CAPITULO XXXI: UN PASADO OSCURO

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ABSALON SOUL

Después de terminar la reunión Absalon solo tenía una cosa en la mente y era su amada esposa, pensando en todo lo que harían durante el resto de la tarde y noche, las formas en como se tomaria su tiempo en amarla, hasta que la presencia Riuta y Azura detuvieron su creciente imaginación.

El volver a ver a Azura le provocaba irritabilidad, apesar de tanto tiempo  aún llevaba la marca en su ser del tiempo que convivió con ella, fueron treinta años por lo cual de algún modo la conocía y lo que vio en los ojos de aquella mujer  al ver a su esposa no le gustaba,  sabía mejor que nadie lo posesiva que era la.bruja  y sabía bien de lo que era capaz,  por eso lo que menos quería era que estuviera cerca de Celeste pues si bien era cierto que en el campo mágico Azura no representaba peligro para su esposa, no podia decir lo mismo de  la lengua biperina de la bruja podía ser demasiado venenosa.

Una vez solo los tres hablaron de un tema que todos los involucrados querían olvidar en especial Absalon, pues lo ocurrido aún era una.espina.en su pecho.

--- Necesito una pequeña muestra para saber si el.efecto en verdad ya paso o sigue habiendo algún remanente, dijo Azura,  mientras se relamia los labios.

-- Bien con solo diez.te es suficiente así que los traeré mañana. --- Puedo empezar contigo ahora, Azura estaba tan cerca que Absalon podía oler el perfume de la bruja que eramuy  familiar y hacia correr su corazón. --- Azura, dijo tomando a la.mujer por los hombros-- nunca óyeme bien, jamás tendrás mi sangre de nuevo,¿entiendes? dicho eso soltó a la.mujer. y salió de la habitación estaba furioso, necesitaba calmarse, paso por el cuartel.donde descansaban los miembros de su equipo se acercó al líder Caleb, mientras hablaban de la.solicitud de la bruja cosa que tampoco les agrado, por lo cual decidieron enviar a brujos y hechiceros. Paso la tarde con ellos revisando el armamento, y también analizando sus próximos movimientos, cuando termino se dio cuenta que era más de media noche, quería pasar por la habitación de su esposa, pero ella recién estaba recuperada y el dormir le era ahora más necesario que otro cosa, con un suspiro de resignación  fue a su habitación.

Al día siguiente tuvo que supervisar a Azura mientras pasaba a cada uno de los elegidos por Caleb y él,  cada muestra que tomaba la bruja era analizada en el momento, Absalon y su compañero verificaron que la sangre que la bruja extraía fuera solo la necesaria para dicha prueba y una vez realizada se limpiara cada rastro.

Aunque  iniciaron temprano, el análisis de la sangre se tomó demasiado tiempo, debido al hermetismo del asunto, por lo cual al llegar la tarde Absalon se sentía realmente frustrado quería ver a Celeste necesitaba tenerla a su lado en sus brazos, --Por cierto, como sigue tu esposa, pregunto Caleb quien era de los pocos que sabian por el mismo Absalon que se había casado y fue  de los pocos que vieron su desesperación por encontrarla, -- Bien ahora esta investigando con los demás. Aunque la verdad preferiría que volviera a Nassuru, dijo el mago connun suspiro, --- Te entiendo,  Maria se empeña en seguirme en cada misión, esta vez me acostado mucho que se quede en casa, supongo que el hecho de estar embarazada la hizo entrar en razón, Caleb hablaba con la felicidad escrita en su rostro, mientras el mago pensaba en cómo.se vería su esposa con el vientre hinchado definitivamente mucho más hermosa y esperaba poder hacer pronto su parte para que eso sucediera lo antes posible, ese pensamiento lo hizo sonreír.
-- Listo ese fue último, y ninguno muestra rastros de esa magia, aún me desconcierta como fue posible que el hechizo se activará después y sobre todo que nadie se diera cuenta, pregunto Azura, -- Aún lo investigamos, me retiro dijo un Caleb incómodo, pues a los "hijos de Miguel" ( un grupo de cazadores) no les agradaba mucho la idea de asociarse con brujas cuya neutralidad era dudosa.-- Absalon me retiro, más tarde seguiremos con la.inspeccion si te parece, con el asentimiento del mago el cazador salió dejando solos a Absalon y Azura.

rechazada y reclamada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora