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-Antes de llegar a nuestro refugio. -Comenzó a hablar Maggie. -Dame tu mochila y tus armas.

Aaron le entregó a Maggie todo lo que llevaba encima.

-¿Está sólo?

-Sólo con un amigo, pero él no viene conmigo.

-Cuando te has presentado has dicho que eres un amigo, ¿fuiste tú quién nos dejó las botellas de agua? -Le pregunté.

-Así es.

Durante el camino, Maggie y yo hablamos con él, intentando sonsacar información.

Al llegar abrí la puerta del granero dejándome ver sólo a mí.

-Escuchad todos, hemos encontrado al que se hace llamar nuestro amigo. -Dije para después abrir las puertas del todo.

Aaron se presentó y nos habló de su comunidad, le entregué la mochila a Rick mientras Aaron continuaba hablando, Rick se puso tan nervioso que le pego un puñetazo en la cara. 

-¡Rick! -Dije regañándolo. -Por el amor de dios, ¿a ti qué te pasa?

-Por fin ha cerrado el pico. -Dijo Daryl.

Cogieron a Aaron y le ataron.

-No tenías porque pegarle. -Volví a regañar a Rick molesta. -Si nos hubieran querido matar ya nos hubieran atacado.

-A mí me ha parecido que era sincero. -Comentó Michonne.

Carl me trajo a Judith la cuál ya había comido pero no dejaba de llorar.

-Toma mamá. -Me quedé sin palabras al oír hablar a Carl, el resto del grupo también estaba atónito. 

-Gracias cariño. -Le dije dándole un beso en la mejilla.

Por alguna razón pensar en que para Carl soy su familia me hacía sentir alegría, al menos ya tenía un hombre que me quería, aunque el motivo sea que me ve como su mamá.

Rick nos miró y le habló a Carl. 

-Carl, vacía la mochila a ver quién es realmente. -Los demás vigilad, pronto vendrán por nosotros.

Aaron recobró la consciencia y Rick lo interrogaba, pero no creía las respuestas de Aaron, en su mochila había muchas cosas de comida, bebida, medicamentos, estaba a punto de marcharme en lo que Rick finalizaba el interrogatorio.

-Liv, deberías quedarte. 

-Rick, no soy una niña, soy madre de dos hijos y otro viene en camino. 

Rick se sorprendió ante mi respuesta.

-Bueno, ya... ya me entiendes. 

Salí del granero pero fue sólo avanzar unos metros que Judith comenzó a llorar, el instinto maternal se apoderó de mí.

-¿Todo bien?

-Me vendría bien tu ayuda. -Dijo Rick mientras me daba a Judith.

Intentaba tranquilizar a la pequeña mientras Rick molía unas nueces, era imposible calmarla, seguramente tenía tanta hambre que estaba desesperada.

-¿Has visto el bote de puré de manzana en mi mochila, no? -Me preguntó Aaron.

Rick se acercó al frasco y llenó una cucharada para después ir hacía Aaron.

-¿Es que piensas qué intento envenenar a tú bebé? Estoy atado de pies y manos y prometiste clavarme un puñal.

-Quizás no la mates pero si la hagas enfermar.

-Odio el puré de manzana, mi madre siempre me obligaba a comérmelo para hacerme más masculino.

Aaron no dejaba de hablar y el llanto de Judith no cesaba, así que comencé a desesperarme, le quité a Rick la cuchara y me comí el puré. 

-Ves no pasa nada, es sólo puré. 

-No deberías habértelo comido, ¿y si te llega a pasar algo a ti o al bebé? -Me preguntó Rick molesto para después coger a Judith y darle el potito de manzana.

-¿Cuánto tiempo tienes de embarazo?

 Me tensé ante la pregunta de Aaron, si él llevaba tiempo siguiéndonos entonces había visto mis peleas con Daryl.

-No lo sé. -Dije. -Tal vez dos meses.

-En nuestra comunidad todos podéis tener una casa en la que vivir, un lugar dónde tú bebé pueda crecer. -Miró a Rick. -Un lugar dónde Judith pueda llorar sin el temor de que los caminantes os ataquen.

Aaron me miró.

-Hemos pasado por muchas cosas. -Expliqué. -Es por eso que somos así, pero tranquilo, me quedaré para evitar que te clave el puñal. 


THE WALKING DEADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora