Capítulo 13

292 39 5
                                    

Yuta se detuvo en la gasolinera al salir de la escuela porque su moto estaba baja de combustible.

Detrás de él, Taeyong se mantenía aferrado a su cuerpo, con sus manos metidas dentro de su camisa, dejando, inconscientemente suaves caricias con la yema de sus dedos sobre su piel.

Era una costumbre a la que había llegado luego de un mes de estar con Nakamoto. De que este lo recogiera todas las mañanas en la esquina de su vecindario para llevarlo a la universidad y lo dejara en la misma todas las tardes.

Y Yuta sentía que cada día, el chico se estaba metiendo en él justo como sus manos lo hacían en ese momento, bajo su piel.

Las retiró de manera suave para poder bajar de la moto, primero Taeyong seguido de él.

—No demoro. Espera aquí bonito. —Dijo, acariciando con sus dedos detrás de su oreja.

Y como un gatito obediente, Taeyong asintió. Recostándose de la moto para esperar al pelinegro.

Las cosas con Yuta eran cada vez más extrañas, pero Taeyong solo se limitaba a dejaras estar. Desde que lo había conocido, era consciente de que algo en él estaba fuera de lo normal.

Taeyong se mantenía inmune a ello, quería y al mismo tiempo no, saber qué era lo extraño en Nakamoto, sin embargo, tenía la sospecha de que en el momento en que fuera consciente de ello, las cosas entre ellos dos terminarían.

¿Por qué?

No tenía idea, de nada, pero había algo allí, en lo profundo de su ser que se lo decía. Estaba esa vocesita en su cabeza que le pedía constantemente que no fuera curioso.

Ser curioso nunca traía nada bueno.

Y tal vez si se aferraba a la idea de descubrir quién era Nakamoto Yuta terminara jodiendo todo.

No quería, porque no deseaba deshacerse de lo cómodo y cálido que se sentía estar en los brazos de Yuta.

Se estaba acostumbrando demasiado rápido a él. Como nunca antes le había ocurrido con nadie. Jamás en su vida una persona había llegado y simplemente, se coló en ella tan fuerte como lo estaba haciendo el de cabellos negros.

Estaba asustado, pero el deseo de estar a su lado era más fuerte que su miedo.

Dentro de la gasolinera, Yuta salía del baño luego de hacer sus necesidades. Se encontraba subiendo el zíper de su pantalón cuando la puerta se abrió.

La imagen de la persona que entró por ella lo hizo bufar. Acaso no se cansaba.

—¿Qué es lo que quieres ahora?. —Preguntó. El chico lo miró con su expresión seria, como siempre.

—Ya sabes lo que quiero. —Dijo él.

—No lo haré, si piensas que porque eres tú, te haré caso, estás muy equivocado. —Caminó hacia la puerta, intentando alejarse de su presencia. No quería nada que le recordara a ese lugar.

—Luci...

—No te atrevas a decirme así. —Bramó, con el enojo denotándose en su voz. —Es Yuta, Nakamoto Yuta.

—Ese no es tu nombre, es sólo uno que escogiste al llegar aquí.

Enojado, Yuta lo tomó del cuello de su camisa. —Ese, es mi nombre. El que estás diciendo tú, no existe. Y si no quieres problemas, apártate de mi camino, Kim Doyoung. ¿O cómo prefieres que te llame hermanito?

Soltándose de su agarre, Doyoung se alejó antes de que él lo hiciera. —Sabes que este no es tu lugar. Tarde o temprano, debes regresar a donde perteneces.

Dark Place. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora