Capítulo 10

356 41 2
                                    

Taeyong amaba despertar siendo cubierto por la calidez de su cama. De sus sábanas. Adoraba despertar cada día y observar su habitación.

Y es que llevaba toda su vida viviendo allí, así que estaba tan acostumbrado a ello que se sintió demasiado extraño cuando, lo primero que vio al abrir sus ojos fue una habitación que definitivamente, no era suya.

Paredes color beige lo recibieron cuando abrió los ojos. ¿Dónde demonios estaba?.

Se incorporó en la cama en un segundo. Mirando a los lados y dejando el sueño en el olvido.

Su espalda lo distrajo. Sintió un tirón cuando se despertó desde su interior y emitió un leve quejido. Sentía su cuerpo cansado. Como si estuviese drogado.

Acarició la sábana que lo cubría, antes de destaparse. Tal vez no debió hacerlo.

Estaba totalmente desnudo cuando lo hizo.

Sus mejillas se pusieron como tomates al verse. Qué demonios había pasado la noche anterior. Acaso se había ido a casa de algún chico y... ¡Oh Dios!.

Tal vez mantener ese pensamiento hubiese sido la mejor opción. Pero Taeyong se arrepintió cuando las verdaderas acciones de la noche anterior se reprodujeron en su cabeza como una película.

Él, con Nakamoto Yuta, en la cama. Ellos habían follado.

Sí, esa era la palabra correcta para lo que habían hecho la noche anterior. La vergüenza de que prácticamente se había comportado como un puto hizo que quisiera desparecer en ese instante.

Porque el chico no lo había obligado, él lo había buscado y él solito se metió en la boca del lobo. O mejor dicho, en esa habitación junto a él.

Y luego... Lo mejor era no volver a pensar en lo que habían hecho después. Pero él se había quedado dormido y recordaba sentir sus brazos alrededor de su cuerpo antes de quedar inconsciente por el sueño.

¿Entonces, ahora estaba en su casa?.

No necesitó una respuesta a ello. Una puerta se abrió a su costado y Nakamoto Yuta salió de ella.

Llevaba una toalla envuelta en su cintura. Su cabello mojado y las gotas cayendo por todo su cuerpo. Taeyong se tragó la imagen como si estuviera comiendo un helado. Al parecer estaba bañándose.

Era jodidamente caliente, y guapo.

El chico llevó sus ojos a su pequeña figura en la cama y Taeyong quiso meterse bajo las sábanas. Pero eso lo haría parecer idiota. Así que sólo intentó mantener la cordura mientras devoraba la imagen de su cuerpo de infarto.

—Despertaste bonito. —Dijo él calmadamente mientras se acercaba a la cama y se sentaba a su lado. Taeyong se echó un poco hacia atrás.

Sus labios se curvaron en una sonrisa.

—¿Dormiste bien?. —Preguntó, pero Taeyong no le respondió. No recordaba ni como se hablaba.

¿Cómo se supone que hables con una persona a la que no conoces de nada, pero con la cual has tenido sexo dos veces?.

Parecía una ilusión que el chico que estaba frente a él fuese la misma persona de aquel día. Sin embargo, no era igual.

Sus ojos no eran iguales.

Y Taeyong se preguntaba si aquello solo había sido su imaginación a causa del miedo. Tal vez porque estaba cansado o por el golpe en la cabeza.

Pero lo más extraño de todo, es que, no había recordado absolutamente nada de aquello hasta el día anterior cuando habían estado solos en esa habitación.

Dark Place. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora