Wait for it

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Está intentando mantener el trofeo para él
Pero él se puede quedar con toda la gloria
Sergio es mío.

Lewis POV.

Max había sido su rival desde el momento en el cual puso un pie dentro de la fórmula 1

Era joven, sin nada que perder y con un hambre por la gloria que llegaba a ser peligroso en cada curva en la que solían encontrarse dentro de la pista.

Nunca le agradó realmente.

¿Pero ahora? ¡Como podía no odiar a alguien como Verstappen cuando le había arruinado la vida a alguien tan dulce como Checo!

Esos brillantes ojos castaños que resplandecían como diamantes cuando hablaba a solas con su vientre y le prometía toda la felicidad a ese niño por nacer.

Si Lewis en algún momento pensó que Sergio tal vez no era el indicado, ahora estaba más que seguro que su vida le pertenecía completamente al omega luego de vivir tantos meses juntos.

Habían encontrado el balance Perfecto entre vivir en una mentira y hacer de ella una realidad.

El secreto a voces de su embarazo apenas había salido a los medios causando una confusión en masa, habladurías y chismorreos que no podrían importarle menos a Lewis o al propio checo.

El de piel oscura solamente suspiró mientras las piernas de Checo se enredaban contra las suyas en busca de calor esa noche, abrazando con calidez al omega que dormía plácidamente a un lado suyo.

Era bonito fingir que esta era la vida que merecían.

Llena de placeres en los cuales ambos podían sumergirse hasta creer que se pertenecían. Pero la realidad existe y les respira en la nuca cada que Lewis termina enamorándose más del omega mexicano.

Las llamadas de Max y de Horner eran como el incesante tik tak de un reloj que corría el tiempo hasta que fuera momento de despertar de su fantasía.

Hamilton aún no lo comprendía.

¿Que necesidad tiene ahora Max de buscar a Checo después de todas las cosas que le dijo y le hizo?

Ya había anunciado su boda en cada revista y medio de información junto a Milo Leclerc ¿Que necesidad tenia de buscar a Checo para recordarle que no podrían estar juntos?

Aunque quisieran negarlo es que ambos sabían que ese alfa rubio necesitaba respuestas.

Pilotos, staff, sus propios jefes habían cuestionado duramente de la paternidad del hijo de Checo en cuanto este anunció su retiro de la fórmula uno con un video dolorosamente similar al de su buen amigo Vettel; y aunque mucha de la información que cada página de chismes que encontraban hablaban sobre la infidelidad que Checo pudo haber causado con Hamilton, la realidad no era ni en asomo a como esas revistas pintaban.

A veces Lewis deseaba salir y aclarar todo; defender a Checo de ese ataque pasivo agresivo que el mayor de los Leclerc causó después de su amenaza de aborto.

Checo había llorado de alivio cuando escuchó que los hijos de Max estaban bien luego de un mes entero en el hospital y le había mandado unas flores a Milo como modo de disculpas.

Carlos y Lewis estuvieron molestos por el hecho de qué sea Checo quien pida disculpas a una pareja que le arruinó la vida, pero conocían el corazón de pollo que el omega se cargaba.

Lewis se levantó de la cama con sólo ropa interior y se encargó de arropar bien a Sergio, saliendo del cuarto para tomar su móvil y dirigirse a la terraza, contestando la llamada telefónica que tenía veinte minutos timbrando.

—Max.— Lewis contestó mirando el número de teléfono en la pantalla, adivinando al dueño del teléfono por pura inercia.

—¡Tú, maldito!— Lewis rodó los ojos aburrido cuando los insultos de Max empezaron a llegar a diestra y siniestra, haciendo que Lewis quiere colgarle al idiota del otro lado de la línea de inmediato.

—Necesito ver a Sergio.—Y Lewis supo, desde lo más profundo de su alma que posiblemente después de esa llamada, nunca vuelva a dormir con los fríos pies de Sergio contra sus pantorrillas.

Sonrió de forma triste y se sentó en una pequeña silla cerca de donde estaba, Mirando a Roscoe sentarse junto a él.

—Le diré que llamaste.— No es que fuese la primera vez que Max lo hacía.

Lewis se aburrió de contar las veces que le colgó a Verstappen y eliminaba a bloqueaba su número sin que Checo se diera cuenta.

Pero hacer eso no lo hacía sentir mejor, de alguna forma lo hacía sentir torturado y culpable, sabiendo que no podía interferir entre la vida de checo y Max por más que le duela admitirlo.

Sin embargo lo hizo y lo menos que podía hacer era arreglar el daño que causó al ocultarle ese detalle a Sergio por más de tres meses.

Esperaba que lo perdone.

Es lo único que anhelaba.

Midnight tears (Chewis) (exChestappen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora