Capítulo 20: Lana

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Mi corazón se siente como si estuviera a punto de explotar.

Nunca había sido más feliz en toda mi vida. Y ahora junto a Jasper, con su cuerpo presionado contra el mío, una cálida sensación de plenitud me invadía.

Jasper me toma por la cintura acercando su cuerpo al mío mientras me besa, su lengua se adentra en mi boca y gimo de placer. Cuando nos alejamos, nuestra respiración está agitada y Jasper apoya su frente en la mía con los ojos cerrados, mientras aprieta mi cintura.

— Bebé, me estás matando.

Me estremezco al escuchar su voz ronca, y comienzo a depositar pequeños besos en su rostro. Luego beso su cuello, provocándole un gruñido. Puedo sentir su polla dura bajo de mí.

Se queda quieto mientras lo toco, dejándome explorar. Deslizo mis manos por su amplio pecho, sintiendo los duros músculos.

Desde que salí del hospital, en el que estuve cuatro días por insistencia de Jasper, habíamos hecho cosas aquí y allá. Pero no había llegado a acostarnos realmente. Sin embargo, ya no quería esperar más, amaba a Jasper y quería estar con él de todas las formas posibles. Lo deseaba.

De pronto, ya no me encuentro encima de Jasper y él está arriba de mí, en el sofá, besándome. Gimo cuando su lengua entra en mi boca y me devora. Sus manos se deslizan por mis muslos, subiendo mi vestido hasta la cintura. Su boca se desliza por mi cuello y deposita pequeños besos en él que me vuelven loca. Su nariz recorre la curva de mi cuello y sopla su cálido aliento en él antes de hablar.

— Dios, quiero tanto estar dentro de ti.

Me aferro a su espalda mientras me quejo.

— Jasper, por favor.

— Lo que tú pidas, cariño.

Con esas palabras Jasper se levanta y a mí junto a él, enseguida cruzo mis piernas alrededor de su cintura y mi boca va a su cuello mientras nos lleva a la habitación.

Abre la puerta con una patada y me deja en cama, me apoyo en mis codos para mirarlo cuando se para al final de la cama y se quita la camiseta, dejándome ver sus duros músculos y el pelo en su pecho. Sus ojos me miran llenos de lujuria, dejándome zumbando de necesidad.

Mientras mis ojos devoraban su pecho, se desnuda por completo, y cuando miro su polla no puedo evitar sonrojarme.

Apoya sus rodillas en la cama y se acerca a mí con su enorme cuerpo por encima de mí. Sus manos se acercan a mis muslos y frota sus cálidas manos sobre ellos. Toma el borde de mi vestido y sube por mi cuerpo, quitándolo y lanzándolo al suelo. Me estremezco ante su mirada, y froto mis muslos juntos. No tengo nada más que mis bragas puestas mientras se inclina y se mueve por mi cuerpo, tomando uno de mis pezones, poniéndolo en su boca.

— ¡Oh, Dios! – jadeé cuando comenzó a chuparlo en su boca al mismo tiempo que con su mano apretaba mi otro pezón.

Casi podía ver cómo me sonrojaba de pies a cabeza, mis pechos están sensibles y mi coño se humedece. Se aleja de mi pecho y tiro de su cabello para acercarlo nuevamente, pero comienza a bajar por mi cuerpo dejando un rastro de besos húmedos.

Toma mis bragas en sus manos y las baja lentamente por mis piernas. Luego separa mis piernas, y su boca se acerca a mi coño, separa mis labios con los dedos y luego siento su lengua en mi coño. Chupa mi clítoris en su boca y me quejo en voz alta, de forma instintiva alzo mis caderas, meciéndolas en su boca.

Chupa más fuerte y casi salto fuera de la cama, arqueando la espalda. De pronto siento una presión en mi coño y me doy cuenta de que tiene dos dedos dentro de mí, eso me envía al borde, y grito cuando me vengo.

Estoy flotando en una nubla de placer cuando siento el calor de Jasper.

— Cariño, abre los ojos – dice Jasper. Ni siquiera me había dado cuenta de que tenía los ojos cerrados.

Cuando abro los ojos veo a Jasper y su mirada es intensa mientras se inclina a besarme nuevamente.

— Joder, te amo – dijo antes de tomar mis caderas, e instintivamente envuelvo mis piernas a su alrededor. Entierro mi cara en su cuello cuando la cabeza de polla comienza a entrar en mí, poco a poco avanza y no puedo evitar gemir, es demasiado grande.

— Jasper, por favor, yo...

Jasper suelta un gruñido y comienza a moverse, entrando y saliendo de mí lentamente al principio, volviéndome loca. Pero pronto mis muslos comienzan a temblar a medida que la velocidad de sus embestidas aumenta. Siento grandes oleadas de placer envolverme y me aprieto a su alrededor, provocando que Jasper suelte fuertes gemidos, que me excitan terriblemente.

Adoro escucharlo, me encanta saber que lo puedo volver tan loco como que él me vuelve a mí.

El placer es inmenso y me envuelve, mis muslos tiemblan y sollozo cuando las embestidas de Jasper se vuelven erráticas, frenéticas. Cada vez estoy más húmeda, y puedo escuchar el chapoteo cada vez que entra en mí. Entierro mis uñas en sus brazos cuando el orgasmo me golpea, es intenso y mucho mas fuerte que el anterior, me destroza.

En mi nubla de placer escucho a Jasper gruñir y siento como se derrama en mi interior. Jasper está encima de mí y descansa su rostro en la curva de mi cuello, paso mis brazos a su alrededor y lo abrazo más cerca mí.

Deposita un pequeño beso en mi cuello antes de girarnos, dejándome encima de él mientras me sostiene.

Toma mi mano y se la lleva a los labios, besando mi anillo.

Una tonta sonrisa se forma en mi rostro mientras lo abrazo y él a mí.

Era simplemente feliz.

¡Fin!

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