XXX. No te miras contenta

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Después de comer me dediqué a llamarle Laura.

Laura - ¡Billie, justo iba a llamarte! - Dijo con un tono sorprendido. - Tengo buenas noticias.

Billie - Laura, yo tengo malas noticias. ¿Pero cuáles son tus buenas?

Laura - Pues llamaba para citarte a mi oficina para hablarlo. Ya hable con Finneas y Andrew, también los cite. ¿Crees que puedas venir en una hora? Sirve para que me comentes tus malas noticias de una vez.

Y accedi. Laura es una mujer ocupada, siempre lo ha sido, a veces dura. Pero no pudiera pedir por una mejor manager, es excelente en lo que hace, y después de tanto tiempo que ha trabajado conmigo, se ha vuelto una de mis mejores amigas.

Billie - ¿Cómo vas? - Dije saliendo al patio de nuevo.

Vanessa - Casi termino. - Dijo concentrada en su disfraz de Halloween.

Billie - Tengo que ver a Laura en un rato más. ¿Me ayudas con esto? - Le pedí, señalando mi cuello lleno de marcas moradas. Ella volteo hacia mi y río, se levantó y ambas fuimos a mi habitación.

Sacó su bolsa de maquillaje y solo sentí como me ponía todos los productos.

Vanessa - Listo, ¿Como quedo? - Dijo acercándome un espejo.

Billie - Quedo increible - Le respondí sorprendida, al ver que se miraba muy real.

Ella me guiñó el ojo y comenzó a guardar todo lo que había usado.

Billie - Bueno, no tardaré mucho. Por favor, no abras ningún mensaje de números desconocidos y llámame si pasa algo, ¿De acuerdo? - Levante su cara posicionando un dedo en su mentón, logrando contacto visual con aquella hermosa chica.

Vanessa - Bien, solo iré afuera a terminar mi disfraz. - Dijo mientras me daba un rápido beso en mi mejilla y salió de mi habitación.

No quería dejarla sola. Saber que el día anterior tuvo que ponerse hielos en la piel para calmar el hambre de herirse a sí misma, me intranquiliza. Pero todo eso fue debido a los comentarios que recibió, y debería buscar la manera de detenerlos. Conducí a la oficina de Laura, también conocida como su casa. A ella le gustaba decirle oficina a su hogar, según ella para sonar más profesional. Estacione mi auto frente al rojo de Finneas. Toque la puerta y espere a que se abriera.

Andrew - ¡Billie está aqui! - Grito al abrir la puerta. - Pasa, te estábamos esperando.

A Andrew también lo considero un gran amigo. Ha sido mi baterista por muchos años y siempre está para Finneas y para mi.

Al entrar pase a la sala de Laura, la saludé y me senté a lado de Finneas en un sofá, Andrew me siguió a la sala y se sentó en un sillón individual.

Laura - Bien, ya que todos estamos aquí - Empezó a hablar, pero la voz de Finneas me distrajo de lo que Laura decía.

Finneas - ¿Qué tienes? - Dijo en voz baja, acercándose a mi oído.

Billie - Pon atención, Finneas. - Respondí con el mismo tono bajo, aun sin saber que decía Laura.

Sentí las manos de Finneas sobre las mías.

Finneas - Deja de hacer eso.

Volteé hacia mis manos y me sorprendí al ver lo que había pasado en cuestión de minutos. Las cutículas de las uñas de mi mano derecha estaban irritadas, un poco rasgadas.

Finneas - Habla conmigo, Billie.

Mire discretamente a Finneas, para decirle que hablaría con él más tarde, pero en eso escucho a Laura decir algo que me deja queriendo saber más.

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