Inside Your Veins

XXXIX. ¿Lo prometes?

TW - Este capítulo cuenta con contenido sensible.
[Mención breve de autolesiones.]

Pov Vanessa

Billie manejaba por calles en las que no había estado antes.

De pronto entro a un vecindario un poco aislado, donde habían casas hermosas llenas de árboles y terrenos enormes con zacate completamente verde.

Billie se estacionó frente a una casa larga, de un color como crema. Era una casa verdaderamente hermosa. Verdes enredaderas escalaban las paredes, hasta el techo. Había muchos árboles y arbustos.

Mi primer pensamiento fue que veníamos a visitar a un conocido de Billie, o a alguien.

Bajamos del auto y Billie tomó mi mano.

Vanessa - ¿Qué hacemos aquí, Billie? - Pregunté confundida, mirando a Billie.

Billie - Vanessa, te presento... Nuestro hogar.

¿Nuestro hogar? Voltee a ver de nuevo a la casa. Y luego a Billie.

Vanessa - ¿Qué? - Mi voz entrecortada.

Billie suspiró con alivio.

Con sus manos aun tomando las mías, empezó a caminar hacia la puerta principal de la hermosa casa.

Sacó de su bolsillo una llave plateada y abrió la puerta.

Al entrar, la casa estaba a una temperatura fría. Lo primero que se veía era la sala de estar. Un cuarto rojo oscuro, con cortinas que lograban mantener el cuarto oscuro. Había una chimenea pegada a la pared, con una estructura creada con ladrillos. Doy vuelta por la sala y también hay dos sofás que contrastan perfecto con los colores de la sala.

Vanessa - ¿A qué te refieres con "Nuestro hogar"?

Billie - He querido decirte desde que te conocí, solo que no quería que te asustaras o sintieras presionada. - Dijo soltando mi mano, y acercándose a la chimenea.

Vanessa - Sabes que puedes decirme lo que sea, amor... - Respondí viendo cada movimiento que Billie hacía.

Billie - Vamos a casarnos, Vanessa. Iniciaremos nuestra vida de casadas dentro de poco y era tiempo de presentarte este espacio que compré cuando tenía 17. - Dijo mientras encontraba un cerillo y trataba de prender la chimenea.

Vanessa - Espera. ¿Cómo NDA? - Dije mientras recordaba la letra de la canción en mi mente.

Billio río. Siempre olvida que soy su mayor fan.

Billie - Si, así como lo digo en mi canción. No he podido vivir aquí desde entonces, no me sentía bien estando sola en una casa de este tamaño. Supongo que la razón por la que la compre era para no sentirme sola, y de alguna manera me hizo sentir peor. Pero nunca la vendí, porque sabía que alguna vez conocería al amor de mi vida, y podríamos compartir nuestro espacio. - Exclamó, logrando prender la chimenea.

Estaba impactada y pensando las cosas.

Billie - ¿Estás enojada?

Vanessa - ¿Enojada? No. Solo estoy procesando toda esta información.

Billie - Lo sé, perdón por decirte hasta ahora.

Vanessa - No te disculpes, entiendo tus razones y entiendo que no estabas lista...

Billie empieza a caminar y yo la sigo, adentrándonos en la cocina.

Amo la cocina que veo. Muebles color madera, todo tipo de platos y vasos. El refrigerador es moderno, y combina con la cocina. Billie se sienta recargándose en la isla de la cocina, y yo me quedo parada del otro lado de la isla.