Me remuevo en mi lugar al sentir un molesto celular vibrar. No es el mío, así que busco con la mirada de dónde proviene la luz que corta la oscuridad y resulta que es el celular de Ploy, al otro lado de la cama. La sacudo para que conteste, pero ella se abraza aún más a mí. Ojalá yo pudiera ignorar tan molesto sonido y seguir durmiendo.
Ploy duerme plácidamente acurrucada contra mí y se resiste a abrir los ojos. Resoplo antes de estirarme sobre ella y atrapar el celular en mi mano. Lo primero que veo es que es medianoche y lo segundo, pues que se trata de mensajes de Off.
—Ploy, Ploy —susurro sacudiéndola, no quiero llamar la atención de mamá y papá—. Off te está enviando mensajes.
No la despertaría de no saber que tienen un acuerdo no verbal de no enviarse mensajes luego del saludo de buenas noches a menos que sea una emergencia.
Llamada entrante de Off.
Presiono contestar.
—Ploy, estoy frente a tu casa —murmura Off del otro lado de la línea. Suena extraño.
—¿Qué haces aquí? —No puedo evitar preguntar.
—¿Gun? —pregunta con voz cargada de confusión.
—Sí. Ploy está dormida, estoy intentando despertarla.
—Déjala dormir —me interrumpe. Luego una pausa— ¿Puedes salir?
Un poco confundido le digo que lo intentaré.
Colgamos y me deslizo fuera de la cama. Salgo de la habitación descalzo y camino tan sigiloso como puedo, por el pasillo, las escaleras y la entrada. No puedo salir por la puerta, el ruido de la llave podría despertar a mi madre. Así que abro la ventana más cercana y me muevo fuera de la casa.
No veo a nadie, busco con la mirada y comienzo a asustarme la idea de que fuera alguna trampa de algún psicópata que le hubiera robado el teléfono a Off. Entonces lo veo, la luz de la luna hace brillar la parte superior de un coche que pretende pasar desapercibido entre los árboles y arbustos. Bastante inseguro camino hacia él, pero no puedo alcanzarlo porque algo, o mejor dicho alguien, me derriba.
Off está sobre mí, con su mano en mi boca evitando que suelte un grito aterrador. Comienzo a removerme para que se quite de encima, sin embargo, lo único que hace es quitar su mano de mi boca y abrazarme, no es un abrazo es más bien, apachurrarme, siempre lo hace y no entiendo por qué, luego me suelta rápidamente.
—Algo está pinchándome la espalda —me quejo.
Retrocede, sin realmente alejarse ya que cuando me siento me lo encuentro arrodillado entre mis piernas abiertas. Bastante cerca... y nuevamente me abraza.
—Off, que no puedo respirar —me quejo y me suelta, fue entonces que noto que su rostro se ve diferente: tiene rasguños, moretones, el pómulo todo hinchado, un bulto en la sien y el labio partido en dos.
ESTÁS LEYENDO
Gigil - HP2
FanfictionTres amigos, tendrán que enfrentarse a diversas situaciones, antes de comprender que el verdadero amor debe mostrarse y no permanecer tras las sombras. Deberán aprender que para poder amar a alguien más, primero deben amarse y aceptarse tal y como s...