Caballero de brillante armadura

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Aurora

El siguiente día llego rápido, aún no sabía si ir al instituto por la herida, pero fui de todas formas para evitar estar sola en casa, así que me vestí para ir a clases.

Después de 15 minutos en auto, por fin llegué al instituto, rápidamente me dirigí dentro, no sin antes notar las intensas miradas de Isabella Swan y de la familia Cullen, a lo que saludé a los últimos con una sonrisa

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Después de 15 minutos en auto, por fin llegué al instituto, rápidamente me dirigí dentro, no sin antes notar las intensas miradas de Isabella Swan y de la familia Cullen, a lo que saludé a los últimos con una sonrisa.

Mientras me dirigía a mi primera clase, sentí algo frío envolver mi muñeca haciendo que me queje, pues esa era la muñeca que tenía un gran hematoma, al escuchar mi quejido rápidamente me soltaron, sin siquiera voltear ya sabía que era uno de los Cullen, ya que estar extremadamente frío era una de sus cualidades más extrañas de esta familia, además de los llamativos ojos dorados que estos poseían. 

Al girarme pude ver a una muy preocupada Rosalie quien tenía una mirada de culpabilidad y detrás de ella se encontraban sus hermanos quienes me miraban preocupados, les di una sonrisa tranquilizadora.

-Lo siento, ¿estás bien? -pregunto Rosalie mientras miraba mi brazo y vi como estiraba su mano para agarrar suavemente mi brazo, lo agarro con tanta suavidad que por un segundo me sentí como si fuera una delicada pieza de porcelana.

-Si es solo un pequeño hematoma sin importancia -dije restándole importancia, mi estado de ánimo mejoro con solo haber hablado con Rosalie

- ¿qué te sucedió? -pregunto la rubia todavía preocupada, pero había algo extraño en sus ojos cuando me hizo esa pregunta, me tensé un poco con la pregunta, no quería hablar sobre lo que había pasado, así que no sabía qué responderle, pero no fue necesario ya que Edward se acercó con una sonrisa y compartió una mirada con Rosalie.

-Hablando de otra cosa, ¿qué clase tienes ahora? -interrumpió Edward, a lo que yo le di una sonrisa de agradecimiento- 

-déjame ver...-dije mientras registraba mi mochila en busca de mi horario para enseñárselo- Trigonometría y cálculo... -dije con disgusto, no por la materia en sí, sino por el molesto profesor que parecía coquetear con todas las chicas jóvenes de la clase, había intentado cambiarme de clase, pero ya era demasiado tarde como para hacerlo.

-Es una lástima... solo tienes una clase con Jasper y con Edward, no podremos estar juntas, además solo tenemos unas pocas clases juntas... -dijo Alice con una mirada de decepción mientras me quitaba mi horario, estaba aferrada a mi brazo y tenía un lindo puchero que yo solo quería besar

-Oye, claro que podremos estar juntas, tenemos los descansos -dije con un intento de animar a la pequeña hadita, Jasper tenía una sonrisa y puso los ojos en blanco cuando se dio cuenta de la táctica que estaba usando su novia- además, no significa que no podamos juntarnos después de clase.

- ¡¿de verdad?! -dijo Alice mientras su cara cambiaba rápidamente y daba saltitos a mi alrededor para después agarrar la mano de su novio y mirarse con una mirada de complicidad, suelto una risita cuando me doy cuenta de cómo me engaño- ¡Nuestra salida será perfecta! Podremos ir de compras o hacer un pícnic los 3...

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