Capítulo 16

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- Te compraré los que quieras. - Le dijo cuando el gruñó al sonido de rotura. - Ahora no te muevas de ahí.

El calor de su espalda desapareció de pronto y se sintió expuesto ante él. Lo escuchaba quitándose la ropa pero no sabía si podía mirar o no. Sintió a la vez sus manos sujetándolo con fuerza por la cintura y su pene empujando en la entrada de la cu.lo. Lo oyó gritar antes de que el también gritara.

- ¡Córrete Jimin!

Los brazos del rubio abandonaron la pared para sostenerse a la nuca de él. Apoyado en su torso, Jungkook le cogió una pierna y se la alzó para profundizar más su po.lla dentro de el. Lo embistió con dureza golpeándole con sus bolas. Sujetado como estaba era incapaz de controlar cuánto se introducía en su cuerpo y el dolor y el placer se mezclaron por igual.

- Nunca me voy a cansar de ti, Jimin.

-Más... Más... Profesor, más... - Suplicó el rubio. Jungkook aumentó el ritmo y el empuje de sus embestidas.

- Podría acostumbrarme a estar siempre dentro tuyo. ¿Te gusta Jimin?

-¡Si, sí! ¡Profesor!

- Córrete otra vez. - Siseó.

Jimin lo hizo. Apretó su ano y con él la po.lla de Jungkook que gimió de gozo mientras volvía a sacarla y a meterla hasta que también explotó llenándolo por completo.

-Te quiero. - Le susurró Jungkook

- Y yo a ti.

Jungkook sacó su pe.ne del cu.lo de Jimin y le dio la vuelta para besarlo. No lo soltó en ningún momento consciente de que sus piernas no lo sostendrían.

-¿Sabes? Aún no he jugado con estas... - Le dijo acariciándole uno de los pezones y mirándolo con hambre de lobo.

-¿Ya qué esperas? - Incitó el rubio.

Jungkook abrió los ojos recordando todos los preciosos momentos que había pasado la noche anterior con Jimin. Era muy sensible allá donde lo tocara y muchos de los juegos de esa noche le proporcionaron un placer mayor del que esperaba.

Se habían corrido varias veces y acabaron derrumbados en la cama agotados por la sesión de sexo. Parecía como si estuvieran poniéndose al día tras más de un mes separados. Merecía la pena haber dormido solo unas horas y que le doliera ahora todo el cuerpo. Y a pesar de eso ya quería volver a estar dentro del rubio otra vez. Notaba su pene palpitar volviendo a la vida igual que su dueño y suspiró esperando que anduviera cerca.

Movió un brazo y lo notó extraño. Era como si no le respondiera. Probó con el otro y lo mismo. Miró hacia arriba y se encontró atado a la cabecera de su cama. ¿Cuándo había pasado eso?

-¿Qué demonios...?

-Vaya... Ya has despertado. - Alzó la cabeza para ver a Jimin en la puerta de su habitación con el bote de mermelada en la mano. Llevaba su albornoz y tenía el pelo mojado. Se mordía el dedo índice con los dientes y su gesto travieso no auguraba nada bueno.

- Creo que ahora me toca a mí castigarte...

Se contoneó de forma exagerada pero sensual consciente de que los ojos de Jungkook no lo abandonaban. Subió a la cama y gateó hacia él buscando su boca. Lo besó acariciándole con su lengua los labios y entrando en su boca para buscar su lengua y que ésta siguiera a la suya para entrar en ella. Sabía a mermelada, sin duda habría estado comiendo tras la sesión maratoniana de sexo.

-Hmm... Rico...

- Habrá más... Luego. - Dijo el rubio separándose un poco para concentrarse en el bote de mermelada.

-¿Vas a prepararte tu desayuno? - Preguntó haciendo con ello mención al postre que él degustó en Jimin.

-No exactamente. Solo quiero mermelada... Y tu cuerpo para untarla. - Contestó abriendo el bote y metiendo la mano para coger un poco, dio la vuelta a la mano y parte de la mermelada cayó de golpe sobre el pecho de Jungkook quien se sobresaltó y jadeó.

- ¡Jimin está helada! - Gritó arqueándose un poco por el contraste de temperatura.

- Si, lo se. La he metido en el congelador. - Respondió con un tono de voz neutro pero escondiendo un matiz pícaro.

- Serás...

El rubio se inclinó sobre su pecho lamiendo la mermelada y calentando a la vez la zona que segundos antes había estado fría. El pecho de él se agitaba con su rápida respiración. Se incorporó y lo miró recogiendo la mermelada del contorno de los labios y llevándose el dedo a la boca para succionarlo delante de él.

-¿Qué soy?

- Terriblemente adictivo.- Jimin le regaló una sonrisa y cogió otro poco de mermelada.

Esta vez lo extendió sobre sus pezones, su abdomen y cerca del vello hacia su pe.ne. Jungkook se removía por el frío pero no lo suficiente como para que Jimin pudiera regañarle por ello. Dejó el bote de mermelada y se dispuso a lamer cada zona. Probó primero la mermelada de su zona más sensible jugueteando con el vello e incluso tirando de él de vez en cuando. Algún que otro gemido se escapó de la boca de Jungkook quien veía la escena sin poder tomar parte activa de la misma. Solo sus piernas estaban sueltas y no iba a moverse con lo bien que se lo estaba pasando.

Contorneó alrededor de su miembro con la lengua varias veces antes de desatender esa zona y subir hacia su abdomen jugueteando con las líneas de la misma y buscando las zonas que más le estimulaban.

Cuando llegó a sus pezones los succionó con fuerza y jugueteó con ellos en su boca. Jungkook jadeaba de vez en cuando y su cuerpo se contraía. Su pe.ne estaba erecto y temblaba cada vez que Jimin lo rozaba en alguna parte del cuerpo. Cuando terminó de quitarle la mermelada se acercó a los labios de él para que lo lamiera y le quitara los restos de su propia boca.

- Móntame, Jimin.- Le dijo conteniendo su excitación.

-Aún no... Todavía no he comido suficiente. - Replicó el rubio alejándose de su cara y gateando hacia sus piernas.

Cogió de camino el bote y se situó entre sus piernas.

Metió un dedo en el bote y lo sacó repleto de mermelada que puso en la punta de su pene.

-¡Dios, Jimin! - Exclamó echando la cabeza hacia atrás. El rubio se rió.

- ¿Está frio?

- Te juro que me vengaré...

-Eso espero. - Murmuró Jimin besándole la punta y lamiendo poco a poco.

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Mi profesor 🔹Kookmin 🔹[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora