Darius, ¡enseñame a cocinar!

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Al ser dejado atrás por el chico Blight... ¿por qué le seguía diciendo chico Blight? por fin conocía su nombre, Alador, ¿Alaaador?, ¡Alador!, ¡ALADOR ACEPTARÍA OTRA CITA CON ÉL!, espera... ¿esto había sido una cita? ¡¿ÉL QUERIA PEDIRLE OTRA CITA?!

¿Su mente? En duda, ¿su corazón? explotando.

Llego a lo que algunos llamarían palacio, rogando para que nadie se haya dado cuenta de su ausencia, aunque vamos, seguro nadie lo hizo, es un adolescente, es más preocupante que no haga este tipo de cosas, o al menos eso le había mencionado ese sujeto raro de ilusiones.

Que, claro, para su mala suerte, no pudo ser el caso

—¿Hunter?— Mencionó una voz, que para su grata fortuna, no era la molesta voz de kiki - odia rubios - Mora, si  no de aquel líder de aquelarre, Darius

—D-Darius, que coincidencia, te ves diferente, ¿nuevo corte?— mencionó con una sonrisa temblorosa, sentía que estaba sudando, ¿estaría sudando?

—Niño, no me importa realmente lo que hiciste, y por tu cara creo que tampoco es que quiera saberlo— hablo de una forma monótona, pero aún así con una leve mezcla de disgusto y curiosidad.

El menor se iba a retirar, Darius no era del tipo que generaría un alboroto por esto, pero en lo que quedaba del desastre que había hecho el chico Blight, su mente revivió algo que había quedado en lo más profundo de su sub consciente, algo simple, que para el, literalmente, fue todo.

—"quizás si me preparas algo especial... pueda pensar en esa invitación"— repitió, como si eso fuera lo más obvio que había escuchado en este mundo

—¿dijiste algo muchacho?— preguntó con incredulidad Darius, confundido por la actitud casi errática del chico

—Darius, ¡enseñame a cocinar! por favor — soltó casi en un grito suplicante el de ojos magenta, ¿cómo no se la había pasado esto por la mente antes?

—¿Eh?— Darius había quedado con una mirada muy confusa, que no podría describir a menos de que vieran a un pato comiéndose una paloma, si ese es el caso, esa misma

—Bueno, pero por favor, no le digas a nadie, hace uno o dos días encontré de una carta de un chico... y pensé que sería divertido contestarle, flapjack me traicionó y envió la carta, el chico creyó que lo invité a una cita, y me estaba coqueteando, o algo así, pero realmente no planeaba ir a la cita, porqué pues, era una broma, pero flapjack me ARRASTRÓ a esa cita, pero resulta que él chico pensaba que estaba hablando con una chica, su nombre era algo cómo... ¿Cam? ¿Cass? ¡BUENO ALGO ASÍ! y pensé que era su novia, pero resulta que es.... ¿kay? no sé, que le gustaban los chicos, y me dijo que si le preparaba algo especial, tendría otra cita conmigo..— sus mejillas estaban sonrojadas, ¿por qué estaba tan avergonzado?

Él mayor hizo lo mejor para no reírse

—Entonces, ¿quieres que te ayude para que puedas salir otra vez con el muchacho?— hablo con una sonrisa de complicidad, aunque aún parecía con ganas de morirse a burlas

—Creo... ¿que sí?— sonrío, avergonzado, por su propia vergüenza

—hmm... realmente quisiera ayudarte, pero no tengo ni idea de cómo funciona la cocina, podría acompañarte con gusto a huesosburgo, el aquelarre de cocina seguro amará hacerte un buffet para tu "cita"— acarició su cabello con cariño, le parecía adorable lo que hacía el chico, era bueno que saliera para variar

—No, quiero hacerlo yo, si no, no sería especial...— hablo con una voz suave, y con una leve sonrisa

—hmmm... esta bien, creo que tengo un libro de cocina, ¿quieres hacerlo un suflé de escorpiones? ¿o quizás una tanda de cupcakes con crema de zapamanzanas?— hablo enumerando una lista de platos que parecían imposibles mientras caminaban a la cocina.

—¿Que tal profiteroles de escarabalate?— mencionó mientras miraba de reojo un libro de recetas que parecía acercarse a tener la edad de su tío

—Suena genial, bien primero...—

Mezclar, rellenar, hornear, la tarde había sido genial, Darius y él hicieron algo juntos, ¡y realmente todo olía explendido! Alador seguro lo amaría, solo quedaba la ultima tanda, luego preparia todo para mañana, la sangre se manzana era muy popular, así que seguro podría ser del agrado de Alador.

—¡GUARDIA DORADO, SEÑOR! surgió una emergencia en huesosburgo, son ellos...— llego uno de los guardias, agitado y tembloroso.

¡Por el titán! lo que le faltaba...

Correspondencia errónea (Goldric/Hundric)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora