𝐂𝐚𝐩𝐢̄𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐝𝐨𝐬

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- Es simple, muchacho, la Luna es sabia, ella sabrá en qué momento todo se irá a la mierda y en qué momento todo volverá a renacer - Una vieja fémina hablaba con un cigarrillo en mano y mirando al omega frente a él.

- ¿Usted cree que todo esto me esté pasando por obra de ella?

- Si una persona sufre mucho en su juventud, la Luna lo recompensará en un futuro, quizá lejano, quizá no... Quizá ni siquiera aquí.

- Mi madre está enferma, parece que me prepara para un futuro donde sólo sea yo. Tengo miedo, ya sabe, a perderla. Es lo único que me queda. Aunque ella dice que no pasa nada y que se encuentra muy bien, que sólo es una enfermedad.

- ¿Lo hace? Quizá tu madre sabe algo, muchacho, deberías aprender de lo que quiere enseñarte y no defraudarla.

- ¿Cree en el destino?

- Claro, yo creo en que todos tenemos un destinado, que tenemos un destino muy claro y absolutamente nada podrá interrumpirlo... Dime, ¿cuál crees que es tu destino?

- Mi destino quizá es vivir con el alfa que me gusta, es muy lindo y creo que igual yo le gusto.

- Niñito, tienes como catorce años, lo más seguro es que la Luna tenga otro alfa para tí... Lo presiento.

- Él ha estado conmigo desde que soy un niño, jamás me ha dejado y llevamos muchos años de conocernos.

El omega miró hacia un lado al escuchar una voz llamándolo, no tardándose en darse cuenta que era su madre, quien movía sus manos para llamar su atención y darle a entender que quería que el omega estuviese ahí con ella.

- Ve con tu madre... Y créeme, la Luna quizá tiene a alguien más para tí, muchacho. Cuídala mucho y también ámala mucho.

El omega dio una reverencia, asintiendo a las palabras ajenas y corriendo con rapidez hacia donde lo estaban llamando, no tardando mucho en abrir la puerta de su casa y entrar, viendo a su madre y dándole una tierna sonrisa.

- Estoy aquí, madre, ¿me llamabas?

- Yugyeom está llamando a tu celular, le contesté y le dije que estabas comprando algo que necesitaba. La llamada está en espera, cariño, no tarden mucho, que debes comer, hice bulgogi.

- ¿De verdad? Muchas gracias, mamita, sabes que te adoro muchísimo, de aquí a Júpiter y de regreso - Jungkook la abrazó, dejando un corto beso sobre la mejilla de su madre y corriendo como un niño a atender la llamada que lo esperaba.

- Estos adolescentes...

La omega dio un pequeño salto al sentir los brazos de alguien rodear su cintura, inmediatamente formando una sonrisa al percibir el aroma de su alfa, aquél exquisito aroma ante su olfato, y  que le encantaba llenarse completamente de él.

- ¿No deberías estar descansando en vez de atender llamadas de alfas inmaduros y hacer la comida favorita de Jungkook?

- No me pesa hacerlo, alfa, quiero disfrutar de estos momentos... Quizá no pueda vivir muchos más.

-No digas eso, hay que tener fé en que el tratamiento servirá y sanarás completamente - El alfa habló en la piel de su cuello, dando cortos besos y disfrutando de tener a la omega en sus brazos.

- Nada servirá, alfa, es inútil. Sólo prométeme que cuidarás de nuestro hijo cuando yo ya no esté aquí.

- Cuidaré de él, omega, pero no te rindas tan fácil, quizá todo cambia.

Destined Universe (Taekook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora