Capítulo 4

10.2K 1.1K 55
                                    

De nuevo los castigos. Sin duda eso era un castigo pero su ira rivalizaba con el placer que sentía al estar en brazos de él. Estaba tenso, se le notaba en sus músculos. Seguramente estaba conteniéndose pero no entendía el motivo de ello. Los dos deseaban eso, ¿por qué lo trataba así?

- No muevas las manos de tu espalda. Si haces lo que digo quizás me plantee dejar que te corras una vez.

- ¿Una vez? - Una sonrisa derritió la tensión del rostro de su profesor.

- Una sola vez... - Murmuró mientras lo soltaba con lentitud e iba agachándose.

De rodillas le llegaba justo a su pene, una visión terriblemente seductora para él. Le había quitado el boxer y ahora lo único que quería era comérselo entero, empezar a degustar el presemen que salía y lamerle todo el cu.lo hasta que le suplicara y su voz reflejara el deseo que tenía. Ah... Lo haría. Eso y mucho más.

Se acercó lo suficiente para olerlo. Sudor, excitación y una mezcla a almendras. Un olor más que adictivo para él. Probó con su lengua dándole un lametón rápido mientras lo sentía saltar por la impresión. Sabía condenadamente bien.

- Recuerda, no te muevas. Y no te corras. - Le recordó el.

- Como si fuera fácil. - Masculló el rubio entre dientes. Apretó más la cara contra el negándose a que viera que se reía por esa respuesta. Dejó que sus labios se empaparan con su líquido caliente antes de comenzar a lamerlo. Se ayudó de su mano para frotar levemente, profundizó con la lengua sin llegar a chupar toda. Por ahora quería ese pequeño botón que temblaba lleno de excitación. Estaba duro como una piedra y cada vez que lo rozaba Jimin arqueaba las caderas esperando más, pero sin conseguirlo.

- Por lo que más quieras...

- ¿Qué es lo que quieres, Jimin?

- Quiero correrme...

- ¿Solo correrte?

Jimin lo miró con extrañeza. ¿Quería solo correrse? No... Lo que en realidad quería es que él metiera su po.lla en su ano y lo hiciera correrse una docena de veces antes de acabar. Era su fantasía, qué demonios, lo quería todo. Sus mejillas se sonrojaron pero encontró el valor para hablar.

- Quiero tu po.lla dentro de mí. Quiero correrme una docena de veces antes de que tú lo hagas... - Los temblores de él por su risa se transmitieron por el rubio, enviando descargas de placer no solo entre sus piernas, que era donde él estaba, sino en su su boca .... Era como si pudiera tocarlo en cada fibra de su ser sin tener que hacerlo físicamente.

- ¿Eso es lo que quieres?

- Si....

- Pero esto es tu castigo... - Contestó él. -Y los castigos hay que afrontarlos antes de disfrutar del placer.

Jungkook siguió lamiéndolo con intensidad se decía a sí mismo el rubio que aguantaría. Si era lo que quería, el aguantaría, lo haría con tal de tenerlo dentro de el. Los dedos de Jk se introdujeron con fuerza en su ano como si fuera un miembro duro y caliente. Eso hizo que el rubio se arqueara y cayera en la mesa sin poder evitarlo al tiempo que apretaba su cu.lo para levantar las caderas. Lo penetró una y otra vez con sus dedos y cada una de esas embestidas hacía que las paredes de su ano punzara más. Ya podía sentir los primeros signos del orgasmo devastador que lo acechaba, estaba tan cerca, tan... Jungkook se separó bruscamente y se levantó, lo miró sin saber bien lo que ahora tenía planeado para el rubio. ¿Por qué se había detenido?

Dio la vuelta a la mesa del escritorio y cogió el teléfono. ¿Estaba sonando? No se había dado cuenta de ello. Mientras hablaba él lo miraba con esos intensos ojos. Estiró una mano hacia su pecho trazando círculos alrededor de su pezón para, acto seguido, pellizcarlo y tirar hacia arriba. Eso lo estaba excitando. Solo ese toque y el hecho de que había una persona al otro lado del teléfono que podía oírlo lo volvía loco.

Colgó el teléfono sin dejar de pellizcarle, primero uno, después el otro pecho. Los gemidos y jadeos era lo que cortaba el silencio del despacho.

- No vuelvas a interrumpirme en clase. - Le dijo apretando con más intensidad sus pezones. La espalda de Jimin se separó de la mesa para evitar el tirón.

-No...

- Y no vuelvas a desobedecerme...

- No....

- Bien.- Dijo soltándole los pezones y sentándose en la silla. Jimin echó para atrás el cuello para verlo. - Ya puedes irte.

- ¿Qué ya puedo... ¿Qué? - Preguntó frustrado por lo que acababa de decir.

- Este es tu castigo. No quiero que te corras hasta la noche.

- Pe... Pero... - Se dio la vuelta para mirarlo de frente.

- El que ha llamado era el director. Tengo una reunión y llego tarde.

Jimin se levantó del escritorio y se volvió a él sujetándose al mismo. Las piernas aún le temblaban y notaba su ano a punto de estallar por un placer no disfrutado.

- ¿Quieres que me vaya?

- Si. Necesito arreglar unas cosas antes de ir a la reunión. Y tú tienes que volver a clase, los exámenes están cerca. - Contestó con irritación.

- Comprendo.

No sabía por qué había respondido eso pero solo quería salir de allí. Se bajó la camiseta y se puso el bóxer al igual que los pantalones más rápido de lo normal. Le echó una mirada de odio antes de ir hacia la puerta, abrir y salir lo más rápido que podía.

Jungkook cerró los ojos con fuerza mientras se bajaba la cremallera dejando que su po.lla saliera libre de su encierro. Estaba tan duro y su cabeza color púrpura le dejaba claro que necesitaba aliviarse cuanto antes. Se cogió la polla y empezó a acariciársela con movimientos rápidos mientras pensaba en las suaves curvas de Jimin que realmente quería en su vida. Pero no podía dejar que cuestionaran su labor como profesor ni tampoco que el rubio sufriera las consecuencias.

Era su alumno y seguiría así hasta febrero. Solo unos meses más y podría tenerlo en su cama, en su vida. De no haber sido por esa llamada lo hubiera foll.ado en ese incómodo escritorio hasta que le hubiera rogado que se detuviera. Y en cambio había logrado que lo odiara. Felicidades, Jungkook, a eso se le llama seducir a un Doncel.

Apretó los dientes y aceleró su mano frotando con fuerza pensando que lo que foll.aba era el ano de Jimin, su liberación salió disparada así como un gruñido desde su pecho que lo dejó frío... Necesitaba a Jimin desesperadamente.


 Necesitaba a Jimin desesperadamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi profesor 🔹Kookmin 🔹[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora