THE WALKING DEAD

52

Con lágrimas en los ojos y con mucho dolor, salí de mi escondite dejando a Merle atrás.

Comencé a disparar abriéndome paso hacía la prisión, vi como atravesaban la valla con el tanque, aunque el Gobernador esté muerto su gente sigue con el plan.

Me detuve y busqué un lugar en el que esconderme para poder disparar, era yo contra un tanque militar y cinco personas, busqué la manera de escapar y logré escabullirme dentro del patio dónde están los pabellones, buscaba a Daryl con la mirada, vi a Maggie salir con Glenn y corrí hacía ellos disparando y protegiéndolos.

-Hay que llevar a Glenn al autobús. -Me gritó Maggie.'

Yo asentí y continué disparando, veía cómo los cuerpos caían al recibir el impacto de las balas, y recordé la frase de Rick: "Cuando hay que proteger a los que amamos no hay que dudar al apretar el gatillo".

Maggie y yo llegamos con Glenn al autobús, yo subí y desde adentro ayudé a Glenn y a Maggie a subir.

-¿Ves a Beth? -Me preguntó Maggie.

-Aquí no está.

-Fue a por Judith. -Dijo Jeanette. 

-Voy contigo a buscarla. 

-No, necesito que te quedes con Glenn. -Me pidió Maggie.

Maggie se fue corriendo a buscar a su hermana.

-Maggie. -Dijo Glenn algo débil intentado ir tras ella.

-No, Glenn quédate conmigo, estás muy débil, Maggie volverá.

Vi como Chris me llamaba desde el fondo del autobús, al acercarme escuché mucha tos.

-Es Lisa, está muy mal.

Lisa comenzó a toser sangre.

-Haré lo que pueda, no soy médico Chris, pero ayúdame a ponerla de lado para que no se ahogue con su propia sangre.

Mientras ayudaba  a Lisa sentí cómo el autobús arrancó, miré para ver si Glenn seguía aquí, pero no le vi.

-¿Dónde está Glenn?

-Él se ha bajado.

-¿Y por qué no me has avisado? -Pregunté enfadada. -Detén el autobús. 

-No.

-He dicho que pares el maldito autobús. 

-No. -Me gritó. -No vamos a arriesgar nuestras vidas por él.

-Abre la puerta yo me bajo.

-Tampoco voy a dejarte ir, eres la única que tiene armas.

Miré hacía el techo del autobús, estaba estresada, escuché unos gritos, Lisa se había convertido en caminante, sin pensarlo dos veces con la katana le atrevesé el cráneo, el caminante ya estaba muerto pero había mordido a Chris.

-Mátame. -Me dijo Chris.

-No puedo.

Tomás me puso una mano en mi hombro para después quitarme el cuchillo y matar a Chris, yo giré mi rostro para no mirar.

-Jeanett para el autobús. -Grité.

Una vez que al autobús estuvo parado se abrieron las puertas traseras y con ayuda de Tomás y otro chico bajamos los cuerpos.

Habían más caminantes, yo decidí no ir con ellos, me quitaron todas mis armas a excepción de una pequeña navaja, la misma que seguía teniendo guardada en mi calcetín, me sacaron del autobús y se alejaron dejándome allí sola con los cuerpos.