Crecer toda tu vida pensando que eres una cosa pero resulta que eres una completamente diferente. Macao Theerapanyakul, creció y fue criado como el hijo beta de la segunda familia, el primer beta en muchas generaciones, pero al cumplir los 17 años e...
Separarnos en Bangkok fue una parte bastante complicada, pasaron un par de días antes de que volviera a verlo, pero esta vez en la modalidad de tutor de matemáticas. Generalmente, él era muy chistoso y dulce conmigo, pero cuando entraba en su forma de tutor era bastante serio y exigente.
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Respecto a mis celos, estos se normalizaron luego del primer periodo. Al igual que muchos omegas podía consumir supresores para no sufrir de los síntomas. Era muy controlador respecto a los supresores, no quería que nadie descubriera mi verdadera naturaleza.
Si antes apenas toleraba a las alfas, ahora la mayor parte de ellos me parecían irritantes, mi padre sobre todo era la persona que más me irritaba. No entendía la necesidad que tenían ellos por marcar su aroma en los lugares todo el tiempo, aunque no me disgustaba del todo cuando P'Top lo hacia.
-Deberías de relajarte un poco antes de tus exámenes finales. – me dijo P'Top luego de que termináramos una sesión de estudio.
-No sé si deba en estos momentos, siento que aún no estoy listo.
-Lo estas...creme, estas incluso mejor preparado de lo que yo estaba.
-Mentiroso. – dije frustrado mientras dejaba caer mi cara en la mesa y él se reía, su teléfono de un momento a otro sonó, hoy había sonado mucho. - ¿Algún pretendiente o algo así?
-No es solo un paciente.
-¿Alguien de mi familia? – dije curioso.
-Si...bueno principalmente me encargo de tu familia y al ser tu familia, suele ser un trabajo de tiempo completo. – dijo lo último cansinamente cosa que mi hizo sentir algo mal, no debería de consumir el poco tiempo libre que tenía en mí.
-Lamento darte más trabajo.
-No lo tomes de esa forma...creme si no quisiera ayudarte no lo haría. – dijo sonriendo. – Es divertido pasar tiempo contigo. – eso hizo que mi corazón latiera algo rápido, así que voltee a verlo y él dejo una pequeña caricia en mi mejilla. -Se está haciendo algo tarde...deja que te invite a comer y luego te acompaño a tu casa.
-Está bien. – dije feliz por poder pasar más tiempo con él, recogí mis cosas y cuando estaba por levantar mi mochila, él la tomo con una sonrisa y extendió su mano hacia mí, la tome ligeramente nervioso.
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