Capítulo 16

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Taeyong se había quedado dormido.

ByungHun sonrió mirando a su hijo en el sofá de la sala. Luego de haberlo convencido de que se sentara a ver uno de esos animes que él veía. Resulta que quien se había rendido antes era él.

Negó riendo y se acercó a él. Lo tomó en sus brazos y caminó hasta la habitación.

Depositó su cuerpo encima de la cama y lo cubrió con las sábanas. Suspiró acariciando sus hermosos cabellos rubios. Como los de su madre.

Taeyong era la viva imagen de ella. Tan hermoso como ella y tan puro.

O al menos lo sería si ese maldito no se hubiese aparecido en sus vidas. ByungHun aún no comprendía cómo había sucedido eso. Ni de qué manera ese, ser, se había acercado a su hijo.

Pero maldita sea si no lo alejaría de él. No importa la manera en que fuera. Siempre que no le hiciera daño a Taeyong.

Era lo único que le quedaba en su vida. Si perdía a su pequeño, no sabía cómo podría vivir. Taeyong era su todo.

Cerró la puerta con cuidado de no despertarlo y se adentró en su habitación. Apagó las luces antes de acostarse.

Se aseguró de que el arma estuviera allí. Siempre guardaba una bajo su almohada, nunca sabes quiénes son tus enemigos.

Incluso las personas que más quieres o las más cercanas a tí pueden traicionarte. O ser todo lo contrario a lo que aparentan.

Suspiró a la vez que cerraba los ojos y se disponía a dormir. Debía visitar a su hermano el día siguiente y contarle lo que estaba sucediendo. Tenía tanto miedo de dejar a su hijo solo que no había podido contarle aún.

El sueño lo reclamó en tan solo minutos.

Su padre lo despertó antes de marcharse en la mañana

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Su padre lo despertó antes de marcharse en la mañana. Taeyong lo despidió más dormido que despierto y volvió a la cama.

Cerró los ojos e intentó volver a conciliar el sueño. Pero el sonido constante del timbre le impidió volver a dormir.

Taeyong maldijo a todos los dioses que conocía en su cabeza antes de arrastrarse lejos de la comodidad y el calor de su cama y dirigirse a la puerta.

Restregó sus ojos con sus manos intentando alejar el sueño. El timbre volvió a sonar y Taeyong estuvo tentado a ignorarlo y volver a su cama.

Y si es Yuta.

Ese pensamiento hizo que se espabilara y caminara apresurado. Tal vez Yuta había regresado al fin.

Abrió la puerta, esperando encontrarse con esos ojos negros, pero grata fue su sorpresa al divisar a Donghyuck, acompañado de Johnny y su novio Doyoung. 

Taeyong intentó sonreír con todas las pocas fuerzas que tenía y saludó.

—Buenos días. ¿Qué les trae por aquí?.

Dark Place. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora