Tres amigos, tendrán que enfrentarse a diversas situaciones, antes de comprender que el verdadero amor debe mostrarse y no permanecer tras las sombras. Deberán aprender que para poder amar a alguien más, primero deben amarse y aceptarse tal y como s...
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Junta sus labios con los míos en un beso que es una declaración, de Off, mía, de ambos, sus suaves y tiernos labios se deslizan sobre los míos, coinciden perfectamente y sin darme cuenta ya he ladeado la cabeza, su respiración se encuentra con la mía, sus latidos son los míos y nuestros cuerpos se buscaban entre gemidos...
Mientras nos separamos, los ojos de Off me estudian reflejando todos sus temores e inseguridades. Ese tipo de sentimientos que nunca jamás deja que nadie vea. Aquellos que oculta con sonrisas falsas y frases seductoras completamente vacías.
—¿Esa canción...? —Comienza a decir él como para romper el hielo. El aire se siente tenso.
—Una canción sobre ti —respondo.
—¿Sobre mí?
Me relamo los labios aun sintiendo las huellas de su contacto.
—Toco lo que siento. Y honestamente, estaba preocupado por ti. Era inevitable. Te apareciste anoche todo magullado y lleno de marcas, ¿Cómo podía no preocuparme? Y esta mañana desapareciste sin decir nada...
—¿Todo el día estuviste pensando en mí? —pregunta con una sonrisa pícara, ignorando completamente el tema real.
Se inclina cerca para volver a besarme, pero con una mano en su pecho lo detengo a unos escasos centímetros de mi rostro.
—No tienes que fingir conmigo, Off. No quiero que te contengas y hagas como si nada malo te estuviera sucediendo.
Su sonrisa desaparece. Su rostro cambia a una mueca seria, indiferente, que pretende ocultar cuanto le han afectado mis palabras. Sin embargo, puedo ver los músculos tensos.
—¿Por qué fingiría? —pregunta, un poco a la defensiva.
—Tú dímelo.
Una sonrisa llena de amargura hace su aparición.
—No sé de qué estás hablando, Gun. Todo está completamente bien.
Suspiro exasperado antes de volver mi atención al violín. El cuaderno de partituras en el piano de Ploy, se ha torcido un poco, así que lo arreglo mientras intento pensar con claridad.
—Si no vas a ser honesto conmigo te sugiero que te vayas.
Comienzo a tocar una canción lenta en el piano —después de haber guardado mi violín— pero las notas se mezclan en mi mente y me es imposible concentrarme en algo que no sea la persona a mi lado. Quien no parece tener intenciones de abandonar la habitación.
Yo no tengo derecho a exigirle honestidad. Off es el novio de Ploy, no el mío. Debería ser ella la que hiciera las preguntas y no se dejara llevar por las falsas sonrisas.
"No te dejes persuadir".
No puedo evitar preocuparme por él y querer saber la historia detrás de todos los golpes que había recibido. Tal vez deba pedirle a Ploy que hable seriamente con él sin dejarse llevar por sus encantos. Off es muy bueno persuadiendo a Ploy. ¿Entonces que queda?
