Capítulo 14: Lana

5.4K 431 14
                                    

Había pasado toda la mañana con una sensación de hundimiento en el estómago y no sabía qué hacer con eso. Se suponía que Raúl vendría por el dinero hace dos días, me ponía nerviosa su repentina desaparición. Mi hermano no aparecía muy a menudo, pero cuando decía que lo haría, lo hacía, así que el que no apareciera por casa me comenzaba a preocupar.

Y a pesar de haber pasado los mejores momentos de mi vida esta última semana, no había podido apartar de mi mente a mi hermano. Nuestra relación no era la mejor, sin embargo, no podía evitar preocuparme por él, los pensamientos de culpa siempre estaban sobre mí cuando pensaba en mi hermano. Y aunque ahora sabía que no estaría sola nunca más, Raúl por mucho tiempo fue el único que estuvo conmigo.

Con un suspiro me levanté y me puse una chaqueta rápidamente, iría a ver a Jasper y le contaría todo, estaba segura de que de alguna manera podría ayudarme a encontrar a mi hermano. Tal vez incluso a resolver la deuda de mi hermano para que no pasara a mayores.

De pronto mis pensamientos fueron interrumpidos por fuertes golpes en la puerta. Estúpidamente abrí la puerta sin ver antes por la mirilla y antes de que siquiera pudiera procesar que estaba pasando, recibí un fuerte golpe en el rostro y caí en el suelo.

Gemí mientras un fuerte dolor me recorrió todo el cuerpo y antes de que pudiera hacer nada, una mano tomó un puño de mi cabello y tiró de él levantándome, solo para luego arrojarme contra la pared y tomarme por el cuello.

Mi cuerpo comenzó a temblar fuertemente y mi cabeza a palpitar. Y cuando me atrevo a mirar a mi atacante, solo termino por recibir otro golpe en el rostro que me deja con los oídos zumbando fuertemente.

— ¡Ya basta! – interrumpe de pronto la voz de mi hermano, haciendo que gire el rostro en dirección a su voz, solo para verlo siendo retenido por dos tipos, lleno de moretones y con ojo hinchado.

— Calla mierdecilla – le dice el tipo que me sostiene contra la pared mientras aprieta mi garganta. – Sabias lo que pasaría si no pagabas, de una forma u otra cobraremos nuestro dinero.

— ¡Ella te dará el dinero, solo suéltala!

— Mmm... me parece que con ella puedo conseguir más dinero del que me debes – murmura mientras se acerca a mi rostro.

Mi respiración salía en fuertes jadeos, y tenía el estómago tan apretado que pensé que en cualquier momento podría vomitar. Y sin darme cuenta lágrimas habían comenzado a caer por mi rostro.

— ¡Imbécil! Dijiste que solo buscarías el dinero.

— Oh preciosa como es que tienes un hermano tan idiota – me dice el tipo mientras me suelta del cuello y caigo al suelo jadeando.

Y mientras escucho sonidos de golpes y gruñidos, caigo en la oscuridad.

***

Siento un dolor palpitante en la cabeza y manos que me sacuden.

— ¿Lana? Lana, por favor despierta – escucho la voz de mi hermano decir en un susurro.

Abro los ojos mientras lentamente asimilo mi alrededor. Lo primero que noto es el suelo duro y frío en el que estoy acostada, luego veo a Raúl arrodillado a mi lado sosteniendo mi rostro. Pronto gruesas lágrimas comienzan a caer mientras asimilo el dolor que invade mi cuerpo.

— Maldita sea Lana, no llores, basta – Me dice Raúl, con una voz sorprendentemente suave mientras me levanta y me abraza, lo que me hace sollozar aún más fuerte.

Es la primera vez en años que mi hermano me abrazaba, pero la situación es terrible, ni siquiera puedo pensar en qué decir. Puedo darme cuenta fácilmente que he sido secuestrada por los hombres a los que Raúl les debía dinero, y ambos hemos sido golpeados.

Me siento entumecida.

Mi hermano lo hizo grande realmente al llevar a estos tipos a mi casa. Me salgo rápidamente de sus brazos, y pongo algo de distancia entre nosotros mientras me arrastro hacia atrás hasta golpear una pared. Siento un agujero en el estómago, mientras intento calmar mi respiración.

— Joder Lana, solo tenías que darme el maldito dinero, esto es tu culpa.

Y así es como Raúl vuelve a ser Raúl. De forma distante escucho como continúa quejándose mientras se levanta y se sienta en un catre que hay en la habitación, mientras acerco mis piernas a mi cuerpo y las abrazo aun en el suelo.

Mi mente está en blanco mientras observo las cuatro paredes de la habitación. Estoy arruinada.

No sé si podremos salir de aquí.

No sé si volveré a ver a Jasper.

Oh dios, Jasper. Siento un profundo dolor en el pecho al pensar en Jasper, el nunca sabrá qué es lo que me paso, donde estoy.

Feas lágrimas corren por mi rostro mientras pienso en todo lo que pude haber tenido y nunca tendré.

Amor en ApurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora