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Los tres salimos para continuar explorando, mientras caminábamos visualicé un arbusto con tomates.

-Esperad. 

Me agaché para comenzar a cosechar los tomates, Rick y Carol imitaron mi acción.

-A parte de los rojos coged los que también estén algo verdes para acabar de madurar en casa. -Expliqué. -Tal vez podamos hacer una buena salsa con esto. 

Después de haber cortado los tomates continuamos nuestro camino, algo más adelante vimos la cesta con la fruta tirada por el suelo, seguimos el rastro hasta llegar a la puerta de una casa para ver el zapato de la chica, saqué mi katana, Rick abrió la puerta y me sorprendí ver solo la pierna, se me revolvió el estómago, a lo lejos vimos a dos caminantes comerse el resto del cuerpo.

-Deberíamos volver. -Dije yo.

Caminamos hasta la casa que habíamos saqueado al principio para ver si el compañero de la chica, Sam, seguía vivo. Entramos y llamamos a la puerta, al no haber respuesta, esperamos.

Carol y yo nos sentamos en una mesa.

-¿Cuánto tiempo tienes de embarazo? -Me preguntó Carol.

-No lo sé, creo que un mes o tal vez un poco más. 

Ella sonrió levemente.

-Daryl y tú sois muy valientes al querer tener al bebé en medio de todo este caos.

-Bueno no sé si es valentía o estupidez. -Dije yo. -Pero la verdad es que Daryl está encantado con la idea de ser padre, y yo siempre he querido ser madre. 

-Y serás una gran mamá. -Me dijo Rick.

Los tres volvimos a quedarnos en silencio, yo quería regresar ya a la prisión para ver si Daryl ya había regresado.

-Ya ha pasado mucho tiempo. -Dijo Carol. -Deberíamos irnos.

-¿Y si le damos unos minutos más? -Pregunté.

-Quizás él esté bien. -Dijo Carol levantándose. -Pero no importa porque no está aquí y debemos irnos.

Carol cogió su mochila y salió, yo me puse de pie e iba a coger una caja, pero Rick me la quitó.

-Deberíamos subir las cosas en el coche en lo que él llega. 

Rick asintió y me quitó la caja de las manos, yo cogí otra menos pesada y salimos de la casa, Carol ya había abierto el maletero, le dio las llaves a Rick y entre los tres cargamos el coche, Rick se guardó las llaves en el bolsillo de su pantalón, cuando todo estuvo descargado en el coche, Carol quiso abrir la puerta del coche pero no tenía las llaves pues se las había dado a Rick.

-Karen y David podrían haber sobrevivido, y ahora están muertos. -Le reprochó Rick. -No te correspondía a ti tomar esa decisión.

Yo fruncí el ceño al escuchar a Rick, pensé que el asunto estaba zanjado, se me hizo extraño que volviera a sacar el tema.

-Cuando Tyreese se entere te matara, a mi casi me mata por nada. -Le dijo Rick.

-Puedo manejar a Tyreese. -Le contestó Carol.

-Carol. -Dije metiéndome en medio. -Tu viste lo agresivo que se puso conmigo, no creo que el hecho de que seas mujer le impida hacerte daño. 

-No sería el primer hombre que me pega. -Me contestó Carol.

-Cuando los demás se enteren no te querrán allí, y si no logran volver, si todos mueren de gripe y quedamos nosotros tres con Carl, Judith y el bebé. -Señaló Rick mi estómago. -No te querré allí.

-Rick soy yo. -Dijo Carol incrédula.

-Rick, tal vez haya otra manera de hacer esto, podemos ponerle un castigo a Carol, uno que todos acepten, que sepan que si hacemos algo malo será castigado. No sé tal vez encerrarla en una celda por unos días. -Intenté convencerle.

El rostro de Rick se había vuelto sombrío y algo enfurecido.

-Tenía que hacer algo. -Dijo Carol.

-No, no tenías que hacer nada. 

Carol comenzó a limpiarse las lágrimas de los ojos.

-No me iré sin Lizzie y Mica.

-¿Quieres llevarte a dos niños por ahí contigo? -Preguntó Rick incrédulo. -Lizzie está enferma, Mica tiene diez años, nosotros cuidaremos las cuidaremos, no eres la muer que tenía miedo de estar sola, ahora puedes empezar de nuevo y sobrevivir aquí sola.

Rick abrió el maletero para sacar una mochila y meter algunos víveres dentro.

-Rick, tiene que haber alguna solución, algún otro modo de arreglar esto. -Dije yo susurrando.

-Ya lo estoy solucionando, así ya no te molestará verla tan cerca de Daryl.

Le miré incrédula. 

-Acepto que eso me molestará, pero,  ¿acaso tu no estabas molesto con Shane y Lori? Y aún así con Shane eráis amigos.

-Eso era diferente, a Shane le conocía de toda la vida. -Dijo él molesto.

-Rick, ten algo de piedad.

-¿Piedad? Ella mató a dos personas que tenían gripe, que podían haberse salvado. 

Miré a Carol triste.

-Lo he intentado.

Ella me sonrió.

-No te preocupes.

Abrí la puerta de copiloto y me senté, vi como Rick ayudaba a cargar uno de los coches para Carol, antes de subirse Carol se despidió de mi con la mano.

Rick subió al coche y arrancó. El camino era largo y silencioso.

-Perdón por lo que te dije antes. -Le dije.

-No pasa nada. -Me dijo aún serio.

Miré por la ventana, veía los árboles pasar rápidamente causando que me mareara, baje un poco la ventanilla, el viento no me calmaba, y las arcadas se hicieron presentes.

-Para el coche, tengo que vomitar.

Rick frenó el coche y yo bajé rápidamente, fui hasta la orilla de la carretera y me incliné para vomitar, Rick me sostuvo el cabello.

Vomité varias veces hasta que comencé a sentir ardor en la garganta, Rick frotaba mi espalda y me dio un pañuelo.

-Gracias, lo lavaré para poder devolvértelo. 

Me limpio la boca para volver a subir al coche y continuar nuestro camino.

-¿Sigues preocupada por Daryl?

-La verdad es que sí, desde que me enteré que estaba embarazada siempre que él se marcha estoy nerviosa por si no regresa, sé que el mundo en el que vivimos es un caos, y puede que parezca una tontería, pero no quiero que mi bebé crezca sin un padre, aunque hay algo que me tranquiliza.

-¿Y qué es?

-Saber que si algún día él muere, puedo contar contigo y tu familia para ayudarme con mi bebé.

-Tú eres mi familia también, Carl te adora y estoy seguro de que Judith también.

-Pero... ¿Cómo sabes que el destino de Daryl no es morir en esta misión?

-Rick, no le eches sal a la herida, ten fe, hablamos de Daryl.

Rick rió.

-Tienes razón, yo solo espero que lleguemos antes que él, porque si no el que se va a morir seré yo si se entera de que has venido conmigo. 

Ambos comenzamos a reír. 

THE WALKING DEADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora