Viejos Recuerdos

358 13 0
                                    

Amy

Ya era la tarde, tarde para la hora de salida de la oficina, habíamos estado de un lado a otro, visitando a diferentes personas, la verdad es que nunca hablé, en ninguna visita fui invitada a la conversacion, solo fui espectadora de dichos encuetros.

- señorita Amy- dijo mientras íbamos camino a la oficina en su auto.
- se que esto es raro para usted y que se pregunta la razón de su presencia. Primero que nada, quiero agradecerle su ayuda, sin usted no habríamos podido recuperar el dinero.... Alonzo pudo rastrear la cuenta y el dinero pudo volver a la compañía, claro con ayuda de algunas influencias para más agilidad, pero el punto es que usted fue sin duda alguna, la pieza clave de todo esto y sobre todo ..... - hubo un silencio un poco largo- quiero disculparme con usted por mi comportamiento de esta mañana. - detuvo el auto en lo que creo yo es el estacionamiento de la empresa.

- señor, no tiene que agradecer, cómo usted dijo, desde esta mañana estoy trabajando para usted y soy muy leal a los lugares donde pertenezco y no es que me considere una propiedad solo.... Es una manera de decirlo, en fin era mi trabajo y me gusta hacer bien cada cosa que hago y...... Respecto respecto a lo otro... Disculpa aceptada. - dije sonriendo un poco-

El..... Era cara dura, sonreír definitivamente no era lo suyo, bajamos del auto, entre a mi oficina, tome mis cosas y me disponía a pedir un auto por mi aplicación.....

- señorita Amy, tiene auto?-
- amm no señor, pero ahora mismo estoy pidiendo uno por la aplicación.-
- olvide eso, vamos yo la llevare-
- no... Es necesario señor, de verdad-
- es una orden señorita-

Camino frente a mí indicando con su mano que lo siguiera, la verdad Esque.... Yo soy una mujer muy independiente y de carácter fuerte, esto para mí era un golpe a mi orgullo, pero este hombre era una mezcla de rudeza y caballerosidad que me confundían y al mismo tiempo me hacía temblar las piernas, me abrío la puerta de su auto, camino por el frente mientras desabrochaba su saco, por un momento me quedé hipnotizada mirándolo, el subió y mi mirada seguía sobre el, no sé si de verdad no me noto o si solo fingía no notar mi insistente mirada.

- señorita Amy, dígame cuál es su dirección.-
- hacienda de arboledas #534-
- perfecto-

El silencio parecía algo incómodo para ambos, sin embargo yo no estaba dispuesta a romperlo, por alguna extraña razón, ahora no sabía cómo.

- señorita Amy..... -
- solo Amy por favor, dígame solo Amy-
- ok Amy, mañana trabajaremos desde mi casa, así que mandaré a mi chófer por usted, a las 8 en punto.-
- perfecto señor-

Y.... Fue todo, el silencio nos volvió a invadir en todo el resto del camino.

- llegamos Amy, de nuevo.... Gracias por lo de hoy - bajo del auto y abrió mi puerta
- gracias señor, hasta mañana-
- hasta mañana, el chófer estará por ti a las 7:30-
- claro, gracias-

Entre a casa y me tumbe en el sillón, fingir todo el día había sido demasiado.

Elliott

Me quedé un rato recargado en el auto, observado su casa, era pequeña y sutilmente hermosa, llena de plantas y flores, su jardín se veía perfectamente cuidado, se notaba que le ponía empeño y cariño, no la había olvidado, claro!! que la reconocía, era ella!!! Era mi Amy, la dulce y hermosa Amy que conocí hace 25 años atrás.
Ahora era toda una mujer, tan hermosa y...... Mierda, tenía que haber hablado con ella, decirle algo, y solo.... Me comporte como un imbécil.
Subí al auto y tome camino a casa, tenía muchas cosas que pensar, muchas....

Amy

Verlo de nuevo fue un gran impacto para mi, el se había alejado hace mucho tiempo y no podía creer que ahora trabajaría con el, así sin más, volvía a aparecer en mi vida, así, tan abruptamente cómo cuando se fue.

Cuando yo tenía 7 años nos mudamos a un vecindario muy bello, a papá le iba bien, su profesión de contador nos hacía tener una vida acomodada y mucho mas comoda, mamá... Mamá nos había dejado cuando yo tenía 4 años, supongo que no aguanto la situación de carencias y dificultades que veníamos enfrentando, no recuerdo mucho pero un día sin más ni más, mamá se despidió y salió por la puerta de la casa una mañana muy fría y jamas regreso, cuando papá regreso por la tarde mi hermano quien era 5 años mayor y yo estábamos dormidos en la sala, con las lágrimas secas en nuestro rostro y los ojos hinchados, moriamos de hambre, mi padre afrontó la situación y entendió que ella no volvera. Tomo las riendas de la familia y sus hijos con mucho amor y valor.
Tres años después, papá se asoció con Augusto Cornely y formaron el despacho de contaduría, Gastelum Asociados, les fue de maravilla y en tres años nos había cambiado la vida, habíamos podido cambiar de casa a una propia y mas grande, y en un lugar más bonito, hay conocimos a los Santoro, el papá y la mamá de Elliott son un verdadero amor de personas, educados y atentos, padres de tres hijos varones, Leonardo, Elliott y Dante Santoro, no tengo que decirles que los tres eran niños de revista, rubios de ojos claros como su padre. Massimo Santoro, la señora Clare Dupon, una mujer muy guapa, delgada y de cabello castaño, piel blanca y ojos color avellana, bueno .... En pocas palabras tenían buena genética, eran una hermosa familia muy unida y apesar de tener todas las comodidades económicas, eran muy sencillos, papá conoció al señor Massimo, por que contrato los servicios del despacho y mi padre era el encargado de llevar la contaduría de sus múltiples negocios, mi hermano comenzó una linda amistad con los Santoro y el siempre iba a todos lados conmigo, siempre me ha cuidado mucho, mi hermano, Adriano, no tardó en hacer buenas migas con los chicos Santoro, y por lo regular yo siempre estaba con la señora Clare mientras los chicos jugaban, hasta que conci a Cleo, la prima de los chicos Santoro, era de mi edad y claro que éramos inseparables, los señores Santoro siempre nos han tratado como de su familia, papá trabajaba mucho y casi siempre estábamos solos asi que las señora Clare se ofreció a cuidarme y para nosotros resultaba fantástico.

Literalmente, nos hicieron parte de su familia, papá confiaba mucho en los Santoro, nuestros cumpleaños eran celebrados con ellos y en cada reunión familiar éramos invitados, crecimos con ellos prácticamente, Cleo los visitaba cada fin de semana y éramos las princesas de casa, Clare nos vestía de princesas o guerreras según nuestra imaginación, los chicos volvían el patio trasero un campo de batalla o el viejo oeste, según la película que hubieran visto en la semana.
Elliot era el que en ocasiones se acercaba y se unía a nuestras aventuras, el era muy protector y cuidadoso con nosotros, pero era especial conmigo o así lo sentía yo,
Dante muchas veces también se unía a nosotras, el era el típico niño que hacía reír a todos, divertido y gracioso, Leo era muy serio, estudioso y apasionado de la ciencia a su edad ya sabia ló que quería y mostraba, entera entrega en lo que le gustaba y se los diré, en toda esta ecuación también estaba Alonzo, si!! Alonzo Márquez. El fue..... Cómo decirlo, mi primer acercamiento al amor, a la más cruel cara del amor.....

Curvas para.... El?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora