Tres amigos, tendrán que enfrentarse a diversas situaciones, antes de comprender que el verdadero amor debe mostrarse y no permanecer tras las sombras. Deberán aprender que para poder amar a alguien más, primero deben amarse y aceptarse tal y como s...
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Ploy pasa corriendo junto a mí por el pasillo en dirección a su habitación. Inmediatamente me doy la vuelta y la sigo antes de que tenga oportunidad de cerrar la puerta. Se hace un ovillo en la cama y llora cubriéndose el rostro.
Me acuesto junto a ella y sostengo una de sus manos entre la mía, dejándole saber que estoy aquí para ella. Sintiéndome terriblemente culpable.
—Rompió conmigo —suelta entre sollozos interminables.
—Lamento eso —Digo. Aparto el cabello que se ha pegado en su mejilla húmeda e intento secarla con el reverso de mi mano. Las lágrimas ahora caen por el puente de su nariz—. Te amo, Ploy. No quiero verte de esta forma —Susurro. Ella me abraza y solloza contra mi cuello. Siento sus brazos tensarse a mi alrededor y con ellos, su dolor.
"Te enamoraste de la persona equivocada", quería decirle. Es lo que siempre pasa en las películas o en las novelas. Les rompen el corazón y entonces, encuentran a la persona indicada. ¿Debía ser así en la vida real? Tan triste que ella este realmente enamorada de Off, y que él no se sienta de la misma forma.
—¿Te hizo mucho daño? —quiero saber. No es la pregunta correcta, pero necesito saberlo. Ella niega con la cabeza.
—Fue honesto. Pero saber que no me ama fue muy doloroso. —Todo esto lo dice entre llanto y respiraciones entrecortadas. Apenas puedo entenderla.
Entrelazamos nuestros dedos y nos sostenemos fuerte. Ninguno dice nada, ella llora y yo la acompaño, sintiéndome terrible porque está eso de que los gemelos compartimos los sentimientos fuertes.
Llora hasta quedarse dormida.
La beso en la sien y la dejo descansar.
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Llamo a PunPun para encontrarnos en el bosque. Necesito hablar con alguien, tengo que contarle todo. Sino voy a explotar.
Nos sentamos juntos en la hierba en un lugar apartado, donde nadie puede encontrarnos o escucharnos de casualidad. Estamos en una especie de colina así que podemos ver si alguien se acerca.
—Te ves horrible —comenta rompiendo el hielo.
Hundo mi rostro entre mis brazos que descansaban sobre mis rodillas. Mierda. Me siento horrible.
