Jimin no sabía si tocar o darse la vuelta y huir. Jamás había visto antes esa expresión en su profesor y eso lo hacía estremecerse, aunque no precisamente de miedo.
Cuando le había hablado a la salida de la clase esa vibración de su voz envió una oleada de placer a través de su cuerpo y lo empapó por completo. Se había recuperado, por supuesto, pero ahora que estaba delante su determinación volvía a flaquear. Era consciente que otros lo miraban allí plantado delante de una puerta pero no le importaba. Aún se decidía sobre llamar o no. Suspiró y cerró los ojos golpeando con los nudillos. Se merecía el regaño por haberlo interrumpido en la clase y no era un cobarde que huyera.
- Pase - Dijeron desde el otro lado, abrió la puerta y entró obligando a su cerebro a andar como si no pasara nada, como si estar en un lugar cerrado con el protagonista de sus sueños desde hace dos años estuviera allí dentro. Su pene volvió a punzar por la expectación y su ano se contrajo de impaciencia.
Jungkook estaba delante de el sentado frente a su escritorio leyendo algunos documentos. Todavía no había levantado la mirada de los mismos pero parecía que sabía que era el. Aunque claro, era posible que no lo visitaran mucho en el despacho.
- Cierra la puerta. - Le dijo a continuación. El se volvió y cerró la puerta.
Se quedó unos segundos apoyado con las manos sobre ella intentando calmar el rápido latir de su corazón para que no se diera cuenta él. Cuando volvió a mirarlo se fijó en que él lo miraba con atención. Sus ojos clavados en el le hicieron temblar por dentro y no pudo apartar la mirada.
- Siéntate.
- Profesor, tengo un poco de prisa. - Se excusó el. Él arqueó una ceja y su rostro se endureció con lo que el rubio acortó la distancia y se sentó sin pensar en nada más. Algo en ese rostro le decía que lo mejor era no discutir con él.
- Creo que sabes por qué estás aquí. - Comentó apartando la mirada del rubio. - Suelo pedir a mis alumnos que atiendan en mi clase porque los exámenes son duros y no quiero aprobar a nadie que no se lo merezca. No quiero que salgan licenciados con falta de conocimientos.
- Si, profesor, lo se. Y de veras le pido disculpas por la interrupción. No volverá a ocurrir.
- Soy consciente de que no volverá a pasar. Pero eso no te exime de que merezcas un castigo. - abrió la boca sorprendido y se lo quedó mirando.
- ¿Cas... Castigo?
El profesor Jeon se levantó y rodeó el escritorio hasta ponerse detrás del rubio. Cuando Jimin iba a darse la vuelta para mirarlo las manos de él sobre los hombros lo mantuvieron en la posición sin permitirle mirarle.
- Voy a castigarte por haberme interrumpido en clase. Y también te castigaré por titubear en la puerta del despacho.
- ¿Cómo sabe que he...
-Te conozco. - Respondió antes de que acabará la pregunta.
Se inclinó sobre el rubio y apartó la camiseta de su cuello para besarlo, cerró los ojos y jadeó cuando notó sus labios sobre su nuca, las manos sujetándolo con firmeza.
- No te muevas. - Le ordenó. Siguió besándolo en la nuca y lamiéndolo hacia los lóbulos de las orejas mientras el rubio se mordía el labio. No podía estar pasando... Eso no era normal pero... Dios, había soñado miles de veces con tenerlo tan cerca de el, por saber lo que sentiría cuando él lo tocara. Y ahora ahí estaba. Solo rogaba porque nadie los interrumpiera porque no quería que acabara.
Un gruñido sobre su hombro le hizo girar la cabeza hacia él. Sus ojos se encontraron, los de él más oscuros de lo habitual, mientras los suyos mostraban sorpresa y pasión.
- Eres testarudo... - Murmuró él apartándose de su cuerpo. Se alejó unos pasos y se cruzó de brazos, lo observó. Parecía que estaba conteniéndose por no abalanzarse sobre el rubio y su excitación era latente en los pantalones que, sin duda, estaban apretándole demasiado.
- Levántate e inclínate sobre el escritorio. Tus manos sobre él.
- ¿Por qué? - Preguntó sin darse cuenta.
- Porque voy a darte tu castigo. Salvo que quieras salir de aquí. En ese caso no te detendré. Eres libre de decidir.
Jimin podía salir de allí en ese momento. La puerta no estaba cerrada y le daba la oportunidad de salir antes de que pasara algo más. Entonces, ¿porqué su cuerpo se levantaba y se ponía en la posición que él le pedía? Muy en el fondo no quería irse pero tenía miedo de lo que ese hombre podía hacer con el. Si, era cierto que quería foll.arlo como nunca antes había deseado a otro hombre pero... ¿En su despacho? ¿A pleno día? Sintió las manos de él sobre sus nalgas y respingó por el contacto. Quiso girar la cabeza para mirarlo pero se detuvo a mitad del movimiento. Le había dicho que se mantuviera quieto.
- Bien hecho. - Lo elogió haciendo que los colores volvieran a sus mejillas. Le acarició las nalgas como si estuviera sopesándolas bajo sus manos, acercó sus caderas y su miembro a ellas. Podía sentir su pe.ne duro y largo presionando sobre ellas pero aún tenían la ropa puesta y se perdía el contacto entre ellos. Ansió entonces que le quitara la ropa para sentirlo más cerca, más piel contra piel.
Como si él le leyera los pensamientos, el cuerpo de Jungkook se inclinó sobre el rubio buscando el botón de los vaqueros y la cremallera. Cuando oyó abrirse el cierre todo su cuerpo vibró de emoción. Su boxer seguían mojándose una y otra vez y pensaba que gotearían una vez le quitara los pantalones. Deslizó los mismos metiendo las manos entre ellos y las caderas de Jimin acariciandole lentamente sus muslos al tiempo que iba bajándole los pantalones. Su ano no dejaba de contraerse y su cuerpo le pedía moverse, frotarse contra él para aliviar el dolor que se estaba instaurando dentro de el.
- Estate quieto o añadiré más castigos. -Le gruñó mordiéndole en la espalda. El rubio se arqueó ante ese gesto y él aprovechó y le cogió un mechón de su pelo para mantenerle la cabeza hacia atrás y el cuello expuesto.
Lo besó y mordió todo lo que quiso mientras el rubio trataba de mantenerse quieto. Los pantalones se habían quedado en las rodillas pero no le importaba mientras no estorbaran, ahora las sensaciones eran tan fuertes que con saber que no tenía más que la fina tela del bóxer sobre el era suficiente. Esa tela podía desgarrarse en un momento.
Sintió crecer su orgasmo hasta donde nunca antes había alcanzado. Todo su cuerpo le pedía una liberación, sus piernas temblorosas lo exigían, su ano lloraba por ello. Gimió desesperado concentrado en los labios de él sobre su cuerpo cuando el contacto volvió a desaparecer. Abrió los ojos asustado por ese retroceso.
- No puedes correrte aún.
- Lo necesito. - Lloró. - Por favor...
- Yo te diré cuándo correrte. Primero tengo que castigarte ¿Sabes por qué estás siendo castigado?
- Por interrumpir la clase y titubear en la puerta de su despacho.
- Bien...
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Mi profesor 🔹Kookmin 🔹[+18]
Fanfiction🥀 KookMin 🥀 Historia Terminada ✓🔥🌹 Park Jimin lleva casi dos años enamorado de su profesor de Universidad, pero no se atreve a confesarse. Tras una interrupción poco afortunada en la clase, tiene que ir al despacho de éste para descubrir que, af...