Me quedo parado, mientras él levantaba la mano y de sus labios se escapa la palabra ADIOS...
¿Qué haré ahora que Gun se fue?
Pues básicamente ponerle música rock a mi vida. Y no de ese rock lento con solos de guitarra súper suaves. Más bien, de ese tipo de rock que podría destrozar las paredes de la casa con tanto caos de sonidos.
Eso es básicamente lo que haré.
Una semana después de la graduación, cuando oigo que mi padre habla sobre la Universidad a la que debo ir —de la cual no tenía ni idea— con sus amigos, le planto cara y prácticamente lo mando a la mierda. Exactamente así. Se acabó el Off obediente para él. Si Gun quería que fuera valiente, lo sería. Estoy completamente decidido. No tendré miedo de mi padre nunca más... Bueno, no mientras sus amigos sigan aquí.
Me arrepiento en el acto, de no estar tomado una fotografía de su cara pálida mientras lo dejo en ridículo. Sé que mamá no está orgullosa al oírme decir palabrotas, pero entre sus manos oculta una pequeña risita contenida.
—Y, por cierto, papá, soy gay —le suelto para terminar. Le guiño el ojo antes de acercarme a mi madre y besarla en la mejilla. No estaba enterada de toda esta actuación, pero si sabe lo que viene a continuación.
Camino tranquilamente hacia la salida, tomo mi bolso del suelo y salgo triunfante. Aunque el sentimiento de paz dura poco. Comienzo a correr hacia el coche que me espera frente a la casa, y me meto detrás del volante. Arranco antes de siquiera cerrar la puerta. Y comienzo a reír a carcajadas.
—¿Ese era tu padre a punto de tener un ataque? —pregunta la chica en el asiento trasero.
—No volverá a ponerme un dedo encima.
—Es bueno saberlo —dice ella con una sonrisa satisfecha.
—Me siento bien.
—Y deberías.
—Pero no sé si es correcto lo que estoy haciendo.
—Los chicos nunca saben si están haciendo lo correcto hasta que ya está hecho. ¿Por qué te lo preguntas a estas alturas? se supone que debes estar contento, dispuesto a todo, ya has dado el primer paso, no puedes titubear en este momento.
—Estoy nervioso.
—Shhh. Cállate Off, no estoy dispuesta a escuchar tonterías. Simplemente ponte cómodo y conduce, nos espera un largo viaje —dice PunPun sentándose en el asiento del copiloto y encendiendo la radio.
No cuento las horas, pero son muchas. Tantas que apenas siento mi trasero. Y me duele la espalda.
—Detente —ordena, observando atentamente por la ventanilla a su lado.
—¿Es aquí?
—Sí, este es el lugar. No dudes de mí.
—Estoy nervioso.
—No lo estés. Simplemente se tú mismo.
Esa frase es exactamente por lo que estoy aquí, muriendo de nervios con el corazón en la mano.
—Vamos.
PunPun baja y yo hago lo mismo. Nos detenemos frente a un portón que separa el exterior del jardín rodeado de pequeños departamentos.
—¿Qué hacemos? —quiero saber al verla allí parada sin intención de tocar el timbre.
—Esperar.
Espero junto a ella. Muy inquieto. Todo el rock que había tocado se había esfumado. Ahora mi cuerpo está creando música propia, algo tembloroso, vacilante y lleno de debilidades.
Estoy en un lugar que jamás he visto con una chica demasiado imprudente que decide cada paso porque yo estoy demasiado afectado como para hacer cualquier cosa bien. Pero una vez que PunPun no esté, tendré que enfrentarme a todo lo que me he lanzado sin ayuda. He dejado mi casa y estoy tan lejos que me duele siquiera pensar en volver. Aunque me he hecho a la idea de que regresar no es una opción. Tendré que trabajar para sobrevivir. Espero poder lograr hacer música en algún bar o salón de fiestas para empezar.
Una mujer se acerca, abre el portón y nos pregunta si deseamos entrar. Lo hacemos. Estamos dentro.
—Sígueme.
Caminamos por el césped hasta una de las puertas más cercanas, PunPun golpea a la puerta y se aparta dándome una sonrisa enorme. Animándome.
Unos segundos después, la puerta se abre y tengo ante mí, los ojos más hermosos que he visto en mi vida. Él es castaño con diminutos diamantes color avellana con reflejos celestes. Una sonrisa crece en sus labios y no puedo resistirme. Me abalanzo sobre Gun en un abrazo, tan fuerte como nuestro amor, haciéndolo retroceder hasta que pierde el equilibrio.
Entonces estoy sobre Gun en el suelo, y no me importa.
Cuando abro los ojos me encuentro con los suyos completamente abiertos, asombrados. Sonrío sin quitar mis labios de los suyos. El beso más desordenado de la vida, lleno de jadeos, choque de dientes, movimientos bruscos, necesidad y amor.
—Te eché de menos —suspiro apartándome apenas unos centímetros—. Te necesito.
Mi voz suplicante lo hace ponerse tenso.
—¿Qué haces aquí, Off?
—Me gusta la idea de ser quien siempre quise ser en un lugar donde absolutamente nadie me conozca. Excepto la persona que amo —confieso.
Me doy la vuelta para pedirle a PunPun que nos de privacidad, pero todo lo que puedo ver son aquellos ojos marrones tras un par de lentes. Hermosa como siempre. Observándonos con una mezcla de sorpresa y humor. Con una sonrisa pícara y divertida por lo que estaba viendo...
—¡Oh por Dios! —Exclama Ploy con una sonrisa—. Mi ex está por hacérselo a mi hermano en el suelo. —ríe.
—¿Sorpresa? —digo, incómodo.
Gun se mueve debajo de mí y cuando lo miro se encuentra totalmente ruborizado.
—Nadie está por hacérselo a nadie en el suelo —le dice a su hermana, molesto e incómodo.
—Eso está por verse —le sonrío con picardía.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Gigil - HP2
FanficTres amigos, tendrán que enfrentarse a diversas situaciones, antes de comprender que el verdadero amor debe mostrarse y no permanecer tras las sombras. Deberán aprender que para poder amar a alguien más, primero deben amarse y aceptarse tal y como s...