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Tercer capítulo
El monstruo y el superhéroe
Primera Parte
Aquella noche, Lily y Steve estaban profundamente dormidos, con sus piernas entrelazadas y el nuevo disco de Bon Jovi de Steve sonando tranquilamente de fondo. Ya no podían dormir en silencio, no después de todo lo que había pasado. Por primera vez en mucho tiempo, ambos parecían dormir plácidamente. Ninguno de los dos se había movido desde que se habían quedado dormidos.
No fue hasta que un ruido vino de afuera que la tranquilidad fue interrumpida. Fuera lo que fuese, despertó a Lily casi de inmediato. Se incorporó, se frotó los ojos y miró hacia su lado, comprobando si el ruido había despertado también a Steve. Sin embargo, su lado de la cama estaba vacío. Suponiendo que se había levantado para ir al baño, Lily se recostó contra las almohadas y cerró los ojos, esperando volver a caer en el mismo sueño tranquilo del que se había despertado.
Pero entonces, el ruido volvió y Lily se dio cuenta de que era el sonido de alguien llamando a la puerta. Se incorporó y miró el despertador de la mesilla, confusa. Eran las tres. No sabía por qué alguien llamaba a la puerta tan temprano.
Nadie más parecía estar despierto, así que, todavía medio dormida, Lily bajó las escaleras. Para su sorpresa, cuando fue a abrir la puerta principal, descubrió que ya estaba entreabierta. La abrió y se le fue el color de la cara.
Cindy estaba de pie en la entrada, clara como el día. Llevaba el mismo vestido blanco que se había puesto en la última fiesta de Halloween a la que habían ido. Lily se quedó paralizada de miedo, mirando horrorizada cómo la piel de su amiga se llenaba de cortes y moratones ante sus ojos. Intentó abrir la boca para gritar, pero no emitió ningún sonido.
Cindy dio un paso hacia ella, cada vez más desfigurada. Para entonces, Lily había encontrado fuerzas para mover las piernas, así que corrió escaleras arriba lo más rápido que pudo, con el corazón latiéndole con fuerza al oír que Cindy la seguía. Consiguió llegar a su dormitorio y cerrar la puerta antes de que Cindy pudiera alcanzarla. Pero, desde el rellano, su amiga dijo algo que le heló la sangre.
—"Tú me has matado. Por tu culpa estoy muerta".
Las mismas palabras se repitieron una y otra vez, hasta que Lily no pudo soportarlo. Se acurrucó en el suelo y se tapó los oídos con las manos, gritando a Cindy que parara.
Las mismas palabras se repetían una y otra vez, hasta que Lily no pudo soportarlo. Se acurrucó en el suelo y se tapó los oídos con las manos, gritando a Cindy que parara.
Entonces se despertó, empapada en sudor y temblando sin control. Se pellizcó para asegurarse de que estaba despierta y se levantó. Fue al baño a echarse agua fría en la cara. Cuando sintió que ya no ardía, se miró en el espejo. Tenía los ojos muy abiertos, la piel pálida y temblaba. Apenas reconocía su reflejo.
Ya había tenido pesadillas con una Cindy, pero ésta había sido tan realista que sintió que había sucedido de verdad. En ese momento, necesitaba a Steve. No quería despertarlo, pero sentía que estaba fuera de control.
Mientras volvía al rellano, oyó un ruido en el piso de abajo. Pellizcándose una vez más para asegurarse de que estaba despierta, bajó lentamente las escaleras para encontrar la fuente del sonido. Parecía provenir de la cocina, así que, con el corazón en un puño, asomó la cabeza por la puerta.
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Ley de Atracción | Steve Harrington
De TodoEres un gilipollas, steve harrington En la que Lily Andrews se da cuenta de que se ha enamorado de su mejor amigo, totalmente estúpido y obsesionado con él mismo.