Pieza faltante

Bienvenida a Forks

El aire frío contra mi rostro se sentía bien, después de un largo viaje desde los ángeles California, dios... como amaba el frío, quizás venir a Forks no era tan malo después de todo.

-yo... sé que te gustara aquí, la gente es un poco rara y hay una poca población, podrás inscribirte al instituto de ahí, quizás consigas amigos- lo escuché hablar con un tono cariñoso forzado y un intento de sonrisa amable-

Su voz era tan malditamente irritante, ¿por qué intentaba hablarme? No me digas que...

-¿Puedes simplemente callarte? No entiendo por qué intentas ser amable conmigo Patrick 

Lo escuché dar una fuerte exhalación, vi de reojo como apretaba fuertemente el volante y su rostro se volvía lentamente rojo y como apretaba la mandíbula. Me pregunto cuanto demorara en gritar...

Él seguía igual de rojo...

1, 2, 3, 4, 5...

Lo escuché respirar un poco más fuerte y acomodarse en su asiento

6, 7, 8, 9...

-Solo estaba intentando ser un poco amable contigo pequeña perra, deberías respetarme, no crees? Después de todo, yo salvé tu estúpido trasero de que vivas en un puto orfanato, eres igual de perra que tu maldita madre...

Ahh, sabía que no aguantaría mucho, todo va según el plan

-Sé lo que intentas Patrick, déjame adivinar tu brillante plan, te parece? ¿Intentas ser amable conmigo para robarme la herencia de mi mamá, no? Haciéndome creer que eres un padre preocupado por su pequeña niña indefensa que perdió a su mamá, la cual le dejo una gran herencia y que por una gran casualidad te volviste a reencontrar con tu niña luego de saber lo del dinero.

Lo vi volverse cada vez más rojo, las venas de sus manos se marcaban al igual que las de su cuello, lo vi apretar con fuerza el freno.

-pequeña mierda, ven para acá, ¡¿así es como le hablas a tu padre?!

Lo vi bajarse y cuando me di cuenta de sus intenciones ya era demasiado tarde

El bastardo me había agarrado del cabello para sacarme del auto.

-Al parecer tu madre no te educo como debería no? Quizás deba educarte mejor, para que no seas una maldita prostituta como tu madre, vuélveme a contestar así y quizás la veas en el infierno antes de tiempo -pregunto mientras me tomaba fuertemente del cabello, prácticamente escupiendo en mi cara con cada palabra.

Y quizás lo que hice no estuvo bien del todo, pero el bastardo se lo merecí,  no voy a mentir, el cabron se lo merecía.

Rápidamente, agarre el gas pimienta del bolsillo de mi chaqueta y se lo rocíe en toda la cara, para después golpear su estómago con mi puño y una muy satisfactoria patada en los huevos, rápidamente agarre las llaves del auto de su mano, y ahí estaba él, gritando en el suelo y limpiando desesperadamente sus ojos.

¡Es impresionante lo que puede hacer el gas pimienta! Definitivamente compraré más, quizás un empaque diferente... uno con brillitos? Eso sería bonito.

Espere a que sus gritos de dolor se calmaran

-escúchame bien Patrick, sé que quizás lo que te diré no sea fácil de comprender para un inútil como tú, así que necesito que prestes mucha atención me oíste? 

-tuve que soportarte todo el maldito viaje, para poder hacer esto, porque eres tan malditamente terco que sé que no me lo darás por las buenas, así que lo haré de otro modo, que te parece un trato? Eh? 

-¡maldita perra, ven para acá! Te destroz- su grito de dolor lo interrumpió

mi pie había vuelto a conectar con sus huevos