Karina: Same old love

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La hija de los Yoo; Karina. Y la hija de los Ryu; T/N, han sido amigas desde casi toda su vida. Los padres de cada una eran amigos muy cercanos desde la infancia por lo cual ambas desde que llegaron al mundo compartieron una infinidad de momentos al lado de la otra como el primer día de escuela donde la pobre Jimin no dejaba de llorar ya que la habían colocado en un salón distinto al de T/N o las travesuras que solían hacer confrontando el regaño de la profesora tomadas de las manos fingiendo estar arrepentidas cuando realmente no lo estaban pero al menos se habían divertido, eran solo inocentes bromas de niñas de preescolar. 

De hecho, la mayor parte de los álbumes de fotos de las familias estaban a rebosar de fotografías de las dos juntas, desde que estuvieron en el cunero del hospital, hasta la actualidad en donde se encontraban ya en el ultimo año de preparatoria. Ambas estaban ansiosas ya por finalmente graduarse y darle un buen final a ese tortuoso año que por meses estaba hundiéndolas en la locura. 

La campana del recreo habia sonado y una castaña con uniforme desacomodado esperaba en el pasillo a que su mejor amiga terminara de hablar con un chico con el que compartían clase, a decir verdad ni siquiera se sabia su nombre pues no habia interactuado mucho con el desde que comenzó el ciclo pero el rumor de que gustaba de Karina hizo que lo despreciara mas que a cualquier otra cosa. El hecho de que haya llamado su atencion hacia que inconscientemente apretara los puños poniendo blancos los nudillos. Llena de enfado y mas que nada, celos abundantes.

De lo poco que recordaba, tenia entendido que se apellidaba Lim pero de ahí en mas, ni cuenta se habia dado de que existiera. Hasta que empezó a meterse en medio cada vez que intentaba hablar con Jimin, en tiempo récord acabo por notar que este chico realmente suspiraba por su amiga

Pasaban los minutos y T/N continuaba esperando con tristeza sentada con la espalda apoyada en la pared justo al lado de los casilleros mirando como los estudiantes iban y venían ignorando su presencia como ya era costumbre, así lo prefería ella. 

Sin embargo cargaba con el constante arrepentimiento de haberse acobardado tantas veces en lugar de entender sus confusos sentimientos desde el principio. Ahora daba por perdido esa gran oportunidad, por lo que podía notar, Karina se le veía muy contenta al lado de aquel otro chico. T/N empezó a ver a su mejor amiga desde otra perspectiva incluso cuando estaba pequeña, ya no la imaginaba como su "compañera de aventuras" de la infancia sino como algo mas profundo. El cariño que le tenia no podía compararlo con una amistad común, era algo mas fuerte que eso. Las dudas que surgieron en su cabeza eran completamente diferentes. "¿Que se sentirá poder agarrar su mano? ¿Cómo se sentirá darle un beso? ¿A que sabría, a dulces? ¿Por que me gusta tanto que solo juegue conmigo? ¿Por que me enfada verla con alguien mas?...." Le costo mucho poder asimilarlo sin confundirse mas, a pesar de que sus padres le explicaron muchas cosas sobre lo que sentía nunca entendió si estaba bien o mal pues nunca fue mas allá de un "Quiero mucho a Jimin". Intentó reprimirlo por muchos largos años, con mas terror todavía luego de ver y escuchar las experiencias que otros chicos tenían al contarle como se sentían a sus padres. Ella no quería que su familia la odiara por tener un gusto diferente ni mucho menos perder la amistad de Jimin. ¿Qué tal si sus padres se llegaban a enterar y las separaban? No, no quería eso y no lo iba a permitir. Así que solo dejo que Karina fuese feliz con quien su corazón quisiera, haría su mejor esfuerzo en estar feliz por ella y quizás buscar a otra chica que pueda juntar las piezas de su roto corazón y llene ese hueco que quedó. Aunque a estas alturas, sabía que nadie iba a poder remplazar a su tan adorada Yoo Jimin 

Sin darse cuenta, sus lagrimas se abrieron paso bajando por sus rosadas mejillas cayendo sobre un papel violeta que tenia en las manos. Lentamente se incorporó secando sus lagrimas con la manga de su suéter, bien sabia que Jimin no iba a regresar por estar hablando con ese chico pero aun así con las pocas esperanzas e ilusiones que le quedaban, coloco por las rejillas del casillero la carta, rogando para sus adentros que Karina la leyera en cuanto llegase a recoger sus cosas al final del día.

[...]

Toco la campana y ya era hora de salir, Karina se acerco a su casillero dando largos y lentos pasos llena de cansancio. Agotada del largo día y deseaba llegar a su casa cuanto antes, no estaba de muy buen humor y era preferible que nadie se le acercara si no quería que le gritaran en la cara. Estar rodeada de tantas personas la estaba llenando de agobio y con respecto a lo anterior, este chico había sido amablemente rechazado luego de su "discreta, no tan discreta" confesión apenas salieron del salón al recreo. Se habia sentido halagada pero su corazón ya le pertenecía a otra persona y jamás iba a cambiarla por nada en el mundo, ni por mucho tiempo que pasara, nunca encontrará a alguien igual. 

Él termino por entender sus razones, se disculpo avergonzado por el malentendido y acepto quedar solo como amigos. Se conformaba con eso a ser ignorado por la linda chica.

Con pesar abrió la puerta de su casillero con fuerza y de dentro cayó una carta color violeta, sus piernas temblaron y un nudo en su garganta se formó repentinamente. Se agacho para recogerlo, sabiendo a la perfección que era lo que contenía aquel sobre, todavía se podían notar los rastros secos de lo que hace un tiempo fueron lagrimas llenas de tristeza y nostalgia. Una vez mas lo abrió y se dispuso a releer el contenido de la carta

"Karina:

Dicen que no hay secreto que dure 100 años, ni corazón que lo pueda soportar y he decidido que debo serte sincera porque estoy sufriendo día y noche al tomar tu mano y no poderte besar. 

Se que muchos te pretenden pero quien de ellos conoce tu corazón mejor que yo. Yo le he dado consuelo en las noches de frio cuando otros se marcharon sin mayor explicación

Te haz ganado mi amor con tanta facilidad que aun hoy en día me pregunto, en que momento me hiciste esclava de tu afecto y me aprisionaste con tu infinito cariño. 

Se que por años me haz considerado una de tus mejores amigas y agradezco tu confianza y esa sincera amistad pero debo de admitir que desde la infancia mi corazón late mas a prisa cuando estas junto a mi, me haces suspirar sin darte cuenta. 

¿Me darías una oportunidad?

Atte. T/N"

Karina no pudo contener las lagrimas por mas tiempo al leer las dulces palabras plasmadas con tanto esfuerzo y ternura en el papel. Siempre supo que ella tenia un gran don con las palabras y sus escritos eran la viva prueba del talento que desarrollo desde muy temprana edad, por días y noches imagino como seria si alguien fuese tan poético y romántico como para dedicarle una carta o un poema tan tierno, para ser mas específicos, como seria si T/N le entregaba sus sentimientos de una forma tan hermosa como esa. Mas no quería que algo tan bello fuese a ser lo ultimo que leyera de ella. 

Abrazo con fuerza el papel trayendo a su mente la imagen de T/N como si estuviese ahí justo en frente de ella, rodeándola con sus brazos en un cálido refugio de afecto y consuelo. Aquel que le hacia sentir que todo iría bien, que nada malo iba a pasarle mientras ella estuviese a su lado, oyendo suavemente el latir de su corazón. 

-Ryu T/N, si estuvieras aquí aún...te habría dicho que si- La carta no era lo único que contenía el sobre, encontró una foto polaroid de las dos que habían tomado frente al gran espejo de la sala de practicas. Las dos compartían la misma pasión por el baile y recordaba que esa foto habia sido tomada unos días antes de una importante competencia por la que estaban muy nerviosas en participar. Sonrió al ver esos lindos ojos marrón llenos de misterio y a su vez mucho amor, y esa hermosa sonrisa que sin fallar podía llenar de color un día gris. En la foto Karina estaba sentada frente al espejo y T/N detrás suya abrazándola por la cintura colocando su cabeza en su hombro mirándola como si fuese lo mas hermoso que en su vida tuvo la fortuna de observar, si algún tercero llegaba a ver dicha fotografía no dudaría en asumir que el par era una adorable pareja muy enamoradas una de la otra. 

-¿Por que tuviste que irte tan rápido?- 

Debajo, hallo un pequeño escrito. Entendía bien esa caligrafía que muchos otros encontrarían difícil de leer, se la sabia de memoria luego de haberla visto la mayor parte de su vida en muchos cuadernos

"Te quiero, siempre lo haré"


Jamás se perdonaría el no haberle impedido subir en aquel auto. 


Female idols X fem readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora