Capítulo 12

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Aleksandra Vólkov

(Maratón 5/14)

Gruesas lágrimas corren por mis mejillas mientras acomodo toda mi ropa en la enorme maleta que tengo encima de mí, Jasha me mira sin decir una sola palabra pero sé que está confundido y no entiende un carajo.

—¿Por qué tú te vas de vacaciones y yo no, Aleksandra? —pregunta con interés y las ganas de llorar se hacen aún más presentes al comprender que le mintieron con respecto a mi salida del país.

Y con razón, pues aún es demasiado pequeño como para entender ese tipo de cosas, obviamente no entendería que me están mandando a estudiar al extranjero solo para alejarme de la persona que me gusta.

Única y exclusivamente porque es hijo de los enemigos de la familia, solo por eso.

—No me voy de vacaciones, lo hago por los estudios, si fuese por mí no estaría haciendo maletas para irme, Jasha —le aclaré en medio del llanto y él me miró atentamente.

—¿Por eso lloras como una niña? —se acercó hasta donde estaba y se sentó cerca de mi.

Lo miré antes de asentir y continúe doblando mi ropa.

—No me quiero ir, pero solo en el extranjero conseguiré mejor educación que acá —mentí con un nudo en la garganta y muriéndome por confesarle todo, por gritar a los cuatro vientos que en realidad mi deseo no era irme para ningún lado, que mi vida estaba aquí y deseaba continuar con la misma como una persona normal.

Pero claro, nada era normal en mi familia y eso era algo a lo que debía acostumbrarme desde hacía mucho tiempo.

Debía haberme acostumbrado desde que comenzamos a mudarnos como familia de circo cada cierto tiempo solo por los negocios de papá, desde que tanto Jasha como yo comenzamos a ser discriminados en el colegio, desde que éramos el centro de atención solo por tener a miles de hombres de seguridad detrás de nuestras espaldas cuidando uno y cada uno de nuestros pasos.

Nada en nuestra familia era normal y eso era algo a lo que ya debía estar acostumbrada, sin embargo, estaba demasiado ocupada intentando ser una adolescente normal y pasar desapercibida, que olvidé ese pequeño detalle.

Al terminar de empacar toda mi ropa, cerré la maleta con rabia y me senté en la cama mirando a un punto fijo en la pared. Jasha me miraba atentamente, pero yo estaba tan sumida en mis pensamientos, que lo único que quería hacer era desaparecer todo a mi alrededor y olvidarme del mundo.

Papá y mamá estaban abajo discutiendo cosas importantes con el tío Logan, quién sería el encargado de llevarme al extranjero y cuidar de mí junto a la tía Paula.

Me parecía algo muy egoísta de su parte estar de acuerdo con la decisión de papá y mamá, pero supongo que todos estaban cortados por la misma tijera.

—¿Te olvidarás de mi y de Damién? —la pregunta de Jasha me sacó de mis pensamientos y me hizo voltear a verlo rápidamente.

Negué.

—Jamás podría olvidarme de ustedes, ustedes le dan color a mi vida. 

—¿Y papá y mamá no lo hacen?

—Es distinto, ello son mis papás y, por ende, ya lo hacen de manera natural —me senté más cerca de él, tomé sus manos entre las mías y lo miré fijamente —. Damién y tú son otro caso completamente distinto, quizá cuando seas más grande puedas entenderlo, pero por los momentos solo conformate con saber que a donde vaya los llevaré en mi corazón.

—Y yo prometo jamás olvidarme de ti, solecito —me abrazó y el llanto nuevamente se hizo presente en mí al comprender la situación en la que nos encontrábamos.

LA OBSESIÓN DEL DEMONIO RUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora