Samuel
Habían pasado ya mucho tiempo desde mi salida en el conocidísimo y gran grupo; Seventeen.
Ahora me siento raro, pero también feliz por volver a estar en una empresa. Y el sentimiento de no encajar se queda corto, todos me miran raro cada vez que llego.
Recuerdo que hace unas semanas me explicaron cuando fui con mis padres a firmar el contrato, cual ellos estuvieron demasiado enojados con la idea de volver a intentarlo, que haría un dúo con el mismísimo Jung Jae Won con el que llevábamos una gran brecha de edades; con una diferencia de ocho años.
En ese lapso de tiempo había podido conocer gran parte de sus comportamientos, como el hecho de que se quejaba todo el día.
— Jaewon—le llame. Sentandome a su costado.
Muchos se sorprenden porque no le trataba por su apellido, ya que el nombre solo se lo dice cuando se mantiene una gran confianza. Pero si somos ya un grupo, las formalidades dejan de existir.
Él, siempre suele sostiene un rostro serio, sin expresión alguna. Son pocas las veces que cruzamos miradas, o incluso el simple hecho de hablar, no lo hacemos. Intento dar mi mayor esfuerzo para ser su amigos, pero parece no tener interés alguno.
Supongo que debe ser estresante poner a alguien a tu lado mucho más joven. Pero en realidad solo quiero que nos llevemos bien.
Algo que estuve observando es el hecho que se la pasa con su teléfono móvil, vaya a donde vaya, y es al único al que sonríe. Lo he visto hablando con una chica, su novia para ser exactos.
No quiero entrometerme en su vida personal...pero quién diría ¡Eran completamente diferentes! a simple vista es una joven muy colorida, alegre y extrovertida. Parece que de verdad los polos opuestos se atraen.
— ¿Qué?—me miro enojado. Creo que le molesta que sea muy inquieto y curioso, pero es algo inevitable, y por más que quiera corregirlo no puedo.
— Estoy aburrido...
Y era verdad, pasar el día completo en los ensayos es aburridísimo cuando no tienes con quien intercambiar conversación. Y por más que tenía la compañía de Jaewon, él vivía en su mundo y yo solo me limitaba a estar en un rincón hasta que se cumplieran las horas.
— ¡Juguemos! —sonreí divertido. Quería romper esa barrera lo más pronto posible. Sé que él es muy tímido y eso complica más las cosas.
— Yo vengo a trabajar, no a jugar.
Me levanté en busca de una botella de agua, agarrando mi toalla azul para poder secar aquellas gotitas de sudor sobre mi frente.
— Voy a salir.
Salió de la habitación de ensayos dando un portazo.
Me dirigí a la ventana para refrescarme un poco, y en eso veo Jaewon y su chica. Pero eso no es lo que me sorprende, sino su midaba. Una mirada repleta de amor.
Ojalá yo llegue a ser así de importante para alguien. Algún día poder dar y recibir ese afecto.
Mi madre solía decirme que: "Del odio al amor solo hay un paso", pero siempre me pregunté ¿qué pasa si es al revés? " Del amor al odio solo hay un paso".
Creo que es algo que no me gustaría experimentar, debe ser feo amar a alguien y luego odiarlo. Pero...Yo no sé qué es el amor.
Y es duro que a los 12 años nunca me haya atraído ninguna chica. Sí, admito que hay chicas lindas, pero ninguna que me haya hecho revolver el estómago con aquellas las famosas "mariposas". Pero cuando tienes la cabeza en un proyecto, el amor es de lo de menos.
Además tenía mucha curiosidad saber que se sentía ese sentimiento del que tanto se escribe y canta.
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Mi Niño Prohibido |1Punch
FanficMe sentía sucio, impuro. Un niño al cual ni el mismo Dios le permitiría ir al cielo, sino que lo enviaría al mismísimo infierno a pagar todos aquellos actos y pensamientos impuros que había cometido por el siemple hecho de enamorarme de quien no deb...