Capítulo 5

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El chico de cabellos rubios se estiró en la cama como un gatito perezoso. Se sentía adolorido, pero satisfactoriamente complacido de alguna manera.

Se removió de un lado a otro. Agarró una de sus almohadas y la abrazó como si fuese un peluche. Su cama se sentía tan suave, justo como la recordaba. 

Espera... su cama.

Taeyong abrió los ojos de golpe, mirando a todos lados. Paredes color amarillo claro lo recibieron. Un almanaque de Neji Hyuga al lado de la puerta del baño, su laptop encima de su mesita de noche y trabajos de la universidad encima de ella.

Él se frotó los ojos. Todo parecía estar normal. Pero... por eso mismo, parecía que algo no encajaba. Se sentía irreal.

¿Pero por qué?.

Una ráfaga de frío viento entró por la ventana de su habitación.

¿Qué hacía abierta?.

Aunque, Taeyong no recordaba siquiera haberla cerrado.

Sonaron unos toques en su puerta.

—Pase. —Su garganta se sentía seca, como si hubiese pasado mucho tiempo sin beber agua.

Su padre ingresó con una bandeja de desayuno en las manos.

Su padre.

Taeyong dejó de pensar y lo abrazó con fuerza. Su padre ¿Qué demonios estaba pasando?. Se sentía como si lo extrañara, como si no se hubiesen visto en mucho tiempo.

El hombre le devolvió el abrazo de la misma forma. —¿Cómo te encuentras pequeño?.

—Papá, deja de decirme así. —Su padre sonrió dejando ver las pequeñas arrugas en su rostro.

—Ya, ya, olvidaba que eras todo un hombre. Pero dime, ¿qué tal tu cabeza?

—¿Qué tiene mi cabeza?. —Confundido, Taeyong llevó la mano palpando, soltó un quejido cuando tocó algo que parecía ser un golpe. —¿Qué me pasó?.

Su padre lo miró algo más que preocupado por un momento, luego cambió su expresión a una más calmada. Como si nada hubiese sucedido.

—Te caíste por las escaleras, ¿recuerdas?.

—Me caí por las escaleras. ¿Qué? ¿Cuando?. No recuerdo nada de eso. No recuerdo mucho realmente.

ByungHun parpadeó lentamente. Taeyong no recordaba nada. Pero eso era mejor aún. Si él no lo recordaba era porque nada malo había sucedido. 

El día anterior ellos habían salido en busca de su hijo. Pasaron más de diez horas en el bosque hasta que finalmente lo encontraron. Al parecer Taeyong había caído por una pequeña colina y se había golpeado la cabeza con una roca.

Tal vez por eso no recordaba nada.

Era un alivio saber que nada malo había ocurrido. Que no se había encontrado con él.

Al menos, eso esperaba.

—Te golpeaste muy fuerte. Tal vez por eso no recuerdas. —Respondió finalmente.

El rubio enarcó una ceja sin creérselo del todo. Había algo que no estaba bien.

—Te parece si comes algo, debes tener hambre.

Taeyong asintió. —Tengo mucha sed.

—Bien, te preparé tu jugo de piña. —El hombre mayor levantó sus manos y le ofreció la tasa con la bebida. Taeyong sonrió y la tomó.

—Gracias papá.

Él acarició sus cabellos y se dirigió a la salida de la habitación. Antes de irse, se giró a ver a su hijo.

Dark Place. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora