Gigil - HP2

20. El alma de la fiesta

Para distraernos de la anunciada tormenta que tendríamos al regresar con PunPun después del baile, Ploy enciende el estéreo y sube el volumen mientras mueve los brazos de forma graciosa. Cantamos a los gritos sin importarnos si alguien nos oye o si lo hacemos bien o mal.

Pienso que esta podría ser la última vez que estuviera así con mi gemela y mi mejor amiga. Está claro que regresaré a menudo a visitar a mi familia y amigos, sin embargo, nada será lo mismo.

«Luego de anunciar que me iría a la Universidad en otro estado, Ploy nos dejó saber que haría lo mismo. Había aplicado para una universidad de arte dramático. Es triste ver como las cosas van a cambiar. Saber que van a hacerlo, prepararte para el momento y cuando éste realmente llega, darte cuenta que no estabas listo en lo absoluto. Nos íbamos a separar. Nadie podía creerlo, ni siquiera nosotros. Nacimos juntos, crecimos juntos, compartimos todo y de repente tomamos caminos diferentes. Siempre pensé que sería Ploy la que decidiría primero que se iba, pero me adelante. Luego de sentirme tan asustado y celoso respecto a lo independiente que podía ser, tomé coraje e hice mis propios planes.»

Nos tomamos de la mano fuerte y disfrutamos de uno de nuestros últimos momentos compartidos. Después de esta noche, y de la entrega de diplomas, seremos dos personas independientes. Dejaremos de ser los gemelos de la clase de música y comenzaremos a ser solo un chico y una chica por separado.

Corremos desde el estacionamiento escolar hasta el salón donde se lleva a cabo el baile, en el que tanto trabajamos arreglando para que se viera increíble. Y así era. Las luces de colores se mueven iluminándolo todo al ritmo de la música, encendiendo y apagando en el momento correcto.

Las chicas llevan vestidos elegantes y grandes sonrisas mientras se mueven de un lado a otro encontrándose con amigas o simplemente buscando la atención de algún chico.

La mayoría de los chicos están en los bordes de las mesas y les dan sonrisas picaras a las chicas que se derriten al verlos en trajes.

—Todo esto se ve estupendo —comenta Ploy, sin aliento.

—Tienes razón... Bueno, nos vemos —dice PunPun antes de comenzar a alejarse.

—Recuerda que no vamos a irnos sin ti —grito.

—Bailemos, Gun —pide Ploy arrastrándome a la pista.

Hacemos movimientos tontos y nos reímos uno del otro a carcajadas. Cantamos a gritos, porque todos lo hacían.

Nos divertimos. Es nuestra noche. Y todo se siente nostálgico. No volveré a ver a la mayoría de aquellas personas con las que había crecido.

—No te pongas a llorar o voy a golpearte —amenaza Ploy.

—No voy a hacerlo, tonta.

Un chico de otro curso se acerca y me pregunta si puede bailar con Ploy. Por supuesto los dejo solos.

Bebo alguna mezcla rara de frutas y alcohol que seguramente habían pasado sin que nadie se diera cuenta. Y observo a los chicos y chicas bailar. Enseguida veo a PunPun bailando con un chico que nunca había visto. Se ven muy familiarizados el uno con el otro y ella nunca me había hablado sobre alguien que le gustara.

También veo a Off, rodeado de chicas que suplican por su atención y un turno para bailar con él. Baila con muchas, pero le es simplemente imposible complacer a todas, un baile no parece bastarles.

Nuestras miradas se cruzan en varias ocasiones y yo no puedo dejar de verlo, no lo hago en ningún momento, le sostengo la mirada, aunque todos están viendo. Hasta que él, les dice algo al grupo de chicas y todas me miran haciéndome sentir incómodo.

Camina hacia mí, abriéndose paso entre las parejas que bailan y los chicos que se hacen los tontos.

—¿Bailamos? —pregunta tendiéndome una mano. Lo miro y luego miro al grupo de chicas que ríe y se susurran cosas.

—¿Es una trampa?

—Si crees que es una trampa ¿por qué me estás dando la mano? —pregunta con tono bromista, y una sonrisa de costado observando mi mano sobre la suya.

—¿Estás seguro? —le pregunto.

Todos nos verán bailar, y sé que Off no está seguro de hacerle saber a todos su secreto.

—Creerán que es una broma.

Me lleva hacia la pista y comienza a exagerar los pasos de baile, atrayendo la atención de todos y provocando risotadas que se oyen por encima de la música.

Siempre decía que bromeaba cuando bailaba, pero lo hacía realmente bien. Como si sintiera la música en cada músculo de su cuerpo y este se moviera siguiendo un ritmo perfecto.

—Off, eres un idiota —comentan algunos entre risas.

Yo no lo veo como un idiota, está bailando en el centro de la habitación, ante todos, lo está dejando todo en cada paso y el único que parece poder apreciar su talento soy yo. Entonces me doy cuenta que era cuestión de tiempo para que el resto de los chicos entrara en confianza y bailaran a su lado como si de una batalla de baile se tratara.

Todos se divierten, incluso yo que quedo apartado a un lado por mi pareja de baile. No me importa, porque lo veo allí divirtiéndose, siendo el alma de la fiesta. Y de alguna forma, me hace feliz. Después de verlo magullado, asustado, perdido, con el corazón en la mano... Verlo sonreír de esta forma me hace sentir bien. Quiero ir y abrazarlo mucho por ser tan fuerte.

—Lo siento, me distraje. Ahora soy todo tuyo —dice con una sonrisa enorme. El sudor le cae por los costados del rostro y por el pecho hasta perderse bajo su camisa.

—Bailas increíble, Off —comento y su sonrisa crece aún más— Lastima que comienza una canción lenta.

Se inclina y susurra:

—Una excusa perfecta para estar más cerca.

Me besa en el cuello y se me corta el aliento.

—No hagas eso —jadeo.

—¿Te gusta?

Miro a nuestro alrededor y noto que todos están demasiado distraídos bailando con sus parejas como para notar que me están atacando en una zona sensible.

—Sígueme. —Toma mi mano fuerte y me arrastra fuera—. Estoy asustado, pero los latidos de mi corazón tamborilean fuertemente en mi pecho.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ