Capítulo 3

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Le pesaban los párpados mientras caminaba. Prácticamente arrastrando sus pies para llegar al lugar que había divisado antes de rodar por la colina y golpearse la cabeza.

Taeyong se apoyó en un árbol descansando su cuerpo. Inhaló y exhaló fuertemente mientras pasaba una de sus manos por su rostro, arrastrando los dedos por el golpe en su cabeza y cerrando los ojos por unos segundos.

—Las cosas que me pasan a mí.

Llevaba más de media hora desde que recuperó el conocimiento y se levantó del duro suelo. Tenía un leve contusión en la cabeza que le sangraba, pero no era algo grave. O eso quería creer.

Sin embargo, no encontraba la pequeña cabaña que había visto antes. Estaba demasiado oscuro para divisar algo y lo poco que alumbraba su teléfono no servía de nada.

Empezando a caminar sin sentido de nuevo, Taeyong maldijo en voz alta cuando tropezó con una piedra y casi cae, otra vez.

—¡En serio!.

El sonido de su voz resonó por todo el bosque. A lo lejos varias aves volaron. Taeyong las observó.

Y caminó hasta el lugar donde las había visto.

Sus ojos se abrieron cuando divisó la pequeña casucha que antes había visto. Era... horrible, tal pareciera que tuviera más de mil años allí, porque prácticamente se estaba cayendo a pedazos.

Pero era mejor eso a quedarse en la intemperie en medio de la noche.

Caminó hasta quedar al frente de la misma. Se dio cuenta de qué, sólo en esa parte del bosque el resplandor de la luna esclarecía todo.

Un poco de luz en medio de todo ese lugar oscuro.

Taeyong se sujetó de uno de los exagerados troncos de madera que mantenían la casa en pie. Suspirando dio un paso.

La madera crujió bajo sus pies. Taeyong se asustó. Qué tal si se rompían las tablas bajo él y se caía por un agujero y se mataba o...

—Creo que el golpe en la cabeza me afectó de más. —Susurró. Su voz apenas audible. Tenía tanta sed. Su garganta le exigía agua, pero no tenía manera de encontrar en ese lugar.

La puerta de la casa se movió.

Cada bello de su cuerpo se crispó.

¿Acaso vivía alguien en ese horrible lugar?

Un pequeño ratoncito salió por la esquina de la puerta que se caía a pedazos.

Taeyong se rió. Una risa histérica. Que puto miedo tenía. Hasta el pequeño animal le había dado un susto de muerte. Estaba siendo paranoico. Allí no había nadie.

Una pequeña brisa acarició su piel. Taeyong envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo. Debería entrar.

Pero... porque le daba tanto miedo hacerlo.

Llevaba quince minutos de pie frente a la vieja cabaña. Y aún no había dado un paso dentro. Había algo de ese lugar que causaba un enorme pavor.

Pero no había razón alguna para temer.

El rubio grabó ese pensamiento en su cabeza, y lo repitió como un mantra una y otra vez.

"No hay nadie aquí". "No hay nadie... aquí"

Abrió la puerta. Sus pasos sonaron y la madera siguió crujiendo bajo él. Taeyong se mordió los labios, si por fuera el lugar era horrible. Por dentro era, espeluznante.

Taeyong ni siquiera pudo abrir la boca. En otro momento su barbilla hubiera caído al suelo.

Las telarañas eran la decoración del lugar, estaban por todos lados, como adornos en una casa. Inclusive las arañas descansaban sobre ellas.

Dark Place. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora