Porchay veía atónito a aquella mujer parada en el umbral de la puerta, sentía sus piernas flaquear.
—¿Mamá?—Susurro acercándose lentamente—¿De verdad eres tú?—tocaba el rostro de la mujer con incredulidad.
—Mi bebé—Susurro abrazándolo con fuerza—No puedo creer que me he perdido de todo acerca de sus vidas.
Los tres se mantenían abrazados mientras sollozaban, Kinn veía con melancolía la escena no se atrevía a decir nada tampoco a moverse.
—¿Donde estuviste mami?—Soltó porchay con la voz entrecortada.
—Tu padre me obligó a estar en un psiquiátrico y pago para que no me dieran la libertad, lamento que pensaran cosas feas.
La pequeña familia estuvo un rato charlando, la madre de ambos se encontraba muy contenta jugando con sus pequeños nietos mientras Porsche preparaba la cena.
—Adoro la canción de cuna que les canta mamá a los niños, era la misma que nos cantaba a nosotros—Sonrió Porchay.
—Si, extrañaba a mamá pero ahora por fin está con nosotros—
—Porsche, iré a comprar el postre quieres algo en especial—Dijo Kinn asomándose por la puerta de la cocina.
—Pastel de Zanahoria es el favorito de mi madre, ¿podrías traer uno de esos?—Kinn asintió y salió directo a la tienda.
Kinn caminaba por los pasillos buscando el pastel cuando chocó con un hombre.
—Lo lamento hermano—Dijo levantando el frasco que se le había caído—espera, ¿Bible cierto?
—¿Kinn no?.
Ambos se veían sin expresión alguna hasta que Kinn decidió hablar.
—Porsche te extraña, no come bien y tampoco duerme porque te extraña.
—Dios, él vive donde mismo, digo pensé que ambos habían vuelto los vi besarse ese día en el restaurante—Exclamó Bible.
—Ambos nos separamos, ese día yo le pedí un último beso y él lo hizo porque le insistí demasiado.
—Me siento como un estúpido, fui egoísta y no pensé en el, creo que debería ir a verlo.—Suspiro pasando sus manos por su rostro.
—Deberías ir mañana ahora está muy sencible y no creo que vaya a sentirse bien, de todas formas nos vemos luego.
Kinn dejó a Bible detrás para caminar a la caja y pagar por el postre, al llegar a la casa de su cuñado cenaron, platicaron, rieron y finalmente cada quien pudo ir a su habitación a dormir.
Porsche tocaba su vientre de ya nueve meses estaba a unos días de tener a su pequeño bebé, como hubiera deseado que Bible estuviera presente en su parto.
Sus lágrimas mojaron sus mejilla y finalmente después de un rato se quedó profundamente dormido.
Al día siguiente sintió las manitas de Fort en su rostro, su bebé estaba intentando sacar su camisa y ser amamantado.
—Buenos días pequeño monstruillo—Sonrió besando su rostro y lo cargo para acomodarlo a su lado y alzar su camisa.
El bebé rápidamente se prendió a su pecho succionando la leche del pecho de Porsche, escuchó la puerta abrirse lentamente por un momento pensó en que sería su madre pero no podía creerlo.
¡Era el!
Bible entró con un ramo de flores sonriendo, se sentó en la orilla de la cama.
—¿Como estas?—Dijo viéndolo.
—Yo, tú, ¿Que haces aquí?
—Vine a disculparme por ser un gran tonto y dejar a mi hermoso novio.
—No lo sé Bible, creo que deberías irte ahora no estoy bien—Dije volteando mi rostro.
—Lo entiendo, nos vemos Porsche, Te amo.
Lo vio salir por esa puerta y no pudo evitar soltar un lloriqueo, como se atrevía a aparecer de la nada y robarse sus supuestos así como así.
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༄...𝐃𝐢𝐯𝐨𝐫𝐜𝐢𝐨 (𝐊𝐢𝐦𝐂𝐡𝐚𝐲)
أدب الهواة𝐒𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦𝐚́𝐬 𝐞𝐬 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐚.