—He estado pensado durante mucho tiempo, y se que lo que sucedió hace dos años aún te duele y a mi también, pero... ¿No crees que es momento de empezar de nuevo? —Comento soltando algunas lagrimas.
—¿Que? —Susurro algo desconcertado
—¿Que piensas? —Pregunto entusiasmada
Aquello lo tomó por sorpresa. El miedo lo invadió por completo, de tan solo recordar aquel momento tan inesperado su cuerpo temblaba.
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El día era lluvioso y el viento corria haciendo un sonido espeluznante. Jeon y su esposa se encontraban en casa pasando un momento en pareja.
Ambos felices por la reciente llegada de una nueva persona a su familia, uno que les lleno el alma de amor y los unió aún más como pareja.
Todos en la familia estaban contentos con la llegada del pequeño Baek, quien tan solo tenía un mes y medio de nacido. Aquel hermoso niño llegó para alegrarle la vida a todos. Era el consentido de su padre, con tan solo verlo quedaba embobado antes aquel bebé, y ni hablar de su madre la cual amaba a su pequeño con locura.
Aquella oscura noche, horas antes de dormir.
SooYon visito la habitación de su pequeño para procurar que este esté durmiendo plácidamente.
Los gritos desesperados de SooYon se oyeron por toda aquella casa, asustado a su esposo el cual estaba en el piso de abajo bebiendo agua.
Jungkook rápidamente soltó el vaso y corrió hasta donde su esposa se encontraba, encontrándose así con su esposa sentada en la alfombra con su bebé en brazos, allí en miedo lo invadió al ver los ojos de su esposa en los cuales sólo había tristeza, a pasos lentos se acerco hacia su hijo y esposa.
—Mi bebé Jungkook, no respira —Lloro aún más fuerte.
El mayor estaba completamente en shock, su hijo no, el niño de sus ojos no podría estar muerto.
Corrió hasta tomar un teléfono y comunicarse con una ambulancia.
Los minutos pasaban y todo parecía una pesadilla. El rogaba que todo fuera un sueño, despertar y ver a su hijo en su cuna esperando por el.
—Lamento esto pero el niño murió por una muerte subita o mejor conocida como muerte de cuna, lo lamento señores.
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Desde aquel fatidico día todo cambió para ellos. SooYon había entrado en una depresión la cual le llevó mucho tiempo salir de ella. Los meses pasaban y Jungkook se sentía desatendido por su esposa, no es que no le doliera la muerte de su hijo y el estado de su esposa. Pero el también necesitaba atencion.
Un año y medio después de la muerte de su hijo, el conoció a Hanna en una cafetería en París, allí comenzó su relacion, SooYon aún estaba tratando de recuperarse de su pérdida. En su hogar todo estaba mejorando pero aún faltaba algo que los uniera.
Frente a todos fingían ser la pareja feliz y también lo hacían cuando estaban a solas. Nunca anunciaron el embarazo de SooYon a la prensa y mucho menos aquel momento de tristeza.
Jungkook no se sentía seguro de tener un hijo, no ahora que se encontraba confundido con sus sentimientos hacia SooYon.
—No quiero lastimarte, pero yo no quiero volver a vivir lo que ya viví tiempo atrás... no soportaría ilusionarme otra vez y que suceda lo mismo —Susurro tomando la delicada mano de su esposa.
—Lo entiendo, yo tampoco quiero eso, tu sabes lo mucho que me afecto la muerte de mi pequeño Baek, pero también sabes que mi mayor deseo en el mundo es ser madre, criar a mi hijo, nuestro hijo o Hija.
—Lo se, pero... no es el momento aún
Miró por última vez a su esposa para luego abandonar la cama y la habitación, necesitaba pensar las cosas bien y saber que era lo que realmente sentía.
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—Gracias por traerme, pero no era necesario —Respondió la castaña con una pequeña sonrisa.
—No es nada, por los menos no es nada grave, solo debes tener reposo y listo. —Sonrió —De verdad lo siento, no era mi intención chocarte, simplemente no vi cuando el cemaforo estaba en rojo.
—No te preocupes, también fue mi culpa por no ver bien si venia un coche.
—Soy Taehyung, Kim Taehyung —Extendió su mano hacia la de Hanna en forma de saludo.
—Soy Hanna Smith
—Es un placer haberte conocido. Por favor, permite que te lleve a tu casa.
—No es necesario, estoy bien.
—¿Quieres que vuelva al insistir como hace un momento? Puedo hacerlo si es necesario. —Dijo con aquella linda sonrisa que tenía.
—Esta bien
Ambos sonrieron para luego salir de él Hospital, durante el viaje hacia la casa de Hanna hablaron un poco, intentando conocerse.
Y de paso Taehyung no perdió la oportunidad de obtener el número de ella, se le hacía una joven muy linda y carismatica.
Hanna con una pequeña sonrisa se despidió del mayor, no sin antes agradecerle el favor de traerla al hotel donde se estaba quedando.
Soltó un suspiro cansado mientras se adentraba al ascensor y marcaba al piso donde subia, había sido un día pesado... y doloroso, si bien Taehyung la había hecho reír un poco aun se sentía triste por no poder ser lo suficiente para su amor.
Aquel amor que la volvía loca, tanto que sería capaz de hacer todo lo que este en sus manos para que este nunca se valla de su lado, lo amaba con locura.
Había soportado tanto desde que descubrío que Jungkook la había usado solo para saciar sus necesidades. Aquello fue como clavar un cuchillo en su pecho, pero aún así ella decidió seguir a su lado porque lo amaba.