Se sentía besado por los rayos solares.
El suave sonido del aire acondicionado, el ruido de las sabanas al removerse en el colchón, las risas suaves de su amante cada que besaba las pecas de sus clavículas... ¿Podía Sergio pedir algo más para ser feliz?
Los estragos del sexo le hicieron sentir agotado, incluso si había dormido por horas hasta el amanecer, sus ojos avellana se encontraron con los azules rasgados de Max y la sonrisa más pura que pudo salir de sus entrañas escapó directamente de la boca del moreno.
—Buenos días.— El mexicano murmuró mientras estiraba los brazos para jalar a el rubio a su lado, escuchando un gruñido de su parte.
El más joven solo ronroneó cual gato contra el pecho de Pérez, acomodando su cabeza contra el lugar donde se escondía el corazón de su compañero. —Buenos días.— La voz de Verstappen hizo eco en la habitación.
Esta era la manera en la cual quería vivir todos sus días, la manersenta en la que Checo quería despertar todas las mañanas hasta su muerte.
¿Podía alguien estar más enamorado?
Desde el momento en el que se conocieron, Para Sergio; Max se había convertido en la luz de su vida y un guía hacia la felicidad.
La serotonina que la hacía sentir conectado a la realidad, la adrenalina que cada carrera le hacía sentir hasta el fondo de sus entrañas.
Sus brazos se enredaron en los hombros ajenos y ocultó la nariz contra el cuello del rubio, ahogándose con su esencia y depositando un suave beso en el cuello de este cuando lo miró hacer un ademán de levantarse de la cama y dejarlo ahí.
El sonido de la ducha lo arrulló levemente y sonrió de forma tonta cuando se levantó y se vistió con nada más que una camisa del más alto.
Hacía ya un año desde que ambos empezaron a vivir juntos. Su hogar no era más que un departamento bien acomodado y lleno de sus recuerdos más preciados; Checo caminó descalzo por lo que el consideraba su hogar y mientras encendía la estufa para cocinarle algo a su compañero de vida, tarareó alguna canción en español entre murmullos mientras se tocaba el vientre.
Treinta y un años ya era una edad adecuada para poder dar un paso más hacia la formalidad de su relación con Verstappen.
Sergio sabía que tenían que hablar de eso de nuevo, se sentía preparado para ese algo más.
Había planeado su retiro de la fórmula uno cuando sus planes de formalizar una familia con Max se hicieran realidad, pero en vista del poco interés de su novio en abrir el tema, era el momento del Mexicano de hablar de ello esta mañana.
Pronto iniciaría la nueva GP y en el corazón del mayor la esperanza de que esta vez la respuesta del rubio sea diferente le hacía sentir emocionado.
Quién sabe... Tal vez pronto su retiro se anuncie en todas las revistas de deportes.
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El sonido de sus sollozos le hacía sentir patético.
Era como un grifo que no podías cerrar por qué tu perro acaba de morder la mangueras del patio y ahora todo está lleno de lodo y no puedes hacer nada más que sentarte y observar el desastre.
"La esperanza es lo último que muere" Le había dicho Carlos hacía algún tiempo a Sergio, tal vez la primera vez que Max le apuñaló con sus palabras.
Las manos del moreno fueron a su vientre sintiéndose culpable, deprimido por saber que el lugar estaba vacío y triste, igual que el últimamente.
¿Acaso había algo mal en él? ¿En la forma en la cual intentaba hacer feliz al neerlandés?
Encerrado en el baño de su habitación, aprovechó la noche para desahogarse de las duras palabras que Emilian utilizó para negarle el sueño de una vida juntos.
¿Qué más necesitaba dar para que el chico fuera feliz?
Le había perdonado todo, en el podio, en la cama, en la casa y en público también.
A veces los besos del sol podían ser tan abrazadores que quemaban, dolían y hacían sentir fatigado. El azabache miró su rostro empapado en lágrimas y como sus pecas se acentuaban ante el rojo de su nariz y sus mejillas.
Todo debía ser su culpa... tal vez era la edad, tal vez no era tan hermoso como todos los hombres y mujeres que le robaban la mirada a Max en cada celebración, tal vez era muy aburrido para vivir toda una vida juntos, tal vez simplemente estaba haciendo algo mal.
Cuando recuperó la compostura, el agua fría lavó su angustia como un bálsamo que apaga hasta el fuego más violento del infierno, se sonó la nariz y salió del baño hacia la oscuridad de la cama, enredándose entre los brazos de su novio y respirando entrecortadamente al sentirlo tan cerca y tan lejos a la vez.
Se mordió el labio y decidió hundirse en el aroma varonil del neerlandés, sintiendo como si esta fuese la última vez, como si se escapara de sus dedos cuál arena en el desierto y jamás lo pudiera retener.
Sonrió resignado y una última lágrima empapó el pijama del rubio, dejando dormir a Sergio en un estado de letargo melancólico e impasible.
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Ando que me explota la hernia del coraje entonces estoy escribiendo una Side Story de un fanfic que es bueno si gustas morir de coraje 24/7 JAJAJAQuiero más que nada plasmar el dolor de una ruptura en lo que yo siento que es una forma humana de vivirlo, en base a experiencias mías y de amigos o antiguas parejas.
Siento qué tal vez más de uno hemos estado en la situación de checo en este fic y quería explorar más de ello.
Btw serán capítulos cortos 💕
La actualización será una o dos veces al día debido al corto de los caps 💙Recuerden que esto es todo en base a la historia de leclerclvsben 💕
El punto de vista que para mi Checo tomaría desde el inicio hasta el final.
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Midnight tears (Chewis) (exChestappen)
FanficBasado completamente en la novela del autor: @By leclerclvsben (Midnight Rain Max Verstappen) ❤️🔥❤️🔥❤️🔥 A veces, aprender a soltar es más difícil de lo que parece. Enamorado de Max Verstappen, Sergio Pérez logró conocer el cielo y el infierno...