UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD... MI VIDA CONTIGO

3. Recuperando

Poco a poco, Naruto se acercaba a la cabaña, abrazando con sumo cuidado lo que quedaba de la muchacha que les recuperara la vida a los de la alianza shinobi.

Entró a la tienda donde los altos mandos se encontraban y vio cómo dos mujeres lloraban mientras un peliblanco tenía cara de colgarse de un árbol.

Tsunade vio el puño de prendas de su nieta, entre muchas lágrimas, abrazándose fuerte a la de cabello negro que intentaba consolarla.

—Hoshi —gimió la rubia y lloró el pequeño bulto en las manos de Naruto. 

Esperanzado, Kakashi se acercó al joven para descubrir a una pequeña de cabellos castaños que se removía entre algunas prendas que, ahora, le quedaban bastante grandes.

Naruto sonrió a su sensei y le sacó la vuelta, llevando a la pequeña Hoshi a una que, desde el piso de ese salón, lo miraba con sorpresa y confusión.

—Por poco —anunció el rubio sonriendo ampliamente. 

Tsunade tomó a la pequeña en sus brazos mientras Kakashi seguía de piedra. Él no podía apartar la mirada de esa pequeñita que la quinta Hokage no dejaba de besar y de abrazar con ternura y con amor, con ese brillo en los ojos que nunca antes le vio.

—Su nombre es Hoshi y es extraordinaria —dijo Tsunade levantándose del piso después de llenarse de esa pequeñita que creyó no vería nunca más. 

Y, con franca sonrisa, le entregó la niña a su padre.

Kakashi creyó lo que la rubia decía, podía verlo, en realidad. Hoshi era realmente hermosa. Justo como su nombre decía, ella parecía una pequeña estrella.

El sensei se sintió demasiado complacido de mantener en sus brazos el fruto del amor entre Tsuki y él, que, aunque hacía tiempo la distancia perdió en alguna parte del universo, hoy confirmaba no se había perdido del todo.

Era un poco difícil de creer que los escasos tres kilos que tenía en los brazos acababan de salvar el mundo, pero estaba feliz de que el mundo le hubiera permitido conservarla.

Continúa...