada.

-No abre. -Dije yo.

Rick subió a la torre de vigilancia y consiguió las llaves, me las lanzó desde arriba, tuve que retroceder para poder atraparlas, pero choqué contra un torso, Daryl, quién consiguió atrapar las llaves para después dirigirse a la puerta y abrirlas.

Al fondo había unas escaleras, me asomaba a las celdas y tan sólo habían los cuerpos de los presos muertos.

-Hay que limpiar este lugar para poder instalarnos aquí. -Dijo Rick.

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Después de limpiar el bloque y cerciorarnos de que no había ningún otro peligro dentro, todos nos instalamos en las diferentes celdas.

-Me pido la celda de arriba. -Dije yo, subí corriendo para poder instalarme en la celda del fondo, dónde dejé mi mochila para después salir.

-No dormiré en una celda. -Dijo Daryl.

Me apoyé en mi barandilla y miré hacía abajo, pude ver algo de felicidad en los rostros del grupo, todos nos metieron en nuestras celdas para descansar, hubo un gran silencio.

Un rato después, nos preparamos para explorar la cárcel, Daryl cogió un chaleco anti-balas y se lo puso para después intentar ayudarme con el mío.

-Sé ponerme un chaleco, no necesito tu ayuda, gracias. -Dije, una vez puesto dentro del chaleco guardé mis dos armas, más mi cuchillo y colgada a la espalda llevaba mi katana.

Dejé a Loki con Carl quién vigilaba nuestra nueva estancia.

Rick iba en cabeza seguido por Glenn y Maggie, después T-Dog, después yo y por último Daryl.

Al doblar la esquina por un pasillo nos topamos con muchos caminantes, todos comenzamos a correr.

-¿Dónde están Glenn y Maggie? -Pregunté.

-Tenemos que volver.

Continuamos avanzando para ver si encontrábamos a Glenn y a Maggie.

-Herschel, no tenemos que separarnos. -Le dije para ir detrás de él.

Herschel caminó cerca de un caminante, corriendo maté al caminante con mi katana.

-¿Te ha mordido?

-No. -Respondió él.

Rick, T-Dog y Daryl aparecieron.

-No os separéis, vamos.

Todos corrimos de nuevo, poco a poco aparecian más caminantes, encontramos a Glenn y Maggie escondidos en una habitación.

Daryl, T-Dog y yo hicimos peso contra la puerta para evitar que los caminantes entrarán, pusimos algunos muebles apilados y conseguimos cerrar la puerta.

-¿Quiénes sois? -Dijo una voz que no parecía ser de los nuestros.

-No parecéis un equipo de rescate. -Dijo otro hombre.

-Eso es porque no lo somos. -Les contesté.

-Hoy es vuestro día de suerte, el Estado de Georgia os absuelve de vuestros crímenes, podéis marcharos. -Dijo Daryl.

-¿Qué hacéis aquí dentro? La gente quiere salir de la cárcel, no entrar en ella.

-¿Hace cuánto tiempo que estáis encerrados en la cafetería? -Preguntó Rick.

-Hace diez meses.

-Doscientos noventa y siete días para ser exactos. -Dijo un hombre grande y negro.

-Hubo un motín. -Explicó un hombre alto y robusto.

-Luego supimos de la existencia de gente que se volvía caníbal, que moría y revivía. Un guardia nos protegió y nos encerró en la cafetería, dijo que volvería a por nosotros.

-Ya no existe el gobierno, ni los hospitales, ni los policías. -Dijo Rick.

-No os creo.

-Pues sal fuera y compruébalo por ti mismo. -Le contestó Daryl.

T-Dog quitó los muebles que impedían la salida de la cafetería, y un caminante vestido de guardia entró, se deshizo de él y el grupo salió. Pasamos por dónde estaba el resto de nuestro grupo y Herschel y Maggie se quedaron para explicar lo que estaba ocurriendo, el resto seguimos hasta llegar afuera, los presos nos continuaban haciendo preguntas y Rick las contestaba.

-Podéis quedaros en esa zona de allí, estaréis cómodos. -Dijo el preso de cabello moreno y largo.

-Nosotros nos hemos cargado a todos estos caminantes, la prisión es nuestra. -Dijo Rick.

Ambos comenzaron a discutir.

-¿Cuánta comida os queda en la cafetería? -Preguntó Rick.

-Poca. -Respondió el preso.

-Cogeremos la mitad de lo que quedé, y a cambio os ayudaremos a despejar otro pabellón.

-Muy bien.

-Y que quede clara una cosa, no os acerquéis a nosotros.

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Daryl, T-Dog, Glenn, Rick y yo junto a los presos regresamos a la cafetería, allí descubrimos un montón de comida.

El hombre de cabello largo me miraba con curiosidad.

-Quiero preguntaros algo, ¿esta pequeña os ha ayudado a matar a todos esos caminantes?

-Sí, ¿tienes algún problema? -Dijo Daryl.

-Sólo preguntaba.

-Espero que no seas de masculinidad frágil, de esos que no soportan que una mujer te salve el culo.

Los presos dividieron la comida, y todos ellos cargaron con las cosas más pesadas para dejarme a mí las cosas más livianas, tenía que llevas dos cajas y apenas podía ver nada, Carl nos abrió la puerta y entramos con la comida para guardarla en una celda.

THE WALKING DEADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora