Destined Universe (Taekook)

𝐂𝐚𝐩𝐢̄𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐨𝐬

Era medio día, el clima era muy frío por lo que todas las personas que pasaban por en frente del gran cuarto del Rey, traían un abrigo. Todo el exterior estaba lleno de nieve, todo era blanco, una hermosa vista, aunque eso significaba que traería problemas al pueblo.

Tres toques en la puerta sonaron por toda la habitación, pidiendo permiso a la persona que estaba dentro de la habitación para poder entrar, no tuvo que esperar mucho cuando un "pase" fue dicho desde adentro.

- Su Majestad, yo sé que es muy temprano, y lamentó mucho despertarlo a ésta hora - La chica que recientemente había entrado, hizo una reverencia de 90°, volviendo a pararse de forma correcta unos segundos después.

- No te preocupes por eso, Moonbyul, no he olvidado que el día de hoy debo preparar todo, dentro de una semana debo ir al pueblo para ver que todo vaya de forma correcta. Ya es invierno, hace mucho frío.

- Eso traerá muchas consecuencias, pero el pueblo es muy inteligente, ellos saben como cuidar todo, no debe preocuparse tanto, no me gustaría que volviera a enfermar, su Majestad - Negó levemente, viendo como el mayor se ponía de pie, a lo que ella inmediatamente retrocedió.

_ Debo dejarlo solo, su madre lo estará esperando en la planta baja, no me ha dicho ningún motivo, sólo que le hablara.

- Muy bien, muchas gracias, Moonbyul - El mayor le dio una cálida sonrisa, observando como ella salía y cerraba la puerta, dejándolo totalmente solo.

El rey Kim no tenía mucho en la corona, más sí lo necesario para saber todo. Es un joven muy inteligente y fuerte, un alfa puro, un hombre consiente y maduro, quien piensa todo lo que hace antes de actuar, que no se deja engañar o manipular, un verdadero hombre, un verdadero alfa.

Apenas llevaba siete años siendo el rey. Cuando su padre lamentable falleció gracias a una catastrófica guerra, Taehyung tuvo que ser coronado inmediatamente cuando su madre decidió no seguir, ella sabía que su hijo estaba lo suficientemente preparado y que llevaría todo a cabo a la perfección.

Taehyung de igual manera participó en esa guerra, aunque en su caso, solamente tuvo un par de heridas en su pecho al ser lastimado con una filosa espada de su rival.

¿Pero la verdad? Eso no era nada comparado, pues esa guerra le quitó lo más apreciado que tenía... Le quitó su vida entera.

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- Madre, estoy aquí - Taehyung tomó la mano de su madre, dando un suave beso sobre ésta en forma de saludo.

- Mi niño hermoso ha despertado, pensé que durarías más en llegar, debo confiar más en que ya no lo harás.

- Madre, eso era cuando tenía tan sólo seis años, ya tengo treinta, soy todo un hombre, un hombre lleno de responsabilidades.

- Lo sé, un hombre lleno de responsabilidades pero atiendes cada una de ellas, me admira mucho eso, eres un excelente rey - La señora Kim, quien sonreía de lado mientras que acariciaba el cabello de su hijo, mandó a llamar a las sirvientas, quienes ni tardaron en llegar y preguntarle lo que sucedía.

_ El desayuno, por favor, ¿nos dirán qué prepararon hoy? - La misma preguntó.

Ambas sirvientas se vieron entre sí, sonriendo emocionadas al escuchar las palabras de su antigua reyna.

- Escuchamos por ahí que el rey saldrá pronto al pueblo, tendrá que sufrir de frío y llegará muy cansado, por lo que hemos preparado su desayuno favorito.

- Eso suena muy bien, me encantaría desayunar eso, así que, espero con ansias - Taehyung habló ésta vez, viendo algunas cartas que tenía sobre la mesa.