Dix

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El suspiro cansado de Hanna se oyó por toda la oficina, estaba cansada y su cabeza dolía demaciado

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El suspiro cansado de Hanna se oyó por toda la oficina, estaba cansada y su cabeza dolía demaciado. Durante toda la mañana intento concentrarse en su trabajo pero la imagen de Jungkook junto a un pequeño niño no salía de su mente. El simple hecho de saber que el podía seguir con su vida sin importarle lo sucedido la ponía peor, se cuestionaba el porqué ella no podía hacer eso, seguir con su vida sin importar lo demás. Ella simplemente no podía hacer eso, no podía dejar de amarlo de la noche a la mañana, no podía olvidar todo lo que había pasado a su lado.

Tenía la mirada fija hacia un punto de la oficina, en su cabeza se repetía una y otra vez la imagen de el aquel día en el coche, aquel día donde el acabó con todo lo poco que tenian. Sin darse cuenta unas cuantas lágrimas yacían bajando por su mejilla, y es que era inevitable después de terminar con el corazón destrozado gracias al amor de su vida. Aquella sensación de sentirse plato de segunda mesa no se lo deseaba a nadie, siquiera a SooYon que era la dueña de aquel corazón que ella tanto amaba.

Jungkook en tan solo unos meses había acabado con su felicidad. Tenía cierto resentimiento por el mayor debido al dolor que le causo, pero aún así lo quería, lo amaba con su vida, tanto que estaba dispuesta a dar la vida por él si fuera necesario aún si el no hiciera lo mismo por ella.

El sonido de la puerta de su oficina se escucho haciendo que Hanna dejara sus pensamientos de lado, camino a pasos lentos hacia la puerta para luego abrir esta, encontrándose con Minsuk. Sonrió levemente para luego hacerse a un lado permitiendo que el recién nombrado ingresara a su acogedora oficina.

—¿Necesitas algo? —Camino hacia uno de los sofás que se encontraba en dicha oficina.

—¿Has llorado? —Tomó asiento al lado de la castaña. —Tienes los ojos rojos e hinchados.

—Lo siento, hablaba con mi familia y eso me dio nostalgia. —Mintió, no se sentía bien haciéndolo pero no quería que Minsuk se involucrará en sus asuntos. Aparte, el era trabajador de SooYon, estaba segura que si le contará algo relacionado a pelinegro este iría corriendo a contárselo a su jefa.

—Lo entiendo, mi familia también está lejos y los extraño demasiado... vine aquí para poder ayudarlos económicamente y eso me reconforta un poco —Hablo

Por un momento Hanna se sintió mal por haberle mentido cuando el está siendo sincero con ella.

—Bueno, cambiando de tema... SooYon me llamo y me pidió que fueras a su casa.

Mierda, definitivamente el destino no estaba de mi lado; pensó.

—Sabes para que necesita que valla? Digo, no es que no quiera. Solo, tengo mucho trabajo.

—No me lo dijo, solo pidió que vallas.

La castaña asintió, por más que no quisiera debia ir. Minsuk salió de la oficina dejando a la menos sola.

Hanna suspiro para luego tomar su bolso y salir rumbo a la mansión de los Jeon. Estaba algo nerviosa ya que no quería encontrarselo allí pero a la vez quería verlo. A los minutos el taxi paro frente a la casa de los Jeon, le pago al hombre y dio un gracias antes de salir del coche.

Frente al portón del garaje visualizo un Mercedes-Benz negro, era el coche de Jungkook, el estaba allí dentro.

Los nervios se apoderaron de ella y sus manos comenzaron a sudar, a pasos lentos se adelantaba cada vez más a la puerta. Justo antes de tocar esta se abrió dejando ver a SooYon la cual tenía los ojos rojos e hinchados, como si hubiera llorado. El rostro de Hanna cambió por completo sin entender la situación.

—Que bueno que llegaste, pasa por favor

Hablo haciendose a un lado, con algo de timidez ingreso a la casa, a su espalda sintió la puerta siendo cerrada y los pasos de SooYon cerca suyo, no entendía que estaba sucediendo.

—¿Sucedio algo? —Miró de reojo a la mayor.

—Ailee, eres la única en la que puedo confiar en estos momentos.

Oh no, no deberías confiar en mi cariño, y menos cuando soy la que haría cualquier cosa para que tu esposo sea mío; Pensó.

No lo hacía por mala, solo quería tenerlo a él sin importar que suceda. Y en una parte quería lastimar a Jungkook aunque sea atraves de ella.

—Si, dime —Soltó una media sonrisa mientras tomaba asiento en el sofa —¡Puedes confiar en mi SooYon!

—Últimamente yo y Jungkook hemos tenido demasiados problemas, aun no entiendo el porqué. Desde que volvió de su gira todos iba bien, pero de la noche a la mañana todo cambió, sus malhumores eran más constantes, al igual que sus salidas —Hablo mientras Hanna escuchaba atentamente todo lo que decía, pero dentro de ella sonreía por todo lo que le estaba contando la peliroja —Por un momento llegué a pensar que el... me era infiel, pero luego descarte eso. Jungkook no sería capaz de hacerme eso. Hable con el y termino bien, más que bien, hablamos sobre intentar tener un hijo nuevamente.

Aquello último paro todos los sentidos de Hanna.

—¿Nuevamente? —Pregunto con dificultad —¿Tuvieron un hijo? —Dios, aquello le dolía tanto que siquiera podía hablar.

—Si, lamentablemente nuestro bebé murio y eso nos afecto mucho a ambos, tanto que ya nisiquiera teníamos intimidad, no hablabamos, nada.

Hanna rápidamente recordó aquel día donde vio justo en esa misma sala una fotografía con una foto de la pareja junto a un bebé que seguro tenía semanas de nacido o tal vez un mes. Con la mirada busco aquella fotografía encontrandola sobre un porta lámpara que estaba en la otra esquina del sofa.

—El caso es que hablamos sobre tener un bebé, y hoy fue mi cita con el médico, tenía la esperanza de estar embarazada ya que estas últimas semanas estuvimos juntos y mi periodo no había llegado.

SooYon hablaba con tanta tranquilidad sin saber que frente a ella estaba una mujer que con cada una de sus palabras rompía aún más su corazón. Y es que saber aquello le molestaba a la castaña, pero también le dolía porque no aceptaba que el no era suyo, más bien que nunca fue suyo.

Doble vida || JJK (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora