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Estaba en la casa que nos había dado Deanna, Rick nos dejó a todos regresar a nuestras casas, como Judith lloraba y Carl me echaba de menos le propuse a Rick ir turnándonos a los niños, pero que para dormir Carl y su hija durmieran con él en su casa. 

Estaba oscureciendo y Daryl aún no había vuelto de cazar, Carl estaba en una de las habitaciones de arriba leyendo un libro y yo jugando con Judith.

-¡Mamá! He encontrado un cómic. -Dijo Carl corriendo bajando las escaleras.

-Enséñamelo. -Dije feliz. 

No me di cuenta de que Rick, Carol y Michonne nos observaban.

-Mira que chulo esté superhéroe. -Me mostró el dibujo. 

-¿Sabes a quién me recuerda?

-¿A Daryl?

-No, Daryl es más bien este personaje con las flechas, el superhéroe me recuerda a tu padre. -Solté una risita. 

-Pero esté es más musculoso. 

Los dos comenzamos a reír, hasta que escuchamos el sonido de una garganta, al girarnos vimos a Rick, Michonne y Carol, Carl y yo no pudimos evitar soltar una carcajada.

-Muy gracioso, vengo a buscar a Carl y Judith para la fiesta. ¿Vienes con nosotros?

-Estoy esperando a Daryl,  aún no ha vuelto.

Él asintió, Carl fue con él y Carol cogió a Judith, la bebé se puso a llorar y Carol intentaba calmarla pero no lo lograba.

-Será mejor que dejes a mi hermana con mi madre. -Le dijo Carl a Carol.

-Carl, Liv no es vuestra madre. -Dijo Carol.

-Ella lo es. ¿A qué sí? -Dijo Carl mirándome.

Yo me levanté y le abracé.

-Yo seré lo que tú quieras que sea pequeño.

Carl intentó coger a Judith pero Carol no la dejaba, Miconne salió para esperarles fuera y Rick miraba a Carol de mala gana.

-Dame a mi niña. -Le dije para después cogerla yo en brazos haciendo que dejará de llorar de golpe. 

-No quiero ir. -Dijo Carl. -Quiero quedarme aquí. 

-Carol, ¿Nos dejas hablar a solas? -Pidió Rick.

Carol se marchó molesta.

-Oye Liv, se qué estás casada con Daryl y tendréis un hijo pero, si Carl te molesta con lo de que eres su madre... 

Interrimpí a Rick para abrazar al pequeño Carl de quince años. 

-Carl cielo, puedes dejar a Judith en la cuna, he de hablar con tu padre.

-Vale. -Cogió a Judith para dejarla arriba.

-Rick, tengo veintiséis años, Carl tiene quince, para ser un adolescente es muy maduro para su edad, él sabe de sobras que no soy su madre, sabe que estoy casada y sabe que tendré un hijo. -Respiré un poco. -Pero tú Rick sabes mejor que nadie cuánto quiero a tu hijo, desde que le conocí he estado con él, le he protegido, cuidado y ayudado, necesita una figura maternal, y me alegra que soy yo a quién a escogido para verme así, tal vez sea porque no nos llevamos muchos años, o porque vaya a ser mamá dentro de unos meses, no sé el motivo pero jamás vuelvas a dudar de que me molesta el hecho de que Carl me llamé mamá, o quiera cosas de madre e hijo conmigo, porque le cuidaré hasta el día en que me muera. 

Rick se quedó sin palabras, podía ver la emoción en sus ojos al escuchar mi pequeño discurso.

-Sé que le quieres.

THE WALKING DEADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora