«capítulo 10»

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>>> Charly alías “Char” y Mónica alías “michi” <<<

Bueno...Ya estamos aquí.

En el famoso hospital central de Madrid. Tengo que admitir que es una preciosidad.

Sus puertas, sus enormes ventanales, su construcción colonial y perfectamente esculpida, sus estatuas... sinceramente parece más un museo que un hospital, sin mencionar sus lámparas de cristal con formas hermosamente raras.

No pude detallar más porque fui directo a donde se encontraba la recepcionista y le pregunté:

— Buenas tardes, disculpe ¿me puede decir en donde se encuentra la sala cardiovascular por favor? —(le digo yo poniendo las manos en el mostrador)

La recepcionista era una chica bastante joven y guapa.

Como era de esperarse era rubia de ojos azules muy claritos, su piel era ligeramente bronceada y sus fracciones eran finas como las de una niña. Y lo mejor de todo...era una chica muy amable.

— Bueno no es por molestarla pero... necesito saber a quién busca exactamente para que no tenga que buscar por toda la sala de cardio —(dice ella con una ligera sonrisa)

— Si claro que tonta soy —(niego con la cabeza) — Greyssy Quiles —

Ella se pone a buscar en el ordenador hasta que la encuentra.

— está en el tercer piso en la sala 220 —(dice ella)

— Muchas gracias —(no le di tiempo a que respondiera y fui directo al ascensor)

Entré y pulsé la tecla del tercer piso, cuando estaba a punto de cerrarse...

— ¡Eme! —

¡Hay mierda!

No no no no...

Eran esos dos tontos (Cleo y Charly)

Ho Dios mío.

Llévame!!!!!!

Pulsé el botón varias veces para que se cerrara pero...ellos fueron más rápidos y lograron entrar.

Cuando lo hicieron las puertas del ascensor se cerraron y empezó a elevarse.

Todo adentro estaba en silencio excepto por las respiraciones agitadas de ellos.

Sentí unos ojos sobre mí y sabía que era Charly que estaba parado junto a mi.

Yo tenía mi vista al frente y fija en las puertas.

Cuando el ascensor se paró Charly habló:

— Oye Mónica yo...—

— Ahorrate las palabras que falta no me hacen —

Y con eso las puertas se habrieron y salí en dirección a la habitación 220.

Doblé en varias esquinas hasta que perdí a esos tontos y encontré la habitación.

Toqué antes de entrar y una voz llorosa femenina dijo un "adelante"

Giré el pomo de la puerta y me adentré en la habitación.

Adentro estaba Hanna sentada en uno de los sofás cerca de la cama médica en donde estaba su madre, Hanna me dió una sonrisa triste ya que su madre estaba dormida.

Yo se las devolví y me senté a su lado, le di un apretón reconfortante en el hombro y ella recostó su cabeza en mi regazo y yo le acaricié el cabello.

Mientras que estaba así ella comenzó a sollozar bajo para que su madre no se despertara.

Yo en cambio no sabía que hacer, como ya había dicho, no era buena lidiando con situaciones así.

{Es Necesario Que Estés Aquí} Libro#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora