༄...𝐃𝐢𝐯𝐨𝐫𝐜𝐢𝐨 (𝐊𝐢𝐦𝐂𝐡𝐚𝐲)

➪Capítulo 4

Porsche si se sentía mal por haber corrido de esa forma a su hermano menor pero no quería salir herido él también, Kinn era algo...violento pero después simplemente se disculpaba y ambos se amaban otra vez.

Había conocido a Kinn cuando era un simple Barman en un Bar de una zona peligrosa, él tenía un hermano pequeño que mantener así que ese era su trabajo.

Kinn llegó buscando a una prostituta para pasar la noche pero no había nadie para complacerlo y el monto era bastante bueno, me ofrecí a pasar la noche con él pero no pensé que me quedaría embarazado.

-Porsche, sirve la comida quiero que esté caliente-Bufo sentándose.

-Ya voy cariño-Suspire poniendo el plato frente a él.

-Me dijeron que vino Porchay, ¿es verdad eso?-dijo viéndome mientras seguía comiendo.

Mi nerviosismo me engaño y empecé a temblar.

-Si, pero solo venía por un medicamento para Sun, y le dije que se fuera que no te gustaba que él estuviera aquí.

-Solo eso le dijiste, porque me dijeron que hablaron de un divorcio.

Baje mi mirada, bien decían que para saber mentir tendrías que tener buena memoria pero el estaba muy nervioso para articular una buena mentira.

Los platos cayeron al piso sacándolo de sus pensamientos, Kinn los había tirado al piso provocando un gran estruendo de los platos rompiéndose.

-¡¿Te quieres divorciar de mi?!, Ya quieres andar de zorrita fácil ¡¿no?!-Bufo forzándome a recostarme sobre la mesa mientras sentía como rompía mi camisa de un tirón.

Después desabrocho su cinturón de cuero y lo doblo en su mano, ya me podía imaginar lo que venía, un azote fuerte en mi espalda y el ardor se hizo presente en mi espalda.

-¡A-Amor por favor déjame explicarte!-Solloce.

-¡Ahora resulta que quieres divorciarte!, Bueno ahora aprenderás a no pensar estupideces-Bufo levantando su mano nuevamente.

Así siguió por un buen rato azotandome, ya no tenía más lágrimas que soltar, estaba seco y mi garganta ardía de tantas súplicas.

Solo podía pensar en mis hijos ellos estaban ahí viéndolo todo, era doloroso admitir que Chay tenía razón ellos no tenían que ver la manera en la que me trataba su padre.

Nunca quise esto, nunca quise meter a Porchay en esto.